(CNN) – Limpiar la planta nuclear Fukushima Daiichi de Japón, la cual sufrió colapsos catastróficos después de que un terremoto y un tsunami la golpearon en 2011, podría tardar hasta 40 años.
El reactor nuclear inutilizado está ahora estable pero el proceso de desmantelamiento está progresando de forma muy lenta, afirma el operador de la planta, Tokyo Electric Power Co, más conocido como TEPCO.
“Si pudiera poner esto en términos de alpinismo, justo acabamos de pasar la primera estación en una montaña de 10 estaciones”, dijo Akira Ono, director de la planta de Fukushima.
Han pasado casi cinco años desde que el terremoto y el tsunami que esta provocó mataran a más de 15.000 personas y destruyeran las ciudades costeras el 11 de marzo de 2011.
TEPCO ha recibido feroces críticas por la forma en la que ha manejado el desastre.
El mayor de los desafíos
El mayor obstáculo para el cierre permanente de la planta es la eliminación de todos los residuos de combustible nuclear fundido en tres reactores, le dijo Ono a los periodistas tras una gira de prensa a través de la planta esta semana.
Pero TEPCO dice que desconoce el estado actual de los escombros.
Explosiones de gas hidrógeno y fusiones nucleares liberaron niveles letales de radiación en el 2011.
Aunque los niveles de radiación han caído, estos todavía impiden que los trabajadores tengan acceso a los edificios de los reactores, lo que hace difícil inspeccionar el estado de las instalaciones destruidas y los restos de combustible fundido.
Otro problema es qué hacer con el gran volumen de agua contaminada que ahora está almacenada en la planta.
Más o menos de 300 a 400 toneladas de agua contaminada se generan todos los días a medida que el agua subterránea fluye hacia la planta saturada con desechos radiactivos.
Para contener el agua contaminada, TEPCO bombea el agua para sacarla y la almacena en depósitos, con lo que añade un nuevo depósito cada tres o cuatro días. Hoy en día hay 1.000 depósitos que contienen 750.000 toneladas de agua contaminada.
Sin embargo, la descontaminación en otros lugares dentro de las instalaciones se está abriendo camino. Ahora los trabajadores solo necesitan usar mascarillas contra el polvo para una gran parte de la planta.
Para los de afuera, esto parece ser solo un pequeño progreso. Pero esto hace una gran diferencia para los trabajadores que solían usar máscaras completas para la limpieza exterior y el trabajo de construcción.
En octubre del año pasado, Japón confirmó el primer caso de cáncer en un trabajador de Fukushima.
Aunque está de acuerdo en cubrir los costos del tratamiento del trabajador, el gobierno se abstuvo de reconocer el vínculo científico entre el cáncer y su trabajo.