(CNN) – El Parque Nacional Virunga, en la República Democrática del Congo, es el parque nacional más antiguo de África. También es el más peligroso.
El 25 de octubre, el guardaparque Jean Claude Kiza Vunabandi fue asesinado en el cumplimiento de su deber mientras trabajaba para salvar a los gorilas de montaña que se encuentran en peligro de extinción en la aldea de Mabenga. El guarda de 32 años de edad, quien recibió disparos por parte de agresores desconocidos, se convirtió en la última víctima en un esfuerzo de conservación donde una de las especies que más en peligro se encuentra son los mismos guardaparques.
Ciento cuarenta guardaparques han sido asesinados en el cumplimiento de su deber en el transcurso de los últimos 20 años. Cazadores furtivos y milicias ambulantes armadas, quienes han estado en guerra en el parque desde los años noventa, superan diez a uno a los guardaparques.
La colega de Vunabandi, Salange Kahambu, entiende la peligrosa realidad del trabajo.
“Lo más peligroso es la muerte”, dice Kahambu, quien comenzó a trabajar como guardaparque hace un año. Durante ese período de tiempo, ella ha recibido disparos por parte de un grupo de cazadores furtivos.
“Durante las rondas llegamos a estar en contacto con cazadores furtivos armados o con grupos de personas armadas que se están quedando en el bosque”, dice. “Siempre que hay incidentes, hay muertes”.
Los riesgos y éxitos de este trabajo fueron captados recientemente en el documental de 2014 nominado al Óscar, “Virunga.” El eslogan de la película es “La conservación es la guerra”.
“Incluso si existe un período de intenso conflicto armado en el área”, dice el director del parque Emmanuel De Merode, a quien le han disparado en dos ocasiones en el cumplimiento de su deber.
“Ellos saldrán a proteger a esos gorilas”.
Vale la pena luchar por ello
El parque de 7.769 kilómetros cuadrados es un sitio declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO y alberga a varios animales en peligro. Para los cazadores furtivos, algunos de estos animales son más valiosos muertos que vivos.
Una de las especies que los guardaparques más se han dedicado a proteger es el gorila de montaña. Quedan menos de 900 en el mundo, y casi la mitad de ellos viven dentro de este parque.
Bajo la dirección de De Merode, los guardas toman lo que llaman una “protección extrema” sobre la especie. Mientras una patrulla aérea monitorea tanto a los gorilas de montaña como el movimiento de la milicia, varios guardas vigilan la pista de aterrizaje del parque.
Esta es una táctica que está dando resultados. En los últimos 30 años, la población de gorilas de montaña del parque casi se ha duplicado.
“Ha sido un éxito enorme. Probablemente es uno de los milagros más grandes de la conservación moderna que les haya ido tan bien bajo circunstancias tan difíciles”, dice De Merode.
Los éxitos de Virunga justifican el peligro involucrado para muchos de los conservacionistas del parque.
“Siempre decimos que en vida, quien no arriesga nada no tiene nada”, dice Kahambu en tono desafiante.
“No le podemos tenerle miedo la muerte”.