(CNN Español) – Cuando el papa Francisco visitó Filadelfia, EE.UU. en septiembre pasado, tocó a mucha gente y besó a varios bebés. Uno de ellos es una pequeña de un año que lucha contra un tumor cerebral.
Sus padres dicen que lo que ha pasado tras la visita del papa es un milagro. Gianna Masciantonio tiene un poco tumor común, inoperable. Sus células sanguíneas atacaron su tronco cerebral semanas después de su nacimiento.
La familia fue al desfile papal esperando ver al pontífice. Pero fueron afortunados: Francisco pesó la cabeza de Gianna.
“Creo que todo esto es obra de Dios. El papa solo es un mensajero de Dios”, dijo el padre de la menor, Joey Masciantonio, a KPTV, afiliada de CNN.
Los exámenes médicos tomados desde entonces muestran que el tumor al parecer se ha reducido.
“Apenas puedes ver el tumor en muchas de las tomas. Es solo una mancha”, dijo Kristen Masciantonio, madre de Gianna. “Está mejorando y fortaleciéndose. Manda besos. Empezó a señalar cosas”.
Gianna fue nombrada por Santa Gianna, una santa italiana que murió en 1962.
La hija de Santa Gianna estuvo en Filadelfia y conoció a Gianna durante el fin de semana de la visita papal.
Los padres de Gianna insisten que su futuro es brillante. Y no pueden esperar a un día contarle la importancia de un beso.
“El año pasado se trató de vivir en honor a ella. Ahora vamos a poder vivir con con ella”, dijo Joey Masciantonio.
Gianna ha recorrido un difícil camino. Su padre dice que los primeros ocho meses de vida estuvo bajo cuidados paliativos.