(CNN) – El fotógrafo Tom King no viajó a Monterrey, México, pensando que iba a trabajar en un proyecto sobre jóvenes.
Originalmente, quería trabajar alrededor de la frontera de México con Estados Unidos. Pero eso resultó ser demasiado peligroso, por lo que comenzó a buscar otras opciones.
Era el inicio de 2011, una época particularmente violenta en Monterrey. Dos cárteles de la droga estaban luchando y los jóvenes de comunidades que en su mayoría eran pobres, estaban quedándose atrapados en la violencia.
“Muchas de las fotografías que yo veía simplemente eran fotografías de cuerpos muertos”, dijo King. “No me parecía que esas imágenes realmente me dijeran algo aparte de que alguien hubiera sido brutalmente asesinado, y una vez ves un par de esas imágenes, entiendes qué es lo que está sucediendo”.
King quería llegar más a fondo.
“Quería entender por qué estos jóvenes eran tan vulnerables a esta violencia”, dijo. “¿Qué está pasando en su mundo?, ¿quiénes eran?, ¿cuál era su realidad?”
King pasó más de dos años y medio en Monterrey, explorando esa realidad. Él se concentraba mucho en las fotografías y en tratar de trasladar a los individuos de la mejor forma que pudiera a través de sus fotografías.
El resultado es una serie de imágenes íntimas que muestran a hombres de apariencia fuerte en momentos tranquilos.
“En mi opinión, es importante mostrar que ellos solo son jóvenes vulnerables en el límite entre la adolescencia y la edad adulta, quienes están tratando de resolver qué es lo que se supone que deben hacer en la vida”, dijo King. “Y en ese punto tienen esta situación alrededor de ellos… esta cantidad de violencia descabellada, y las personas como ellos se ven atraídos a eso”.
Él describió una fotografía que le tomó a un hombre como ellos, Samuel.
En la imagen —la no. 7 de la galería de arriba— el hombre aparece sin camisa, y muestra los tatuajes en su pecho. Uno de los tatuajes es una imagen de su hermano que fue asesinado. King también tomó esa fotografía.
“Tomé la fotografía del hermano de Samuel, y entonces un par de días después, le di la foto impresa y luego él fue asesinado. “Después, fuimos al funeral y la fotografía estaba sobre el ataúd”.
“Pensé ‘vaya, esta fotografía ha tomado una vida completamente nueva, una con la que nunca habría soñado y una que es completamente… ya no tiene nada que ver conmigo”.
“La durabilidad de la fotografía sorprendió a King, al igual que la firmeza de la violencia a su alrededor”.
“Simplemente es algo que nunca termina”, dijo. “Aunque los cárteles vienen y van, las bandas son las que fijan la dinámica de las calles, las drogas, el caos, el involucrarse en peleas… simplemente nunca termina”.
“Fue una sorpresa, y no fue algo agradable de ver. Sencillamente no tengo una respuesta para cómo es posible ponerle fin a eso, a ese ciclo”.
Tom King es un fotógrafo que reside en el Reino Unido. Puedes seguirlo en su blog y en Twitter.