(CNN Español) – El Gobierno de Colombia y las FARC acordaron hoy en La Habana un mecanismo de monitoreo y verificación del futuro alto el fuego bilateral y definitivo, que incluirá una misión internacional seleccionada por la ONU encargada también de comprobar la dejación de armas por parte de la guerrilla.
El mecanismo será tripartito estará integrado por representantes elegidos por el Gobierno, por la guerrilla y por un componente internacional, informaron las partes en una declaración conjunta en la capital cubana.
El comunicado leído en La Habana este martes indica que el objetivo es “la puesta en marcha de mecanismos eficaces de monitoreo y verificación, con acompañamiento internacional, que garanticen el pleno cumplimiento de los compromisos adquiridos”.
“Hemos decidido solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU la creación desde ya de esa misión política con observadores no armados por un período de 12 meses, prorrogables a petición del Gobierno Nacional y las FARC-EP, y así como a los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, su disponibilidad para contribuir en dicha misión que será conformada por Naciones Unidas”, dice el comunicado.
“Paso definitivo, el más concreto de todo el proceso”
En un pronunciamiento en la noche del martes, el presidente Juan Manuel Santos dijo que el de hoy es un “paso definitivo” y el “más concreto de todo el proceso”. No obstante, dijo que aún faltan temas difíciles.
“Sin dejación de armas no hay fin del conflicto”, dijo, enfantizando en la importancia de ese aspecto de cara al acuerdo final.
“Esto hace que el proceso sea más irreversible”, dijo.
Según Santos, “habrá observadores no armados de la Celac” y no serán Cascos Azules “ni nada por el estilo”.
Santos explicó que recurrir al Consejo de Seguridad “garantiza que tendremos a los países más importantes del mundo como aliados del proceso”.
Además el mandatario manifestó que Colombia necesita un cambio de mentalidad: “Debemos dejar los odios y aceptar al otro. La paz requiere unidad”.
Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno, calificó el acuerdo como un “paso especialmente significativo”.
“Con este acuerdo estamos recorriendo ya los pasos que nos llevarán a la concreción de estas conversaciones”, declaró.
Según De la Calle, “es una muestra de decision política” para el fin de la guerra. “Lo de hoy es una inequívoca muestra del deseo de cesar la confrontación, (…) es un mensaje de tranquilidad para los colombianos.
El jefe negociador dijo que no se busca maquillar un cese del fuego ficticio.
Por su parte, alias ‘Iván Márquez’, líder negociador de la guerrilla, dijo que se trata de “una feliz premonición de que el proceso se encamina hacia la terminación del más largo conflicto del continente”.
“Es un hecho que las conversaciones han entrado en una etapa definitiva y que 60 años de confrontación pueden concluir para regocijo de la humanidad en este 2016”, dijo Márquez.
Recta final
En la mesa de negociación se han alcanzado hasta el momento acuerdos definitivos en los puntos de desarrollo rural integral; el de participación en política de guerrilleros presos; el de erradicación de cultivos ilícitos; el anuncio del marco para el acuerdo de justicia transicional; y el de reparación y verdad a las víctimas.
Aún falta llegar a acuerdo sobre la terminación del conflicto, que incluye el tema del posible plebiscito de paz –que se ha convertido en la manzana de la discordia en esta fase final–, el referendo a través del cual los colombianos aprobarían lo acordado en La Habana.