(CNN) – James Bond: Guapo. Inteligente. Letal.
La Chica Bond: Hermosa. Sensual. Peligrosa.
¿Eso es todo lo que se puede decir sobre estas mujeres?
Tal vez deberías pensarlo nuevamente (tendrás la oportunidad de hacerlo con el estreno de Spectre, la más reciente aventura del agente 007).
Incluso en la década de 1960, las protagonistas de las cintas de James Bond han tenido una profundidad asombrosa, señala Lisa Funnell, profesora de la Universidad de Oklahoma, Estados Unidos, y autora del libro For His Eyes Only: The Women of James Bond.
“Las películas de la década de 1960 no son tan predecibles. Había una gran variedad de roles femeninos”, dijo. En Thunderball, de 1965, la agente de SPECTRE, Fiona Volpe; Paula Caplan, la colega de Bond, e incluso Domino (la mujer a la que Bond enamora y con la que se queda al final) desafían la masculinidad del héroe.
Claro que a lo largo de los 53 años de existencia de la serie de películas de Bond, las mujeres han tenido nombres como Tiffany Case y Pussy Galore, Vesper Lynd y Kissy Suzuki (ah, también Holly Goodhead y Strawberry Fields). Pero no dejes que los juegos de palabras te engañen: aunque las chicas Bond a veces han sido un estereotipo, han evolucionado como personajes.
Además, hasta hace poco Bond no tenía precisamente mucha profundidad más allá de una voluntad férrea, buen gusto y una tendencia a librarse de situaciones complicadas. Estas son algunas de las razones por las que ha tenido que madurar:
El nombre es Rigg. Y Yeoh. Y Berry
Aunque las cintas de Bond tienen su buena dosis de atractivo visual, varias de las actrices de la serie han logrado conservar la dignidad al lado de actores como Sean Connery, Timothy Dalton y Daniel Craig, sin mencionar los guiones bobos ocasionales.
Honor Blackman, quien encarnó a Pussy Galore en Goldfinger, ya era la coprotagonista de Patrick Macnee en The Avengers cuando la eligieron para la película de James Bond.
Diana Rigg, cuyo personaje Teresa di Vincenzo se casa con Bond en Al servicio secreto de Su Majestad, también fue protagonista de The Avengers con Macnee. Es probable que el público de hoy conozca mejor a Rigg por su actuación como Lady Olenna Tyrell en la serie de televisión Game of Thrones.
Michelle Yeoh, quien encarnó a Wai Lin, la experta en artes marciales de El mañana nunca muere, fue protagonista de El tigre y el dragón y en Sunshine, de Danny Boyle. Halle Berry ganó un Óscar por Monster’s Ball e inmediatamente después hizo el papel de Jinx Johnson en Muere otro día.
M y Moneypenny
M, la jefa de Bond en el MI6, fue un papel masculino por mucho tiempo (primero fue Bernard Lee y luego Robert Brown). Pero con la llegada de Judi Dench en Goldeneye, los productores reconocieron que una nueva era había comenzado, de acuerdo con Funnell.
“Ahora hay una mujer en el poder y en cierto momento le dice a Bond (que) el mundo a su alrededor ha cambiado, pero él sigue atrapado en el pasado”, dijo. “Tener a alguien como Judi Dench… ella simplemente tiene una gran presencia sin decir un solo parlamento. Creo que fue un gran paso para la franquicia”.
La llegada de Dench coincidió con el fortalecimiento de las mujeres en las cintas de Bond, agregó.
Incluso la señorita Moneypenny, la secretaria de M, ha crecido. Aunque alguna vez fue fuente de situaciones cómicas y de coqueteos (“la solterona que me amó”), ahora su papel está a cargo de una joven exagente, protagonizada por Naomie Harris.
Harris ha derribado el estereotipo de la Chica Bond.
“Ese es simplemente el título que se asigna a las mujeres que figuran en las cintas de Bond, aunque actualmente hemos llegado tan lejos en cuanto a la naturaleza de esos personajes que ya no son estereotipos, pueden ser cualquier cosa”, dijo a la revista Time en 2012.
No se metan con Rosa Klebb
Aunque Bond ha tenido que vérselas con muchos Blofelds, algunos de sus adversarios más inteligentes han sido mujeres.
Tal vez la más diabólica ha sido Rosa Klebb en Desde Rusia con amor, protagonizada por Lotte Lenya. Ella se encarga de la conspiración para matar a Bond y luego trata de hacerlo personalmente al final de la cinta (alerta de revelación: fracasa).
Funnell también siente gran cariño por Octopussy, protagonizada por Maud Adams. Al principio era una contrabandista de joyas y enemiga de Bond en la cinta de 1983 con el mismo nombre, aunque a final de cuentas se pone de su lado.
“Me encanta la idea de estar en una isla llena de mujeres independientes que pueden cuidar de sí”, dijo.
¿Bond se ha ablandado?
Si bien los héroes de la actualidad no se han vuelto burócratas carcomidos por la culpa al estilo de John le Carre, tampoco son Supermán. Bond también ha sido un simple humano… a veces.
En las primeras cintas, el espía rara vez mostraba vulnerabilidad. Piensen en su falta de pasión cuando encuentra el cuerpo asfixiado y bañado en oro de Jill Masterson en Goldfinger. El 007 de George Lazenby se casó en Al servicio secreto de Su Majestad, pero el final trágico de la cinta solo logró dejar en claro que el amor no tiene cabida en el mundo de Bond.
“El matrimonio es insostenible en la serie. James Bond se casa; su esposa termina asesinada. En Con licencia para matar, Felix Leiter, su aliado de la CIA, se casa y matan a su esposa”, dijo Funnell.
A pesar de todo, el Bond de Daniel Craig ha mostrado algunas debilidades. Cuando Vesper Lynd (una mujer por la que está dispuesto a dejar la agencia) muere en Casino Royale, parece que Bond sufre profundamente.
En cintas más recientes se ha dado a entender qué es lo que ha moldeado la mente de Bond y por qué solo le importan el MI6 y M.
“El matrimonio y la familia son un conjunto de obligaciones que tienes fuera de tu trabajo”, dijo Funnell. Además, pueden ser vulnerabilidades en sí. Si eres un supervillano, ¿no querrías llegar a Bond a través de su esposa e hijos?
La complejidad sexual
Aunque ahora Bond está más pulido (e igualmente las chicas Bond), la serie sigue presentando problemas cuando se trata de los roles sexuales y la han tildado de sexista, racista y homófoba.
Eso evidentemente no ha afectado las ganancias: las 23 películas de la serie oficial han generado ganancias por alrededor de 6,000 millones de dólares en todo el mundo y Spectre rompió récords de taquilla en Reino Unido en su estreno a finales de octubre. Eso se debe a que hay mucho que admirar, dice Funnell… especialmente los roles de las mujeres.
“Veo algo redentor en esas mujeres”, dijo. “No son solo las aventuras de James Bond, sino que las mujeres participan en esa aventura y aportan su inteligencia, su instinto (y) su capacidad física”.
¿Y Bond? A pesar de sus defectos, también es un ejemplo: es un héroe que puede hacer cosas que la mayoría de la gente no puede hacer, un personaje con un talento y un privilegio notables.
“Cuando se habla sobre Bond y sobre quién está emocionado por Bond, he visto muchos artículos en los que se dice: ‘a los hombres les emociona Bond’. ¿Qué hay de las mujeres?”, preguntó. “Se asume que solo porque soy mujer, me pondré del lado de las mujeres de la cinta”.
No hay nada de malo en ello, pero tampoco hay razón para detenerse allí, dijo.
“¿Por qué tengo que ser una chica Bond? ¿Por qué no puedo ser James Bond?”, se preguntó Funnell.
Tu turno, 007.