(CNN) – Michelle Campbell dice que lo que pasó ese día siempre quedará grabado en su memoria.
Ocho personas están vivas porque ella y su esposo estaban allí para sacarlas de las aguas frías cerca de la costa de Columbia Británica cuando un barco de observación de ballenas, con 27 personas a bordo, volcó.
El taxi acuático de los Campbell era el segundo barco en la escena, cuando el MV Leviathan II se hundió luego de que una ola volcara el buque turístico cerca de Tofino el domingo.
Cinco personas murieron, 21 fueron rescatadas y una persona permanece desaparecida.
Michelle Campbell aún se pone emotiva cuando piensa en una de las mujeres a la que finalmente lograron subir a su barco. Ella estaba luchando para mantenerse con vida.
“Cuando la vi por primera vez a los ojos, los tenía abiertos, ella me estaba viendo”, le dijo Campbell a CNN esta semana. “Ella se hundió porque no pude agarrarla”. El combustible diésel en el agua hizo que estuviera resbaladiza.
La mujer salió a la superficie… pero se hundió de nuevo.
La imagen aún la persigue.
“La salvaste”, dijo Francis Campbell, mientras abraza a su esposa para tranquilizarla. “Ella está aquí gracias a ti”.
Ola vuelca el barco
Todas las personas que murieron eran ciudadanas británicas, según el Servicio Forense de Columbia Británica. Ellos han sido identificados como Katie Taylor, de 29 años, Jack Slater, de 76 años, Nigel Francis Hooker, de 63 años, David Wyndham Thomas, de 50 años, y su hijo, Stephen David Thomas, de 18 años.
El Consejo de Seguridad de Transporte de Canadá dijo que una ola volcó el barco cuando la mayoría de los pasajeros y tripulación estaban en la cubierta superior, lo cual elevó el centro de gravedad e hizo que fuera más fácil que volcara.
Aquí se ve la proa del Leviathan II antes de ser remolcado para su inspección.
El Leviathan II era un crucero de 20 metros. Tenía tres cubiertas de observación… una superior, otra inferior y una en la parte trasera del barco. Tenía capacidad para alojar cómodamente a 46 pasajeros.
El dueño Jamie Bray les dijo a los periodistas esta semana que el Leviathan II había hecho el mismo viaje durante dos décadas, dos veces al día.
“Este buque operó durante 20 años con un historial de seguridad absolutamente perfecto y esto sucedió inesperadamente”, dijo Bray.
Agradecida, pero afectada
Para Michelle Campbell, será difícil olvidar los recuerdos del domingo. Estos le dejan una mezcla de emociones.
“Le agradezco a Dios que estas personas puedan ir a casa con sus familias”, dijo. “No sé si tienen hijos, si tienen nietos, pero sé que llegar a casa con mi familia es algo realmente bueno”.
Sin embargo, me quedaron grabadas las imágenes de las personas que no lo lograron. Los cuerpos de aquellos a los que no pudieron rescatar a tiempo.
“Puedo verlos en el agua”, dijo. “Puedo ver cosas que nunca deberías ver”.