(CNN)– Jeb Bush, quien ha tenido dificultades con el bagaje político que viene con su famoso apellido, finalmente ha llegado a un lugar donde su familia no es un pasivo: Carolina del Sur.
Este estado ha sido bueno con los Bush, ya que les ha otorgado victorias en las primarias tanto a George H.W. Bush como a George W. Bush cuando se postularon a la presidencia. Ahora que Jeb Bush busca continuar con la racha ganadora de su familia el sábado en las primarias del primer estado del sur, su campaña se está volviendo un asunto familiar en el que todos se han involucrado.
George W. Bush hizo campaña por su hermano menor por primera vez el lunes en la noche, al asistir a una concentración en North Charleston junto a su esposa, la ex primera dama Laura Bush.
La concentración se llevó a cabo después del desempeño más contundente que Jeb Bush tuvo en un debate durante su campaña, cuando se enfrentó a Donald Trump por atacar el historial de seguridad nacional de su hermano.
“Estoy cansado de que critique a mi familia”, dijo Jeb Bush el sábado por la noche. “Creo que mi papá es el mejor hombre que existe. Mientras Donald Trump construía un reality show, mi hermano construía un aparato de seguridad para mantenernos a salvo y estoy orgulloso de lo que hizo”.
Fue evidente que el público estaba del lado de Bush, ya que abucheó a Trump con fuerza y vitoreó a Bush.
Sin embargo, Trump no desistió de su línea de ataque el lunes por la mañana, cuando prometió perseguir a ambos hermanos si fuera necesario.
“Ahora que George Bush está haciendo campaña por Jeb, ¿se convierte en un blanco para las preguntas sobre el World Trade Center, la guerra de Iraq y el colapso económico? ¡Cuidado!”, tuiteó Trump.
Bush no siempre ha aceptado su legado familiar. El verano pasado, él parecía no estar preparado para responder a la pregunta de cómo habría manejado la situación en Iraq, al estar dolorosamente dividido entre la necesidad de reconocer los errores de la guerra y querer evitar las críticas hacia su propio hermano.
Y Bush en ocasiones se ha visto molesto por las inevitables comparaciones que fueron hechas entre él y los expresidentes en su familia.
“Yo tengo mi propia identidad”, dijo Bush en febrero del año pasado mientras exploraba la posibilidad de postularse a la presidencia.
A pesar de todo el amor que existe hacia los Bush en Carolina del Sur, el ambiente político ha cambiado mucho desde 2000, cuando George W. Bush derrotó a John McCain en una contienda bastante desagradable.
Jeb entra en Carolina del Sur luego de luchar durante meses e ir rezagado en las encuestas nacionales por una cifra significativa. El campo está lleno de candidatos, además de Jeb, que también podrían acaparar a los votantes conservadores, evangélicos y de mentalidad militar que George W. Bush ganó. Lo más importante es que hay un hombre en la primera posición entre los candidatos que nadie en el clan de los Bush se imaginó que sería el favorito del partido.
“Donald Trump no se iba a postular en ese momento, sabes”, le dijo Bush a los reporteros la semana pasada. “Es una circunstancia muy diferente. ¿Una contienda entre dos personas en comparación con lo que ahora es una contienda entre seis personas? Todo ha cambiado”.
El regreso a la campaña para un expresidente
Para George W. Bush, el lunes marcó la primera ocasión en la que regresa a la política nacional desde que se retiró a la vida privada en Texas en 2009. Desde que dejó el cargo, el presidente número 43 no ha mostrado ningún interés en asumir el papel de estadista mayor en su partido. En la contienda presidencial de 2012, Bush pareció ofrecerle su apoyo a Mitt Romney solo por casualidad, cuando fue arrinconado por un reportero mientras se subía a un elevador.
La participación de George W. Bush en la campaña podría poner de manifiesto las diferencias que existen entre él mismo y Jeb Bush… al menos en estilo.
A diferencia de su hermano, quien ha sido criticado en estas elecciones por su falta de confianza en la campaña, George W. Bush es famoso por su fácil encanto y por la comodidad con la que se conectaba con los votantes. Y siete años después de dejar el cargo, es sumamente popular en su partido: una encuesta de Bloomberg realizada en noviembre demostró que el 77% de los republicanos tiene una opinión favorable del expresidente.
“Soy un Bush y estoy orgulloso de eso. Amo a mi hermano. Amo a mi papá y a mi mamá. Es parte de lo que soy”, dijo Jeb Bush la semana pasada. “Él es el último republicano que fue presidente y es el republicano más popular que aún vive”.
El senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien le puso fin a su candidatura presidencial en diciembre y respaldó a Bush, cree que su estado será un punto de inflexión para la campaña del exgobernador de Florida. Graham a menudo ha dicho que Carolina del Sur ama a la familia Bush, y predijo a CNN que la participación de George W. Bush el lunes sería decisiva en la contienda.
“Él es muy querido aquí; es muy popular y creo que este será un momento dramático en la campaña”, dijo Graham respecto a George W. Bush. “Creo que es muy importante para Jeb y creo que Carolina del Sur apreciarán que W volviera a entrar en juego en nuestro estado”.
El expresidente no es el único que está haciendo campaña por Jeb.
Barbara Bush, la ex primera dama, participó en eventos de campaña con Bush en Nuevo Hampshire, e hizo alardes con los votantes e relación a que su hijo es un hombre honesto y decente.
Otros miembros de más bajo perfil de la familia Bush también han participado: Jeb Bush presentó a su tío, John Bush, en una parada como parte de su campaña en Mount Pleasant el miércoles, y bromeó durante dos minutos acerca de cómo varios miembros de su familia, entre ellos una nieta, Georgia Helena Walker Bush, tienen las mismas iniciales que Bush 41.
Trump también criticó a Bush por toda la ayuda que su familia estaba proporcionando el lunes.
“Es curioso que Jeb no quería la ayuda de su familia en su fallida campaña y ni siquiera quería utilizar su apellido. ¡Después, mamá; ahora, hermano!”, tuiteó el empresario multimillonario.
Hogan Gidley, ex director ejecutivo del Partido Republicano de Carolina del Sur, dijo que está claro que Carolina del Sur tiene un lugar especial en el corazón para George W. Bush, y que los votantes aquí recuerdan la victoria que Bush obtuvo en el Senado en 2000.
“Ellos ayudaron a crearlo, ayudaron a convertirlo en presidente”, dijo Gidley, quien asesoró a Mike Huckabee cuando se postuló a la presidencia, antes de que dejara la contienda. Es como ese dicho ‘Yo puedo hablar sobre mi mamá, pero tú no puedes… En general, él es nuestro sujeto. Mantuvo el país a salvo después del 11 de septiembre’”.