Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN Español) – “Y usted, ¿ha fumado marihuana?”. Los hay que hacen la pregunta con el mismo tono con que preguntarían si usted cree en la magia negra. Esos son los peores porque han demonizado el debate sobre la legalización de la marihuana. México ha aceptado el amparo de cuatro ciudadanos sobre el cultivo, transporte y posesión de la marihuana. La marihuana “con fines lúdicos y sin ánimo de lucro”, dicen los juristas.
La decisión abre la puerta a una legalización más amplia, pero todavía no se conocen las implicaciones concretas.
Llegar hasta ese punto no ha sido fácil para los que en México defienden y critican la marihuana. Es más, ni uno de los grandes partidos políticos se ha manifestado con contundencia sobre el tema. Quienes como siempre sucede en estos casos parecen tenerlo más claro son los ciudadanos de a pie, más claro que los políticos tradicionales. Y tradicionalistas.
Según la ONU, México es el segundo productor mundial de cannabis, el primero es Marruecos. Según la última Encuesta Nacional de Adicciones, México tiene 5,7 millones de consumidores de marihuana.
Mientras el tema va y viene, sobre los adversarios de la despenalización de la “mota” en México pesan demasiado esos 80.000 muertos y esos 20.000 desaparecidos que ha dejado la guerra contra el narco en los últimos nueve años. Además, los avances de la legalización de la marihuana en Canadá y Estados Unidos, los dos vecinos de México, los dejan sin apoyos regionales.
Ahora, mi pregunta es: si México llegara a despenalizar totalmente la marihuana, ¿quiénes van a controlar los miles de millones de dólares que cada año produce la venta ilegal de drogas en el país? ¿Los mismo de siempre? No, ¡por Dios!