(CNN) – La expulsión de los combatientes de ISIS de la ciudad iraquí de Ramadi es una estimulante victoria moral para las fuerzas de seguridad iraquíes después de un 2015 que desearían olvidar por completo, una buena noticia para el atribulado primer ministro iraquí Haider al-Abadi… y otra señal de que ISIS se está debilitando a través de su vasto territorio en Iraq y Siria.
La reconquista de la céntrica ciudad de Ramadi –ocupada por ISIS hace siete meses cuando las tropas iraquíes huyeron en desbandada— también es una señal de que la coordinación más estrecha entre las fuerzas iraquíes sobre el terreno y la fuerza aérea de la coalición está dando resultados, incluso en una aglomerada área urbana. Además, esto reducirá la capacidad de ISIS para continuar aplicando presión sobre la capital, Bagdad.
Pero es poco probable que ISIS desaparezca de la zona. Este todavía mantiene bajo su poder a pueblos y aldeas al norte y al este de Ramadi, y los analistas esperan que sus combatientes vuelvan a las tácticas insurgentes como lo hicieron alrededor de la ciudad de Baiji anteriormente este año: bombardeos suicidas, emboscadas y agresiones tácticas. Los funcionarios iraquíes creen que las unidades de ISIS han desaparecido entre los suburbios de Ramadi… despejar y conservar la ciudad son dos retos diferentes.
Una victoria singular para el ejército iraquí
La mayoría de las victorias contra ISIS en Iraq este año han sido gracias a los peshmerga kurdos y a la milicia chiíta. Los kurdos han expulsado a ISIS de gran parte de la provincia norte de Nínive y el mes pasado conquistaron el pueblo de Sinjar, con lo que cortaron la línea principal de suministro de ISIS con Mosul. La milicia chiíta, abastecida y asesorada por Irán, estuvo de manera polémica a la cabeza cuando Tikrit fue reconquistada en marzo… un hecho que ISIS explotó cuando intentó poner de relieve las atrocidades contra los civiles sunitas.
Las Fuerzas Iraquíes de Seguridad (ISF, por sus siglas en inglés) solo jugaron un papel de apoyo en Tikrit y Baiji, donde Abadi fue debilitado por su dependencia de la milicia fuera de su control. Y en Ramadi las ISF se desvanecieron cuando ISIS presionó con su agresión en el verano, lo que llevó al secretario de defensa de Estados Unidos, Ash Carter, a decir: “Tenemos un problema con la voluntad de los iraquíes para combatir al ISIL [ISIS] y defenderse”.
Estados Unidos ya había empezado a reentrenar a las brigadas del ejército iraquí en las secuelas de una caótica retirada de Mosul en junio de 2014. En junio de este año, las autoridades estadounidenses enviaron a otros 450 instructores militares a trabajar con la milicia tribal sunita, y se dedicaron más a ocuparse del uso de artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) y vehículos bomba suicidas de ISIS.
Ramadi fue la prueba de fuego para las ISF y su reconquista es su primer éxito notorio. De hecho, es el primer lugar de cualquier tamaño que las ISF han reconquistado.
La operación para recuperar Ramadi solo fue posible con el apoyo aéreo de Estados Unidos y el equipo de ingeniería especializado, pero fue alcanzado sin depender de la milicia chiíta conocida como Unidades de Movilización Popular… y aunque estuvieron activas en las primeras etapas, su contribución fue mucho menos significativa que en Tikrit.
El portavoz de la coalición, el coronel Steve Warren, reconoció el logro de las ISF en un comunicado del lunes, describiéndolo como “el resultado de muchos meses de duro trabajo del Ejército Iraquí, el Servicio de Contraterrorismo, la Fuerza Aérea Iraquí, la policía local y federal, y los combatientes tribales… todo eso con el apoyo de 600 ataques aéreos de la coalición desde julio”.
Pero incluso con un número infinitamente superior y con apoyo aéreo, merece la pena recordar que le costó seis meses a las ISF despejar la presencia de ISIS de Ramadi frecuentemente evaluada en cientos más que en miles.
Otro revés para ISIS
La toma de Ramadi en mayo por ISIS tras meses de ataques y bombardeos, fue una respuesta rápida a su pérdida de Tikrit y consolidó su dominio sobre gran parte de Ambar, una provincia sunita que se extiende cientos de millas al oeste de Bagdad. También fue otro triunfo de la manera altamente móvil que distingue a ISIS para hacer la guerra y su implacable uso de vehículos equipados con bombas suicidas.
Desde entonces, ISIS ha estado a la defensiva en Iraq. Más al norte, su control sobre la refinería de Baiji se ha debilitado gradualmente. Las condiciones de vida de su tesoro más valioso, Mosul, se han deteriorado con las fuerzas kurdas que rodean la ciudad desde tres direcciones.
En Siria, ISIS hizo progresos en la provincia de Homs y conquistó Palmira en junio. Pero en el norte ha perdido terreno frente a una alianza de kurdos sirios y tribus árabes… la cual capturó este fin de semana la estratégica presa Tishreen a un poco más de 72 kilómetros del cuartel general de ISIS en al Raqa. También están acercándose a Ash-Shaddadi una estratégica ciudad tomada por ISIS cerca de la frontera iraquí.
De la misma manera que en Tikrit y Sinjar anteriormente en este año, parece ser que los combatientes de ISIS prefieren no organizar una última resistencia para controlar territorio en Ramadi a pesar de las abrumadoras oportunidades. En lugar de eso, dejaron tras ellos marcas de trampas cazabobos y de dispositivos explosivos improvisados
Sin embargo, es una derrota. La credibilidad del “Califato” se basa en el control de territorio y de que se comporten como un estado, que administren pueblos y ciudades y, en sus propias palabras, “que permanezcan y se extiendan”. Después de Mosul, Ramadi era la conquista más importante del grupo en Iraq. Su pérdida también provoca que la presencia de ISIS en Faluja, a 65 kilómetros (40 millas) al este, sea más vulnerable.
En total, de acuerdo con una evaluación realizada por los analistas de seguridad IHS/Janes, ISIS ahora controla 14% menos territorio que a principios del año. Eso incluye una gran cantidad de tierra escasamente poblada, pero también los pueblos y ciudades desde Hasaka en Siria hasta Ramadi, y posiciones estratégicas como Eski Mosul y la frontera entre Siria y Turquía en Tal Abyad, la cual los kurdos sirios conquistaron en junio.
Un descanso para Abadi
Hace un mes, algunos comentaristas iraquíes y extranjeros daban por perdido al primer ministro Abadi. El gobierno central estaba prácticamente en bancarrota después del colapso de los precios del petróleo; su renovación de la cúpula militar había mostrado pocos resultados; y su predecesor, Nuri al-Maliki, estaba expectante tras bambalinas.
Abadi intentaba lo aparentemente imposible: la lucha contra la corrupción, la reforma de la economía, tratar de mantener una base de apoyo entre las mayorías chiítas mientras llegaba hasta las tribus sunitas. Su lucha todavía es cuesta arriba, pero la reconquista de Ramadi le ofrece al menos un respiro.
Abadi había prometido que Ramadi sería reconquistada y ha dejado al margen a la milicia chiíta en la operación por temor de distanciar a los sunitas locales. Fue un enfoque arriesgado, pero al final valió la pena. Abadi dijo que la seguridad será entregada a la policía y a las tribus sunitas… un nuevo esfuerzo para tranquilizar a los sunitas locales y movilizarlos en el conflicto contra ISIS.
Ahora él está tratando de sacar provecho del impulso al prometer que la liberación de Mosul, otra ciudad sunita, será la próxima. Pero la mayoría de los analistas consideran que eso es incluso más arduo que lo que conllevó despejar Ramadi. La ciudad todavía tiene 1,5 millones de habitantes y ha sido pesadamente fortificada por ISIS en los últimos 18 meses. Y la milicia chiíta que ha sido tan prominente en la detención del avance de ISIS hasta el momento, puede resistirse a ser eclipsada por las fuerzas regulares.
Desafíos futuros
Con frecuencia se califica a ISIS con capacidad de recuperación… y con razón. Este puede tomar y mantener territorio, así como también dirigir una guerra asimétrica en la forma de una insurgencia. Está bien organizado y es ágil. Y todavía conserva grandes extensiones del oeste de Iraq.
A pesar de que el ejército iraquí dijo que mató a cientos de combatientes de ISIS en Ramadi desde julio, el repliegue de ISIS –más que su aniquilación– en la ciudad, le permite restablecerse en distritos vecinos en los que todavía es fuerte. Eso puede disuadir a muchos residentes de regresar a casa.
También pueden haber enfrentamientos entre los sunitas, entre tribus que resistieron a ISIS y los que cooperaron con el grupo cuando tomó Ramadi.
La experiencia en otros lugares en Iraq sugiere que, en todo caso, la expulsión de ISIS de los pueblos es la parte más fácil de la tarea. La rehabilitación de las zonas sunitas, el regreso de los desplazados internos y la reanudación de los servicios esenciales es una misión más complicada y costosa… más aún cuando los fondos públicos iraquíes están casi vacíos.
Las recientes fotografías aéreas de Ramadi muestran partes de la ciudad en ruinas. Muchos puentes en la zona fueron destruidos cuando ISIS trató de contener los avances iraquíes.
En julio, el Banco Mundial anunció un fondo de 350 millones de dólares para la reconstrucción de Iraq, destinado a restablecer la electricidad, el agua, las viviendas y los puentes en dos provincias: Saladino y Diala. Sin embargo, el programa se distribuyó en cinco años. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas también participa en la rehabilitación de las zonas liberadas del control de ISIS a través de un esquema de primera línea que trae el trabajo inmediato a lugares como Tikrit.
Las organizaciones internacionales informan de algunos avances en la atracción de los desplazados internos para que regresen a casa. La Organización Internacional para las Migraciones informó en septiembre que unas 130.000 personas habían regresado al distrito de Tikrit. Pero la magnitud de la tarea es enorme. En septiembre hubo cerca de 3,2 millones de civiles desplazados internamente en Iraq, entre ellos 1,3 millones de la provincia de Ambar.