Nota del editor: Gabriela Frías es la conductora de Portafolio Global. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas de la autora.
(CNN Español) – Es viernes y en este “Log Out” de la semana, tomamos noticias o hechos que nos hacen reflexionar. Hubo declaraciones que a muchos dejaron pensando.
El paso del huracán más poderoso de la historia y su llegada a la costa mexicana
Patricia afortunadamente se fue debilitando. Ocasionó mucho menor daño de lo que prometía. El esfuerzo informativo de la autoridad, el despliegue de elementos de la policía, militares, la coordinación informativa y logística hizo la diferencia.
Pero el presidente Enrique Peña Nieto vio otra cosa y dijo: “El tener un saldo blanco ante el impacto de este huracán se debe en mucho a la fe del pueblo de México”
Es verdad que la fe mueve montañas, ¿pero llevar esto a una cuestión de fe? ¿Y otros huracanes que han sido mortales? ¿fue falta de fe el problema? El mandatario pudo haber hecho de esta una victoria de las autoridades municipales, estatales, federales, felicitar al equipo, y a los ciudadanos.
La defensa de Lula
También nos puso a pensar a muchos, la defensa que hizo Luiz Inácio Lula da Silva de la hoy presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; defensa que no ha parado desde hace más de un año: le ha sido incondicional.
En un evento del partido de los trabajadores, Lula dijo que es humanamente imposible gobernar con esta crisis y acusó a la oposición de organizar 500 pretextos para no aprobar el paquete de ajuste que presentó la mandataria al congreso.
¿No recuerda el expresidente que la situación de recesión, creciente desempleo, e inflación son consecuencia de que Dilma no recortó el gasto público, no mejoró el ambiente para hacer negocios?; ¿que el tamaño del gobierno es tan grande que se come la mitad del PIB? ¿que el poderoso sector automotor perdió competitividad que aprovechó México? ¿que las deudas en dólares hoy pesan mucho a sus empresas?
La situación pudo ser menos delicada. El expresidente lo debería reconocer.
La crisis, no se resuelve apelando a la amistad, que debe quedar fuera de sus mensajes. Porque sí la trae, entonces hay que hablar de responsabilidad.
Bush y Rubio
Quien inspiró una reacción en cadena fue el aspirante presidencial republicano Jeb Bush, cuando buscó criticar al senador Marco Rubio por no presentarse a votar al congreso. Lo dijo durante el debate presidencial de la cadena CNBC.
Critica, que intentó salpicar con humor, pero a los que salpicó fue a los franceses. Jeb Bush dijo: “Literalmente ¿el Senado qué es? ¿La semana laboral francesa, que solo apareces tres días al trabajo?”
Reacción, en cadena: hasta el embajador francés en Estados Unidos y con cifras: 39,6 horas a la semana trabajan los franceses. Según, la empresa Gallup, los estadounidenses trabajan unas 36,3.
Según la OCDE, son más productivos allá: el PIB por hora trabajada en Francia en 2014 fue de 103,08. En Estados Unidos, 102,03.
El comentario le hizo mucho bien a Rubio, quien aprovechó para revelar la estrategia de su antiguo mentor.
Maduro: ojalá sea broma
Y ojalá que sea broma, al igual que con Jeb Bush, el comentario del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Estamos a cinco semanas de las elecciones legislativas y en un país con altísima inflación, con gran desabastecimiento de toda clase de productos, con una larga polarización política, muchos consideran que el momento llama a ser responsables.
De otra manera, ¿cómo entender esto? “Si se diera, ese escenario hipotético negado, negado y transmutado, yo gobernaría con el pueblo. Siempre con el pueblo, y en unión cívico militar”, dijo Maduro.
En el rotulo de VTV se lee una cita textual del mandatario que hace contraste: “Presidente Maduro: reconocerá como palabra sagrada los resultados del 6d”. ¿Reconocerá o no?
¿No es el pueblo, el que él invoca, el que precisamente vota en las urnas ese día? ¿Qué busca con esta declaración si no es broma? ¿Une o divide con estas palabras? ¿Qué dicen los ciudadanos? ¿No está causando zozobra al hacer estos pronunciamientos? ¿O esto es también parte de la campaña?
Por pronunciamientos que describen una situación económica real en Venezuela, otros ciudadanos, no afectos al gobierno, eso sí, han sido apresados y acusados de generar zozobra.
Cuatro historias, cuatro casos, que les ofrezco para reflexionar juntos.