La película china 'Ten Years' tuvo gran éxito en Hong Kong por la crítica al gobierno de Hong Kong.

(CNN) – Un manifestante empapa su cuerpo de gasolina y se prende fuego afuera del consulado británico.

Asesinos del gobierno matan a un político local para provocar un motín que les permitirá tomar un mayor control.

“Jóvenes guardias” uniformados atacan una librería acusada de vender materiales prohibidos.

Así será Hong Kong en 2025, según la exitosa película local “Ten Years”, la cual ha atraído a grandes audiencias en medio de las preocupaciones en relación a que Beijing está reforzando su control sobre la ciudad.

Una instantánea de "Self Immolator", en la que un hongkonés se prende fuego a modo de protesta.

Supera a ‘Star Wars’

La película “Ten Years” —producida con un escaso presupuesto por un equipo y elenco en gran medida conformado por voluntarios— se estrenó solamente en un cine en la ciudad a finales del año pasado, pero superó al rotundo éxito mundial de “Star Wars: el despertar de la Fuerza”, en Cinemateca Broadway.

Su éxito inicial ha hecho que “Ten Years” tenga un estreno masivo en toda la ciudad, y los productores incluso están en pláticas con distribuidores internacionales.

“La reacción fue bastante imprevista”, dijo a CNN el director y co-productor NG Ka-leung, de 34 años.

“Ha resonado mucho con las personas en Hong Kong”.

El éxito de la película se produce a medida que las tensiones en la ciudad son mayores luego de la desaparición de varios hongkoneses que publicaron libros en los que criticaban a líderes chinos; esto generó protestas en las que miles de personas salieron a las calles y exigieron su regreso.

Los directores Chow Kwun-wai, Au Mei-kit y Ng Ka-leung.

El lunes, la policía de Hong Kong dijo que Lee Bo —quien desapareció de la ciudad el mes pasado, lo que hizo que muchos pensaran que había sido secuestrado— se encontraba bajo la custodia de la policía en China. La reaparición de Lee surge después de que su colega Gui Minhai apareciera en la televisión estatal china el domingo, para hacer confesiones sobre un incidente de atropello con fuga ocurrido en 2003.

“Estoy muy preocupado por Hong Kong”, dijo Ng.

Un futuro aterrador

“Ten Years” consiste en varios cortometrajes ambientados en 2025. El más impresionante, “Self Immolator”, inicia con manifestantes que se prenden fuego afuera del consulado británico.

El director Chow Kwun-wai, de 36 años, le dijo a CNN que la película era un intento por impactar a las audiencias para que tomen acciones concretas a fin de mejorar su situación ahora, no sea que más adelante solo se enfrenten a opciones terribles.

“Hong Kong ha estado luchando por la democracia durante muchos años, y nos han estado mintiendo durante muchos años”.

Las autoinmolaciones se han convertido en una forma desesperada y horriblemente habitual de protesta en China entre los tibetanos que se resisten al gobierno de Beijing y entre quienes protestan contra las demoliciones forzadas.

Chow dijo que él estaba preocupado respecto a que los hongkoneses se vieran en una situación igualmente funesta a no ser que se produzca un cambio pronto.

“Incluso cuando tuvimos el Movimiento de los Paraguas en 2014, no se logró nada concreto”, dijo, en referencia a las protestas masivas en pro de la democracia que cerraron partes de la ciudad pero a la larga no generaron ninguna concesión importante por parte del gobierno.

“La gente de Hong Kong necesita contribuir más, sacrificar más”.

Perdidos en la traducción

En “Dialect”, un conductor de taxi queda sin poder trabajar luego de que una regulación requiere fluidez en mandarín, y marginaliza a las personas cuyo idioma materno es el cantonés.

“Nadie protege el cantonés”, según el director Au Mei-kit, de 34 años de edad, quien dijo que se sintió inspirado a hacer la película a través de su propia experiencia como guionista.

“Empecé escribiendo películas en Hong Kong, escribiendo en el idioma local”, pero cada vez más, la presión comercial significaba que era obligado a escribir en mandarín para las producciones en conjunto entre Hong Kong y China.

El cortometraje “Dialect” menciona las preocupaciones por la preservación del cantonés.

La policía dispara gas lacrimógeno contra manifestantes en pro de la democracia en Hong Kong.

Au comparte mucho sus preocupaciones. Ha habido varias propuestas para hacer que el mandarín sea un requisito para los conductores de taxis locales, aunque estas a la larga fueron rechazadas. En la provincia de Guangdong de China, donde se habla cantonés, ha habido protestas en contra de lo que los lugareños ven como intentos por marginalizar el lenguaje.

El cantonés, el cual es anterior a la forma moderna y estandarizada del mandarín, conforma una parte importante de la identidad y cultura de Hong Kong, y es incomprensible para otras personas que hablan chino.

A pesar de esto, Beijing no reconoce al cantonés (o a otras formas de chino que no son mandarín) como un idioma distinto, y se refiere a él como un “dialecto”.

Censura y cultura

Manifestantes se congregan para apoyar la libertad de prensa en Hong Kong.

Si bien el mensaje de la película a menudo podría ser oscuro, su existencia misma debería ser vista como una señal de que aún hay esperanza, dijo Chow.

“Deberíamos estar agradecidos de que aún tenemos libertad de expresión y que tenemos que apreciarla y protegerla”.

Sin embargo, la naturaleza política de la película efectivamente ocasionó algunos problemas.

“Durante el proceso de selección, varios actores, cuando vieron el guion, dijeron que no podían hacerlo porque era demasiado sensible”, dijo Chow.

Según Ng, a muchas personas que contactaban les preocupaba que participar en la película afectaría su capacidad de trabajar en el futuro, particularmente en China.

La desaparición de los vendedores de libros de Hong Kong ha vuelto a alimentar los temores en relación a que Beijing está tratando de tomar medidas drásticas contra la libre expresión en Hong Kong, en contravención de la mini construcción de la ciudad.

En su más reciente informe anual, la Asociación de Periodistas de Hong Kong dijo que la “libertad de prensa se está deteriorando”, al citar en particular ataques contra periodistas y la concentración de propiedad de los medios en manos de negocios o individuos en pro de Beijing.

“Las personas en Hong Kong viven en temor. Durante la producción, escuché muchas preocupaciones por parte de mis actores y productores”, dijo Chow.

Él añadió lo siguiente: “Sí, aún puede verse en el cine, pero en el proceso de producción, nuestros corazones no estaban libres”.

¿Esperanza o desesperación?

Si bien en muchas ocasiones la película podría parecer de desesperanza para el futuro de Hong Kong, Chow dijo que su mensaje máximo es uno de esperanza.

“Algunas audiencias, ven la desesperanza, pero cuando los veo a los ojos y hablo con ellos, estaban tan ansiosos por encontrar soluciones para Hong Kong después de ver la película”, dijo.

Ng dijo que él habló con hongkoneses de todos los ámbitos de la sociedad para el proyecto, y cuando les preguntó sobre su futuro, “Vi llamas en sus ojos, es como si estuvieran llenos de energía”.

“Atrapamos esa pasión y decidimos ponerla en pantalla”.

En muchas formas, los directores dijeron que ellos esperaban que la película sacudiría a las personas para que tomaran acciones a fin de impedir que se convierta en realidad.

Muchas personas en Hong Kong no hablan de la política”, dijo Chow.

“Muchas personas piensan en emigrar a otros lugares; está ocurriendo de nuevo”, añadió, en referencia al éxodo masivo de hongkoneses en los años previos a la entrega de soberanía en 1997 del Reino Unido a China.

“¿Cuántas personas están dispuestas a permanecer en Hong Kong y defenderse? ¿Cuántas personas están dispuestas a defender Hong Kong? ¿Acaso las personas simplemente perderán la fe en nuestro hogar?”

Peatones pasan al lado de una pancarta luego del final de las protestas en pro de la democracia en 2014.