El papa Francisco llegó a Kenia a las 5:00 p.m. hora local y fue recibido con cánticos y bailes tradicionales Maasai en el aeropuerto Internacional Jomo Kenyatta de Nairobi.

(CNN)— El papa Francisco inició este miércoles su primer viaje a África, un continente donde la población católica crece rápidamente y enfrenta sus propios desafíos.

La visita del papa comienza en Kenya, y seguirá con paradas en Uganda y la República Centroafricana -este último una zona de conflicto con bandas de cristianos y musulmanes que atacan a la población civil-.

Su visita, que tiene lugar a pesar de la inestabilidad en la zona, destaca el crecimiento explosivo de la Iglesia católica en África y lo crucial que la región será en el futuro de la Iglesia, dicen los expertos.

La población católica de África está creciendo más rápido que cualquier otro lugar en el mundo, y se espera que se dispare en los próximos años, dijo Bill O’Keefe, vicepresidente de Catholic Relief Services, un grupo humanitario estadounidense ligado a la Iglesia que trabaja en África.

“La población católica allí (en África) ha crecido un 238% desde 1980 y se acerca 200 millones”, dijo, atribuyendo los números al Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado.

“Si las tendencias actuales continúan, el 24% de los africanos será católico en 2040”, añadió.

‘Gesto unificador’

Además de visitar una región que le dará forma al rostro de la Iglesia católica, el plan del papa de detenerse en una mezquita en la República Centroafricana envía un poderoso mensaje, dicen los expertos.

“El Santo Padre intencionalmente se está extendiendo a las líneas religiosas que han sido utilizadas por las élites y facciones en la República Centroafricana para tratar de dividir a la población”, dijo O’Keefe.

“Es un gesto unificador visitar las mezquitas y es una forma de modelar el comportamiento para los centroafricanos de todas las religiones”.

En la República Centroafricana, un grupo rebelde musulmán derrocó al presidente cristiano hace dos años, lo cual provocó ataques de represalia contra civiles, tanto por la milicia cristiana como por la musulmana. Esos ataques continúan hasta la fecha, y han desplazado a cientos de miles de personas.

Kenia y Uganda también han sido responsables por el extremismo religioso. El grupo militante islamista Al Shabaab atacó una universidad de Kenia en abril, matando a casi 150 personas, en su mayoría cristianos. En el 2010, los militantes alineados con el mismo grupo atacaron a Uganda, matando a docenas.

La visita del papa con los diferentes líderes religiosos es un gran impulso para los diversos grupos que trabajan para restablecer la paz.

“Él está poniendo su sello de apoyo a la labor de los líderes católicos, islámicos y protestantes de la República Centroafricana, quienes valientemente han trabajado juntos para aplacar las tensiones interreligiosas y construir una cohesión social entre las comunidades”, dijo O’Keefe.

La elección de naciones es simbólica

Las naciones que albergarán al papa tienen sus propias narrativas únicas de éxito y fracaso. Sin embargo, también tienen una cosa en común: las considerables poblaciones católicas.

Uganda tenía 14 millones de católicos en el 2010 —casi la mitad de su población— según un informe del Centro de Investigación Pew.

La vecina Kenya tenía 9 millones —casi un cuarto de la población— en el mismo período de tiempo. La República Centroafricana tenía alrededor de 1,3 millones, según un informe del Centro de Investigación Pew sobre el cristianismo mundial.

Dejando los números a un lado, el hecho de que el papa seleccionara a estas tres naciones encaja con su imagen como un ardiente defensor de las personas que sufren y menos afortunadas.

“Aunque muchos en Occidente están acostumbrados a considerarse el centro de las cosas y a los lugares como África en la periferia, el papa Francisco parece tener el punto de vista contrario: los pobres están en el centro de la Iglesia, así que allí es donde el papa debería ir”, dijo O’Keefe.

Su elección de países representa los diversos retos que enfrenta el continente, agregó.

“Kenia es uno de los muchos países africanos que experimentan un crecimiento económico significativo. Hay mucho por lo que se puede tener esperanza allí. Sin embargo, el pobre aún enfrenta innumerables retos y los beneficios del desarrollo no se han compartido de manera equitativa”, dijo O’Keefe.

“La Iglesia aún tiene mucho trabajo por hacer para atender las necesidades espirituales de una población creciente que enfrenta el cambio rápido, la urbanización y las tensiones sociales”.

‘Los pastores deben tener el olor de las ovejas’

Desde que asumió el papel de líder, el papa Francisco ha dejado claro que los oprimidos son una prioridad.

Durante su visita a la capital de Kenya, se dirigirá a Kangemi, un barrio pobre en las afueras de Nairobi. En la República Centroafricana, sus paradas incluirán una visita a un campo de refugiados.

“Una cosa que él destaca con mucha claridad es la creatividad para lograr llegar a las personas y su olor. Él dice que los pastores deben tener el olor de las ovejas”, dijo el obispo John Oballa Owaa de la Diócesis de Ngong, en Nairobi.

“Deben vivir entre ellos, deben llegar a ellos, deben tener acceso a ellos”.

Se espera que el viaje del papa impulse la moral, al mismo tiempo que el número de fieles en la región.

“Por lo que hemos experimentado en el pasado, tanto antes de la visita del santo padre como después, el número de personas que desean abrazar la fe católica ha aumentado bastante”, dijo Owaa.

“Las vocaciones al sacerdocio, a la hermandad y a la fraternidad han aumentado”.

El predecesor del papa Francisco, el papa Benedicto XVI, también visitó África. Durante sus casi tres décadas en el papado, el papa Juan Pablo II también hizo decenas de viajes al continente.