(CNN)– La Unión Africana está planificando enviar a 5.000 pacificadores para proteger a civiles en Burundi, un país asediado por conflictos, y le ha dado al gobierno 96 horas para responder a la misión propuesta, dijeron los funcionarios el viernes.
Sin embargo, los pacificadores aún requieren de la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La Unión Africana emitió una decisión la semana pasada que condenaba fuertemente “todos los actos de violencia, cometidos por cualquier persona, y la persistencia de la impunidad, al igual que las declaraciones inflamatorias hechas por los líderes políticos de Burundi”.
En Burundi, un país de África central, las personas han sido sacadas de sus hogares y asesinadas en la noche; sus cuerpos han cubierto las calles de la capital al amanecer, y un cuartel del ejército ha sido atacado.
Un residente de la capital, Bujumbura, hizo una emotiva súplica el miércoles a la comunidad internacional.
“¿Cuántas personas más deben morir antes de que le pongan fin a los asesinatos?”, preguntó Nsengiyumva Pierre Claver, un exobservador de elecciones de la Unión Europea, en una entrevista con CNN.
La Unión Africana se reunió al día siguiente y propuso a los pacificadores en un anuncio que también condenó “los asesinatos perpetrados en las secuelas de los ataques contra el cuartel militar”.
Asediado por una historia de guerra étnica, Burundi es un pequeño país sin salida al mar en la región de los Grandes Lagos de África, que limita con la República Democrática del Congo al oeste, con Ruanda al norte y con Tanzania al este y al sur. Es más o menos del tamaño de Bélgica.
La inestabilidad actual inició en abril cuando el presidente Pierre Nkurunziza dijo que se postularía para desempeñarse en un tercer período. La medida pareció ser una clara violación tanto del acuerdo que le puso fin a la guerra civil del país como de la Constitución de Burundi.
Los manifestantes salieron a las calles. La policía disparó municiones, y mató a varios de ellos.
En mayo, un intento de golpe de Estado fue superado. En julio, Nkurunziza fue reelegido.
Y desde principios de agosto, parece que sus oponentes están siendo sujetos a asesinatos extrajudiciales, dijo Carina Tertsakian, investigador senior sobre Burundi para la organización internacional Human Rights Watch.
Casi todos los días desde entonces, dijo Tersakian, ha habido cuerpos en la calle… a veces uno, a veces dos.
Sin embargo, ahora la situación se encuentra en su punto más preocupante, dijo. La violencia ha aumentado.
Un vocero del gobierno de Burundi le está restando importancia al informe.
Philip Nzobonariba dijo que Human Rights Watch no está presente en Burundi, y acusa al grupo de trabajar con los enemigos del país en el pasado.
“Esto solo repite lo que las personas que atacaron al país y sus aliados les dicen”, dijo.
La semana pasada, un cuartel del ejército en Bujumbura fue atacado. Luego de ese ataque, al menos 87 personas, entre ellas supuestamente cuatro oficiales de la policía y cuatro soldados, fueron asesinados.
“La policía aparentemente fue de casa en casa, buscando jóvenes y asesinándolos”, dijo Tertsakian.
Tertsakian dijo que parece probable que más de 100 personas fueran asesinadas, aunque es difícil obtener información confiable. CNN no ha podido confirmar esa cifra de manera independiente.
“Desde los ataques contra el cuartel, las personas en Bujumbura han estado aterrorizadas y sencillamente se están escondiendo en sus casas”, dijo.
En la guerra civil del país, la cual se llevó a cabo de 1993 a 2003, un aproximado de 300.000 personas fueron asesinadas… en un país de 10 millones de habitantes.
Jean Claude Niyongabo contribuyó con este reporte.