(CNN) – El presidente Barack Obama rechazó el viernes la propuesta del oleoducto Keystone XL; así, le puso fin a la lucha política sobre el proyecto que iba de Canadá a Texas y que se ha prolongado durante gran parte de su presidencia.
El secretario de Estado, John Kerry, concluyó que el controvertido proyecto no es parte de los intereses de seguridad nacional del país, y Obama anunció desde la Casa Blanca que estaba de acuerdo.
“Estados Unidos es un líder global cuando se trata de tomar acciones serias para combatir el cambio climático, y francamente, aprobar este proyecto habría debilitado ese liderazgo”, dijo Obama.
El enorme proyecto ha sido una pelota de fútbol política de siete años durante las elecciones presidenciales y del Congreso que ha hecho que compañías petroleras y republicanos se enfrenten a ambientalistas y activistas liberales. El Departamento de Estado ha estado revisando el proyecto durante gran parte del tiempo que Obama ha pasado en la Casa Blanca.
El propuesto oleoducto se extendería por casi 1.930 kilómetros en seis estados de Estados Unidos, al trasladar más de 800.000 barriles de crudo pesado todos los días desde las arenas de alquitrán de Canadá, a través de Nebraska y hasta refinerías en la costa del Golfo.
La decisión de Obama se produce mientras la Casa Blanca sigue promoviendo su agenda ambiental y los esfuerzos por luchar contra el cambio climático. La Agencia de Protección Ambiental este verano presentó nuevas regulaciones que limitan las emisiones de gas invernadero de las centrales eléctricas. Y el próximo mes, Obama asistirá a las pláticas sobre el cambio climático en París, a cargo de las Naciones Unidas, según lo anunció el viernes. La Casa Blanca espera negociar un acuerdo internacional que comprometa a cada país a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero e implementar otras políticas para frenar el calentamiento global.
El presidente también ha intensificado su retórica sobre la necesidad de abordar el calentamiento global, contraatacando a los republicanos y a los escépticos en relación al cambio climático que luchan contra su agenda.
“Sabemos que la actividad humana está cambiando el clima”, dijo Obama durante una visita a Alaska a finales del verano. “Sabemos que el ingenio humano puede hacer algo al respecto. Incluso estamos empezando a ver que en realidad podríamos tener la voluntad política para tener éxito. Así que ya ha pasado el tiempo para hacerle caso a los críticos y a los cínicos. Sin duda, ya ha pasado el tiempo de recurrir al argumento de la ignorancia. Los negativos cada vez más se encuentran solos, en su propia isla que se hace más pequeña”.
En una declaración el viernes, Kerry dijo que el impacto climático era un factor clave. “Este fue el factor de importancia fundamental en mi determinación: avanzar con este proyecto debilitaría de manera significativa nuestra capacidad para seguir liderando al mundo y combatiendo el cambio climático”, dijo.
Liberales y ambientalistas, entre ellos donantes importantes como Tom Steyer de California, quien ha comprometido decenas de millones de dólares en la lucha contra los candidatos políticos que están a favor del oleoducto, protestó contra Keystone y la convirtió en una causa célebre entre los demócratas.
El proyecto fue un tema importante durante la campaña presidencial de 2012, cuando el candidato del Partido Republicano Mitt Romney dijo que él aprobaría el oleoducto. Los candidatos presidenciales en la contienda para las elecciones de 2016 también han prometido permitir que el proyecto siga adelante.
El presidente de la Cámara, Paul Ryan, no cuidó su tono cuando criticó las acciones de Obama. “La decisión no es sorprendente, pero es desagradable”, dijo Ryan en una declaración.
En su discurso, Obama dijo que él creía que Keystone ha tenido “un papel excesivo en nuestro discurso político, y dijo que el potencial del proyecto para crear empleos y las posibles amenazas al ambiente eran exageradas”.
“Todo esto oscureció el hecho de que este oleoducto no sería ni la solución rápida para la economía de EE.UU., lo que ha sido proclamado por algunos, ni la sentencia de muerte para el clima, proclamada por otros”, dijo Obama.
Obama también mencionó la reducción en los precios de la gasolina como otro argumento en contra del proyecto.
“Mientras nuestras políticas han sido consumidas por un debate acerca de si este oleoducto generaría empleos o bajaría los precios de la gasolina, nos hemos movilizado para generar empleos y bajar los precios de la gasolina”.
El precio promedio de la gasolina regular llegó a 3,94 dólares por galón en abril de 2012, y se mantuvo muy por sobre 3 dólares durante el resto de ese año electoral. Pero este año, los precios se han mantenido constantemente por debajo de 3 dólares por galón.
La ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, también se ha visto envuelta en la política sobre Keystone. En octubre de 2010, Clinton indicó que ella estaba “inclinada” a aprobar el proyecto, pero se ha retractado de esa posición, y en septiembre dijo que se opone a ella. Otros candidatos presidenciales republicanos como Bernie Sanders y Martin O’Malley también se oponen al oleoducto, y Clinton enfrentó fuertes críticas por no mantener una posición firme.
Sanders señaló su perdurable oposición al proyecto en una declaración el viernes. “Es una locura que cualquier persona apoye la excavación y el transporte de parte del combustible más sucio de la tierra”, dijo. “Como una persona que ha liderado la oposición al oleoducto Keystone desde el día 1, felicito la decisión del presidente de ponerle fin al proyecto de una vez por todas”.
El primer ministro Trudeau de Canadá se siente ‘decepcionado’
El nuevo primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que se siente “decepcionado por la decisión”, pero indicó que espera con entusiasmo poder desarrollar su relación con Obama.
“La relación entre Canadá y Estados Unidos es mucho más grande que cualquier proyecto único, y espero con entusiasmo tener un nuevo comienzo con el presidente Obama para fortalecer nuestros extraordinarios lazos de amistad y cooperación”, dijo Trudeau en una declaración. “Sabemos que los canadienses quieren un gobierno en el que puedan confiar para proteger el ambiente y hacer que la economía crezca. El gobierno de Canadá trabajará de la mano con provincias, territorios y países de mentalidad similar para combatir el cambio climático, adaptarse a sus impactos y crear los trabajos limpios del mañana”.
La lucha del cabildeo sobre Keystone ha sido costosa, ya que todas las partes han gastado millones de dólares en un intento por influenciar a la Casa Blanca y al Congreso. Los gobiernos de Canadá y Alberta en particular han presionado para que Obama apruebe el proyecto, y Obama y Kerry señalaron la sensibilidad de su decisión. El presidente habló con Trudeau antes de que la Casa Blanca hiciera público el veredicto.
Kerry, en su determinación oficial por rechazar el proyecto, dijo que el gobierno de Estados Unidos entiende el impacto que tendría.
“Como secretario de Estado, reconozco plenamente la importancia de este proyecto para Canadá, uno de nuestros más cercanos aliados estratégicos y socios del comercio de energía”, escribió Kerry. “Consultamos con nuestros amigos canadienses y hablé con el ministro del Exterior Dion sobre esta decisión. Si bien entendemos el impacto que esta decisión tiene sobre Canadá, estoy seguro de que nuestra relación estrecha y de larga trayectoria con dicho país seguirá fortaleciéndose en los años que están por venir”.
¿TransCanada volverá a presentar solicitud?
El viernes, TransCanada, la firma que está detrás del proyecto de 8.000 millones de dólares, dijo que “revisará todas sus opciones” ante la decisión de Obama. “Esas opciones incluyen presentar una nueva solicitud para recibir un permiso presidencial para construir un oleoducto transfronterizo de petróleo crudo desde Canadá hasta Estados Unidos”, indicó la declaración de la compañía.
“Hoy, un simbolismo que no viene al caso fue elegido sobre el mérito y la ciencia… la retórica le ganó a la razón”, dijo el presidente de la compañía y director ejecutivo Russ Girling. “TransCanada está revisando la decisión y sus razones. Creemos que KXL está en el mejor interés de Estados Unidos y Canadá”.
Anteriormente esta semana, Kerry rechazó una solicitud de la compañía de detener su revisión sobre el oleoducto mientras espera un proceso adicional a nivel estatal. TransCanada dijo que podría tomar hasta 12 meses para que el proceso sea completado, lo que retrasa aún más un proceso de aprobación que ya se ha vuelto prolongado. Sin embargo, tal medida habría impulsado la decisión final sobre Keyston después de 2016, y se la habría dejado al sucesor de Obama.
El martes, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que “podría haber políticas en juego” en la solicitud de TransCanada, sugiriendo que fue un intento para organizar tal escenario.
TransCanada, la cual ha gastado al menos 2.500 millones de dólares en el proyecto hasta ahora, solicitó el permiso para construir el oleoducto inicialmente en 2008.
Obama vetó la legislación que le daba luz verde a la construcción del oleoducto en febrero. En aquel momento, la Casa Blanca dijo que se oponía al proyecto de ley porque este habría usurpado la autoridad del presidente para aprobar o negar la creación del oleoducto e interrumpiría el análisis del Departamento de Estado.
Reacciones de los candidatos republicanos
Los defensores del proyecto, entre ellos candidatos presidenciales republicanos, dicen que el oleoducto fomentaría la independencia energética en Norteamérica y que su construcción generaría empleos. Las reacciones que condenaban la decisión de Obama surgieron rápidamente el viernes; muchos lo acusaron de atender a los cabilderos ecológicos y a la izquierda política.
El gobernador de Nueva Jersey dijo que la decisión era “predecible”.
“Desearía que solo hubiera sido honesto con todos y lo hubiera hecho hace mucho tiempo atrás”, dijo Christie en Concord, Nuevo Hampshire. “¿Por qué le mintió al pueblo estadounidense durante tanto tiempo al decir que lo estaba considerando? ¿Cualquier persona con sentido común creyó que Barack Obama realmente estaba considerando el oleoducto Keystone?”
“Cuando yo sea presidente, Keystone será aprobado, y las retrasadas políticas energéticas de Obama llegarán a su fin”, dijo el senador Marco Rubio en una declaración.
“El rechazo de motivaciones políticas por parte del gobierno de Obama contra el oleoducto Keystone XL es un ataque autoinfligido contra la economía y los empleos de Estados Unidos”, tuiteó el exgobernador de Florida, Jeb Bush.
“El presidente Obama se está inclinando ante ambientalistas radicales y está rechazando miles de empleos de alta calidad y alta remuneración en el sector energético”, tuiteó el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal.
“El rechazo de Obama hacia el #KeystoneXL echará por la borda los empleos estadounidenses… todo para apaciguar la agenda de los radicales que niegan la ciencia”, dijo Jindal en otro tuit.
Keystone también dividió a un distrito electoral demócrata clave: el trabajo organizado.
Terry O’Sullivan, el presidente general del Laborers’ International Union of North America arremetió contra la decisión. “Luego de un circo de siete años de cobarde retraso, la decisión del presidente de ponerle fin al oleoducto Keystone XL es solo un indicio más de un absoluto desdén y desprecio por los estadounidenses trabajadores de clase media que son la sal de la tierra”, dijo O’Sullivan.
Tal Kopan contribuyó con este reporte.