Los integrantes de la OPEP se debaten entre intervenir o no en la producción de petróleo para ajustar los precios del crudo.

Nota del editor: John Defterios es editor de mercados emergentes en CNN Money.

(CNNMoney) – Los líderes empresariales reunidos en el Foro Económico Mundial debatirán sobre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y la caída de los precios internacionales del petróleo.

El grupo de 13 productores con sede en Viena ahora está profundamente dividido y, yo sugeriría, frente a la peor crisis interna en sus 55 años de historia.

Eso quedó muy claro en un foro de energía que presidí en Abu Dhabi hace unos días, y que contó con la participación de los ministros de energía de Emiratos Árabes Unidos y Nigeria.

El principal funcionario petrolero de Nigeria, que también es el presidente saliente de la OPEP, dijo que quiere una reunión de emergencia, tal vez tan pronto como a finales de febrero, para discutir un posible recorte en la producción para ayudar a detener la caída del precio del petróleo.

“Espero ver una (reunión)”, dijo Emmanuel Kachikwu en una entrevista. “Creo que… una mayoría en términos de membresía (de la OPEP) están comenzando a sentir que ha llegado el momento de… tener una reunión y un diálogo nuevamente sin el tipo de tensión que tuvimos en Viena acerca de esto”.

Más tarde en ese mismo foro, el ministro de Petróleo de los Emiratos Árabes Unidos rechazó esa sugerencia cortésmente pero con firmeza.

“Yo no creo que sea justo pedir a la OPEP (que recorte unilateralmente la producción)”, dijo Suhail Al Mazrouei. La estrategia de la OPEP para recuperar la participación de mercado estaba funcionando, dijo.

Otros perjudicados

Un informe de la consultora Wood Mackenzie, que muestra que 68 grandes proyectos de inversión petrolera ya han sido suspendidos, parece apoyar el punto de Mazrouei, aunque la política está tardando más de lo más esperado.

Y también está perjudicando a miembros de la OPEP: Angola y Nigeria son dos países que la consultora indica que fueron golpeados duramente por estos recortes.

La OPEP parece estar dividida en dos principales campos: uno tiene nueve miembros —que van desde Argelia hasta Venezuela— que quieren acabar con la guerra de precios liderada por Arabia Saudita contra los productores externos a la OPEP.

El problema para ellos es que los cuatro que quieren continuar la lucha —Arabia Saudita, Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes Unidos— tienen controlada casi toda la capacidad ociosa de la OPEP, por lo que sus votos inevitablemente tienen más influencia.

También a menudo es pasado por alto que la OPEP solo opera por decisión unánime, lo cual hace que el esfuerzo por unir a todos los miembros sea increíblemente difícil en momentos en que sus economías están gravemente perjudicadas.

El ministro de Emiratos Árabes Unidos —apegado a la línea fijada por Arabia Saudita— dijo que los productores de bajo costo dentro de la OPEP no deben intentar apuntalar los precios para Rusia y para otros productores externos a la OPEP.

“Si hacemos algo artificial, no creo que vaya a durar”, dijo Mazrouei.

La última gran incursión de la OPEP para mover el mercado se produjo en 2009, cuando el crudo se disparó a 147 dólares por barril.

Arabia Saudita abrió los grifos para hacer bajar los precios, y luego dio marcha atrás cuando el petróleo se derrumbó a 40 dólares por barril. Los precios se estabilizaron, pero desde entonces, Estados Unidos añadió cuatro millones de barriles diarios de producción, lo cual ha sido un agente de cambio global.

Chris Faulkner, presidente ejecutivo de la petrolera de fracking Breitling Energy con sede en Dallas, está convencido de que la OPEP no revertirá su postura, incluso si la producción estadounidense cae desde un máximo de 9.6 millones de barriles diarios a un estimado de 8 millones de dólares a finales de 2016.

Faulkner dice que frecuentemente se le pregunta: “¿Cuándo se va a retirar Estados Unidos?”, en referencia a la producción de esquisto. La realidad es que los participantes pequeños y medianos son elásticos y pueden volver a acelerarse si el petróleo se recupera y se estabiliza en 50 dólares.

Esa es la razón por la que la revolución de esquisto en Estados Unidos, y la producción récord de Rusia de casi 11 millones de barriles diarios, están creando una tensión sin precedentes dentro de la OPEP.

Kachikwu de Nigeria dijo que casi hubo una rebelión en la reunión de la OPEP en diciembre, cuando los productores africanos y latinoamericanos amenazaron con retirarse como bloque por las afectaciones que están sufriendo.

La reunión de emergencia propuesta por Nigeria y por otros países se produce en un momento desafiante. Irán todavía planea añadir hasta un millón y medio de barriles diarios para finales de año, cuando se levanten las sanciones.

Aún así, el presidente saliente de la OPEP cree que de alguna forma es posible llegar a un acuerdo. “Creo que, en última instancia, por el interés de todos, se producirá algún cambio de política”, dijo Kachikwu.

Eso claramente no es un mensaje que resuene entre todos los miembros de la OPEP.