El demócrata Bernie Sanders aspirara a ser el candidato presidencial por ese partido. Sus propuestas económicas han generado controversia entre expertos que aseguran que será difícil cumplirlas.

Nota del editor: Sally Kohn es activista, columnista y comentarista de televisión. Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las de la autora.

(CNN) – De pronto, al candidato presidencial republicano Bernie Sanders lo están calificando de sexista.

Esto es tanto absurdo como 100% legítimo. Apreciar esa declaración paradójica es entender cómo el sexismo —el racismo, la homofobia y otras formas de discriminación— se desarrollan en la sociedad de hoy.

Sanders enfrenta estas acusaciones principalmente por dos incidentes. Primero, en el debate demócrata organizado por CNN, luego de que su oponente Hillary Clinton asumiera una posición firme en cuanto al control de armas guiado por el sentido común, Sanders dijo lo siguiente:

“Como senador de un estado rural, puedo decirle a la secretaria Clinton que todos los gritos del mundo no van a lograr lo que yo esperaría que todos queramos, y eso es mantener las armas lejos de las personas que no deberían tener armas y ponerle fin a esta terrible violencia que estamos viendo”.

¿Acaso fue la sugerencia de Sanders de que Clinton estaba gritando (aparte de ser irónica, porque Sanders no parece tener una configuración baja de su control del volumen) una referencia sexista a los estereotipos de que las mujeres que hacen valer su opinión son “estridentes”? La campaña de Clinton ciertamente parece pensar que así es. La secretaria Clinton recientemente agregó una nueva línea a su usual discurso de campaña: “Me han dicho que deje, y abro comillas, de ‘gritar sobre la violencia de armas’. Bueno, primero que nada, no estoy gritando. Es solo que, cuando las mujeres hablan, algunas personas creen que estamos gritando”.

¿Quieres saber en qué embrollo están metidas las mujeres? Revisa los estudios de ciencias sociales. Puedes encontrar algunos que dicen que, por un lado, las mujeres se debilitan en entornos profesionales al no hablar con voz lo suficientemente fuerte. Pero no hables demasiado fuerte y en un tono agudo porque los estudios dicen que las voces con un tono más bajo en las mujeres están relacionados con el liderazgo. Pero no olvidemos esto: las voces agudas son “más atractivas” en las mujeres. Vaya. La brillante (y musical) Ann Friedman una vez escribió un ensayo sobre el desastre de la fijación en las voces de las mujeres; es una buena opción para leer.

Bueno, pero ¿qué quiso decir Sanders con su declaración? ¿Estaba siendo sexista de manera intencional? Y aquí es donde todos necesitamos aprender a considerar dos posibilidades aparentemente contradictorias en nuestras mentes al mismo tiempo… porque ciertamente puedo garantizar que Sanders no tenía la intención de ser sexista. Él se lo dijo a Jake Trapper de CNN, y anteriormente, Sanders se había referido de manera más genérica a que “gritar” no era una solución para la violencia con armas.

Aun así, considera esto: también es posible que su declaración tuviera un impacto sexista; es decir, que cayera en la tendencia de la cultura de examinar y juzgar la forma en la que las mujeres se expresan a sí mismas, poner a las mujeres en un estándar más alto que los hombres y a menudo explicar con menosprecio los “problemas” de las mujeres a los hombres.

Las acusaciones de sexismo surgieron de nuevo cuando el director de la campaña de Sanders dijo lo siguiente cuando le preguntaron si ellos considerarían a Hillary Clinton como vicepresidenta: “Verán, ella sería una excelente vicepresidenta. Estamos dispuestos a darle más crédito del que Obama le dio. Estamos dispuestos a considerarla para vicepresidenta. La consideraremos en serio. Incluso la entrevistaremos”.

El gerente de campaña de Sanders estaba bromeando. Pero él también estaba haciendo eco de una larga historia en la que las mujeres han sido consideradas como intrínsecamente menos calificadas para los empleos, no digamos para el liderazgo. ¿Era su intención hacer esto? No… o al menos espero que no. Pero como lo ha argumentado sabiamente Eva Paterson y otros, la parcialidad puede existir sin intención. Y los impactos tendenciosos pueden existir sin intención. Y ¿no es nuestro objetivo como sociedad justa reducir el impacto de la discriminación, no solo la intención?

Si lees tanto las declaraciones de Sanders como de su gerente de campaña y te encoges de hombros, y luego lees este ensayo y piensas que soy demasiado dura con ellos, es comprensible. Pero este es el punto: la sociedad ha sido estadística y habitualmente demasiado severa con las mujeres durante siglos. Eso es el sexismo, y tenemos suficientes datos y anécdotas para demostrarlo.

Así que, ser un buen hombre feminista, como Sanders se considera, significa más que solo evitar actos públicos de sexismo. Significa buscar y con suerte incluso evitar las aseveraciones más sutiles o los refuerzos de parcialidad. ¿Es esto pedirle demasiado a los hombres? Sí, así es. Pero considerando cuánto sexismo y parcialidad de género ha beneficiado a los hombres durante siglos y los sigue beneficiando de maneras innumerables, hacer que los hombres se esfuercen un poco más no es pedir demasiado.

Eso no significa que Sanders o su gerente de campaña tengan que decir que intencionalmente fueron sexistas incluso si no fue así. Pero aprender una frase como “Esa no fue mi intención, pero puedo ver que eso cayó en los estereotipos que perjudican a las mujeres y me disculpo por eso” ayudaría a mejorar la situación.