Las declaraciones del legislador japonés Kazuya Maruyama (izquierda) sobre el presidente Obama fueron percibidas como racistas en muchos círculos en Japón.

(CNN) – Un legislador del partido gobernante de Japón se ha disculpado por declarar de manera imprecisa que el presidente estadounidense, Barack Obama, es descendiente de esclavos.

“En Estados Unidos, un hombre negro se convirtió en presidente. Es decir, sus ancestros son personas de raza negra que fueron esclavos”, dijo el miércoles Kazuya Maruyama, un legislador del Partido Liberal Democrático (PLD), en una reunión del comité constitucional de la Cámara Alta.

“Las personas en la época de la fundación del país nunca habrían pensado que un esclavo negro se convertiría en presidente”, dijo Maruyama, haciendo una observación sobre la “reforma dinámica” estadounidense mientras discutían cambios constitucionales que se debaten en Japón.

Obama, el primer presidente afroamericano de Estados Unidos, no es un descendiente de esclavos, su padre es un hombre negro de Kenia y su madre es una mujer blanca de Kansas.

En una conferencia de prensa después de la reunión, Maruyama se disculpó por las declaraciones que fueron ampliamente percibidas como racistas.

“Siento mucho haber hecho una observación que podría dar lugar a un malentendido”, dijo, sugiriendo que sus comentarios sean eliminados de las actas de las reuniones.

‘Cierta clase’ de nacionalismo japonés

Kyle Cleveland, profesor asociado de la Universidad de Temple en Tokio, ha escrito sobre el racismo en Japón y dice que los comentarios de Maruyama son indicativos de un problema mayor entre algunos políticos japoneses.

“Esto no es solo algo racial particularmente indignante que dijo acerca de Obama, sino que representa un cierto tipo de nacionalismo que esta generación de políticos sostiene”, dijo Cleveland.

El antiguo miembro del Parlamento japonés, Shintaro Ishihara, habla con los medios en el club de prensa nacional en Tokio, el 16 de diciembre de 2014.

Cleveland citó al polémico exgobernador Shintaro Ishihara de Tokio, quien se retiró en 2014, después de una carrera política llena de declaraciones incendiarias y, a menudo, racialmente cargadas.

Ishihara dijo una vez que los sangokujin –un término despectivo usado para describir a los chinos y coreanos étnicos en Japón– y otros extranjeros serían más propensos a cometer crímenes y probablemente causar disturbios civiles si un desastre natural golpeara a Tokio.

Ishihara también hizo comentarios despectivos sobre las mujeres y los homosexuales, además afirma que la masacre de Nankín fue “una historia inventada por los chinos”.

A pesar de la indignación provocada por sus comentarios, Ishihara ocupó el cargo durante casi 50 años.

“Es una falta general de educación sobre cuestiones relacionadas con la raza, la discriminación y la diversidad ética”, dijo Cleveland.

¿El Trump japonés?

Maruyama, un abogado educado en Estados Unidos, quien alcanzó la fama en Japón como comentarista legal de televisión antes de postularse para un cargo, fue comparado esta semana con el candidato presidencial estadounidense, Donald Trump.

Trump, el candidato republicano que va a la cabeza, ha sido acusado de racismo por sus comentarios sobre los musulmanes, inmigrantes mexicanos, asiáticos y judíos.

“Lo que a los partidarios de Trump les gusta de él es que es abierto y desafiante frente a las normas de la corrección política”, dijo Cleveland.

Pero Cleveland cree que, a diferencia de Trump, Maruyama no estaba tratando de llamar la atención por sus comentarios.

“Él es emblemático de una generación de políticos japoneses que no tienen oído y que están desfasados en cuanto a este tipo de problemas”, dijo Cleveland.

El PLD es dirigido por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, cuyo partido se ha visto sacudido por escándalos recientes, entre ellos la renuncia de un legislador envuelto en un escándalo sexual y un ministro de política económica acusado de malversación de fondos del gobierno.

Japón es el aliado más cercano de Estados Unidos en la región de Asia-Pacífico, lo que agudiza la sensibilidad sobre cualquier insulto racista percibido contra el Comandante en Jefe de Estados Unidos.

En un aparente intento de extinguir esta última controversia, el secretario del gabinete de Abe, Yoshihide Suga, reprendió en voz baja a Maruyama el jueves, durante una reunión del comité de presupuesto de la Cámara Baja.

“Un político debe ser responsable de sus propias palabras y ganarse la confianza de las personas. [Maruyama] es responsable de eso”, dijo.