Soldados franceses resguardan la Torre Eiffel, horas después de los atentados que dejaron más de 120 muertos y decenas de heridos, en la capital francesa.

(CNN)– El miedo acecha las calles de París de nuevo.

Francia se encuentra bajo el estado de emergencia después de una serie de ataques terroristas mortales en lugares frecuentados de la capital francesa la noche del viernes.

Los atacantes buscaron despiadadamente sus objetivos en lugares donde la gente estaba recibiendo el fin de semana: una sala de conciertos llena, restaurantes y bares, el estadio nacional de Francia, donde se jugaba un partido de fútbol internacional.

Los atentados dejaron al menos 129 muertos, según el fiscal de París, Francois Molins. Hay más de 350 heridos, 99 de lo cuales son reportados en condición crítica.

La noche del viernes, la capital francesa se sumió en el pánico y la confusión a una escala aún mayor: la madrugada del sábado, el ministerio del Interior había dicho que los muertos eran más de 150, incluidos más de 100 solo en el centro de espectáculos el Bataclan, pero por la mañana del sábado esa cifra fue modificada. Aunque, eso sí, con la nefasta perspectiva de que la cifra final de muertos se incrementará.

“Es una especie de París bajo asedio en este momento”, dijo la periodista Anne-Charlotte Hinet a CNN, después de que los atacantes golpearon seis lugares diferentes de la ciudad.

Las autoridades pidieron a los residentes que no salieran, la ciudad cerró muchos edificios públicos, y se han movilizado refuerzos militares.

Situación “muy tensa”

“La situación en París es muy tensa”, dijo Gregory Philipps, subdirector de France Radio, a CNN el sábado temprano. “La gente no quiere salir”.

Los residentes que estaban disfrutando de la noche del viernes en las calles hallaron refugio en bares de la zona, casas de amigos y hasta apartamentos de desconocidos que postearon en las redes sociales.

“No tenemos idea de si algunos otros terroristas están en la calle ahora”, dijo Philipps.

Aún no está claro quién está detrás de los ataques y exactamente cuántas personas habían perdido la vida.

Las palabras “terror”, “masacre” y “guerra” llenaron las portadas de los periódicos del país, transmitiendo el estado de ánimo de “shock”.

Algunas personas estaban en las calles el sábado por la mañana, pero muchas menos de lo habitual.

“Normalmente, en este momento, París tiene coches, tiene niños en las calles,” dijo Geraldine Schwarz, periodista en el diario Le Monde a CNN. “Esta mañana fui a comprar un poco de pan y todo estaba cerrado”.

“Diez horribles minutos”

Lo que comenzó como una noche normal de viernes, con los parisinos y los turistas comiendo y bebiendo en la ciudad, acabó en escenas de derramamiento de sangre.

Unidades policiales tácticas fuertemente armadas y otros trabajadores de emergencias pululaban los lugares de los ataques, muchos de los cuales afectaron a zonas de vida nocturna más populares.

En el Bataclan, una sala de conciertos en la parte oriental del centro de París, hombres armados irrumpieron en el lugar cuando una banda de rock estadounidense se acercaba al final de su espectáculo.

“La gente gritaba, gritaba”, dijo Julien Pearce, un periodista que estaba en el evento. “Duró 10 minutos. Diez minutos horribles donde todo el mundo estaba en el suelo cubriendo su cabeza”.

La violencia en el Bataclan, que implicó una toma de rehenes, resultó en el mayor número de víctimas de todos los ataques que afectaron a París el viernes.

Xavier Sarraute, trabajador de un bar cercano, pensó inicialmente que el ruído procedía de un coche que estaba fallando. Pero él y sus colegas se dieron cuenta rápidamente de que lo que estaban oyendo eran disparos.

Llevaron a las personas al interior del bar y cerraron la puerta.

“Ellos entraron en pánico”, dijo Sarraute a CNN. “Solo se quedaron en el suelo protegiéndose a sí mismos”.

“Una escena sacada de una guerra”

Un poco más al norte, Charlotte Brehaut y un amigo estaban cenando en Le Petit Cambodge, un restaurante camboyano en el barrio Canal St. Martin.

“De repente oímos fuertes disparos y vidrio que se rompía en las ventanas. Nos metieron con los otros comensales”, dijo a CNN.

Brehaut dijo que ella agarró el brazo de una mujer en el suelo, pero la mujer, que había recibido un disparo en el pecho y estaba rodeada de sangre, no respondió.

Los disparos también golpearon el Le Carillon, un bar al otro lado de la calle del restaurante.

“Estábamos escuchando música cuando nos dimos cuenta de lo que pensábamos que eran los sonidos de petardos”, le dijo un médico de un hospital cercano que estaba bebiendo en el bar con los colegas a Le Monde. “Unos momentos más tarde, era una escena sacada de una guerra. Sangre por todas partes”.

#PorteOuverte, el ‘hashtag’ para ofrecer refugio

En el Stade de France -el estadio nacional en Saint-Denis, a las afueras de París- se escucharon explosiones durante el partido de fútbol entre Francia y Alemania.

Ryu Voelkel estaba filmando el partido para el trabajo cuando escuchó las explosiones, que dijo que no parecían ser “un sonido normal de fuegos artificiales”.

Los atentados tuvieron lugar en las afueras del estadio, y Voelkel dijo que no supo qué había pasado hasta más tarde. Para entonces, comenzaba a haber información de los otros ataques en París.

Voelkel se encontró varado -se suponía que debía estar en casa de un amigo en el distrito 11 de París, una zona donde algunos de los tiroteos habían tenido lugar-. Usó Twitter para explicar su situación y algunos desconocidos vinieron en su ayuda.

“La gente fue amable ofreciéndome un lugar para quedarme”, dijo. “Terminé en casa de una pareja a unos 10 minutos a pie del estadio”.

No era la única persona atrapada en medio del caos que recibió ofertas en línea de ayuda. El hashtag #PorteOuverte fue tendencia en Twitter en las primeras horas del sábado, con los parisinos ofreciendo sus casas como refugio.

Escuelas, museos y mercados, cerrados

La oficina del presidente de Francia anunció el estado de emergencia, que permite a las autoridades limitar los movimientos de la gente e imponer zonas de seguridad y protección.

La presidencia dijo que otro decreto afectaba a la región de París que, en particular, permite el arresto domiciliario de cualquier persona considerada peligrosa y el cierre de lugares públicos, entre otras medidas.

El presidente François Hollande también anunció el reforzamiento de los controles fronterizos, dijo su oficina en un comunicado.

Las escuelas, museos, bibliotecas, piscinas, los mercados de alimentos y otras instalaciones públicas estarán cerradas el sábado, informó el gobierno de la ciudad de París.

Dirigiéndose a la nación la noche del viernes, un Hollande visiblemente afectado se comprometió a superar el trauma de los ataques.

“Hay miedo”, dijo. “Pero frente al miedo esta es una nación que sabe cómo defenderse, sabe cómo movilizar sus fuerzas y volverá a derrotar a los terroristas”.

Michael Martínez y Josué Berlinger contribuyeron con este reporte