'Amina' -no es su nombre real- se casó cuando tenía 15 años.

(CNN)– Cuando Fatimetou tenía 13 años de edad, la obligaron a casarse con un hombre mucho mayor. Ella huía una y otra vez, pero su familia la enviaba de vuelta.

“No podía verlo”, dice la niña de Mauritania, al oeste de África.

“Y cuando veía su rostro pensaba ‘realmente odio a este hombre’”.

Su historia no es inusual en esta parte del mundo.

Briggite, de la República Democrática del Congo, tenía 13 años cuando dio a luz.

Anima, de Sierra Leona, tenía 15 años cuando la vendieron a un esposo.

Nassifa se casó cuando tenía 16 años, y quedó embarazada tres meses después. Su primer bebé nació muerto.

Estas niñas, cuyos nombres han sido cambiados para proteger sus identidades, son solo tres de las millones de niñas-esposas en África, cuyas vidas han sido alteradas permanentemente a causa de prácticas culturales nocivas.

En un alarmante nuevo estudio, UNICEF calcula que el número total de niñas esposas en África aumentará de 125 millones a 310 millones para el año 2050.

Las tasas lentas de reducción y el incremento de la población son las principales causas de los aumentos que se prevén.

El matrimonio temprano es más prevalente en una amplia región a lo largo de África, desde Somalia al este hasta Guinea al oeste.

Las arraigadas prácticas religiosas y culturales, al igual que las perspectivas económicas limitadas, empujan a las niñas al límite y a matrimonios tempranos que resultan perjudiciales.

“Cuando consideras las cifras proyectadas, es particularmente alarmante para nosotros porque conocemos el impacto en una niña que se casa antes de los 18 años, el impacto en su salud, en la educación y en todo el país”, le dijo a CNN Manuel Fontaine, el director regional para África central y occidental de UNICEF.

Él dice que la práctica alimenta un ciclo de pobreza que podría ser roto al enfocarse en los derechos y la educación de las niñas.

Fontaine añade que la práctica a menudo está arraigada en la tradición cultural, así que comunidades enteras necesitan ser movilizadas para combatirla.

En el continente africano, las reducciones en el matrimonio infantil solo han ocurrido en las comunidades y familias más acaudaladas, pero los altos niveles han persistido entre los más pobres.

“El simple número de niñas afectadas —y lo que esto significa en términos de infancias que se pierden y futuros que se ven truncados— ponen de manifiesto la urgencia de prohibir la práctica del matrimonio infantil de una vez por todas”, dijo el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, al inicio de una cumbre de dos días en Lusaka, Zambia.

Él dijo que cada caso individual era una tragedia.

Anteriormente este año, la Unión Africana lanzó una campaña para ponerle fin al matrimonio infantil. Pero la legislación en muchos países a menudo se vuelve contra las víctimas.

Christina, de 14 años, afuera de la casa donde vive con su esposo y su suegra en Tanzania. Ella se casó a los 13 años.

Fontaine dice que los hombres jóvenes y mayores deberían desempeñar un papel clave en la defensa de las niñas.

Aún ocurre demasiado a menudo que las niñas sean puestas en un camino en contra de su voluntad. ´Tenemos por ejemplo el caso de Salimata del sur de Mauritania, quien soñaba con terminar su educación y tener una mejor vida.

Pero para los 15 años de edad, ella estaba casada y embarazada; su vida se encontraba firme en un camino que ella no habría escogido… si tan solo le hubieran dado la opción.