(CNN) – Al final, la participación militar de Rusia en Siria terminó tan bruscamente como comenzó.
El presidente ruso Vladimir Putin anunció la inesperada retirada de las tropas y una marcada reducción en su campaña aérea en el asediado país.
El anuncio llegó cinco años después de que empezó la guerra y el mismo día en el que empezaron las conversaciones en Ginebra para negociar una solución pacífica al conflicto sirio.
Debido a que al menos 300.000 personas han muerto y 11 millones de sirios ordinarios se vieron obligados a abandonar sus hogares, nunca ha sido más importante que las conversaciones entre el régimen de Asad y los grupos rebeldes, con la mediación de Rusia y Occidente, tengan éxito.
Entonces, ¿qué significará esta repentina retirada para las conversaciones en Ginebra y, en última instancia, para el futuro de Siria?
¿Por qué Rusia se retira ahora?
Los beneficios de que Rusia se quedara en Siria ya no eran mayores que los costos, dice James Gelvin, profesor de historia en la Universidad de California en Los Ángeles.
Putin no podría haber esperado recuperar todo el territorio que ha sido cedido a ISIS y a varios de los grupos rebeldes que rivalizan por tener la primacía en Siria, dice Gelvin, pero añadió que Rusia ha avanzado en nombre de las fuerzas gubernamentales.
“Rusia entró a Siria en el punto en el que el gobierno de dicho país estaba perdiendo ya la defensiva. Rusia pudo cambiar el curso y el gobierno ahora tiene el viento a su espalda, donde Putin quiere que esté”.
Sin embargo, esto tiene un precio, y Galvin cree que la medida es una treta astuta de negociación por parte de Putin a medida que inician las conversaciones en Ginebra.
“Él retiró las tropas para que Asad supiera que Siria estaba sola y que tendría que negociar”.
El corresponsal de CNN en Moscú, Matthew Chance, dice que Putin ha declarado la victoria y saldrá de ahí antes de que las cosas se compliquen.
“Los rusos pueden decir que han establecido y logrado objetivos militares, han traído a socios a la mesa, han apoyado a su aliado de Oriente Medio, Bachar Al Asad, todo con un costo mínimo para los rusos”, dice Chance.
Putin ha ordenado la retirada de “la parte principal de nuestras facciones militares de la República Árabe Siria”, pero Rusia mantendrá una presencia a largo plazo en el país con sedes en Latakis y Tartus.
¿Quién ha sido fortalecido por la retirada?
El analista militar de CNN Rick Francona dice que la intervención de Rusia ha puesto a Asad en una posición de negociación más fuerte que los grupos rebeldes con los que compite por el control.
Antes de las conversaciones en Ginebra, “El régimen se encuentra mucho mejor, junto con los rusos, por supuesto”.
Sin embargo, los analistas piensan que quien está actualmente en el poder es menos importante para Putin que la garantía de una presencia rusa en Siria, y Putin podría hacer un llamado para que su aliado, Asad, acepte un acuerdo —asilo en Irán, por ejemplo— por el bien mayor de las negociaciones.
“Ellos podrían presionarlo para que renuncie en estas conversaciones. Putin sabe que Asad tiene que irse. Él no va a aceptar la derrota por Asad”, dice Francona.
¿Qué significa esto para la lucha contra ISIS?
Sergei Markov, un exmiembro del parlamento en la Duma de Rusia, dice que ISIS, una organización que se ha negado a participar en las conversaciones de paz, ahora está en desventaja.
“La principal infraestructura militar y económica de ISIS ha sido destruida por los ataques aéreos rusos”, dice.
“Como resultado en un par de semanas, las tropas del gobierno sirio tomarán de nuevo el control de Palmira y entonces probablemente, supongo, incluso sin el apoyo de la aviación Rusa, las tropas del gobierno sirio derrotarán a ISIS a mediados de este año”.
Los ataques rusos han sido criticados por los grupos de rebeldes moderados y sus aliados occidentales. Los críticos hacen referencia a los bombardeos de la zonas civiles como una razón para creer que Rusia en realidad está ayudando a su aliado, el presidente sirio Bachar al Asad, a eliminar la oposición.
Sin embargo, hay esperanza de que, una vez se permita tener un proceso de paz, Rusia pueda estar más enfocada en dirigirse al grupo yihadista.
“Rusia ha reiterado que está dispuesta a cooperar con Estados Unidos (en operaciones contra ISIS), lo cual es bienvenido, pero tienen que perseguir a ISIS en esta ocasión, en lugar de bombardear a los rebeldes. Si quiere ser un socio, necesita actuar como un socio”, dijo Francona.
¿Cuál es el camino hacia adelante para Siria?
Si Asad se ve obligado a renunciar, Siria y Rusia probablemente dependerían de Irán, otro aliado clave, para proporcionar la seguridad necesaria a fin de evitar el tipo de vacío de poder que Estados Unidos experimentó en el país vecino de Iraq, según Francona.
Sin embargo, cualquier transición llevará tiempo.
“No creo que vayamos a ver la normalización de la vida en Siria en un futuro cercano”.
Muchos sirios, como el escritor y activista exiliado Ayman Abdel-Nour, editor en jefe del Boletín All4Syria, esperan que haya una nueva constitución y elecciones libres en el próximo año. Aun así, dice, eliminar al régimen de Asad es solo el principio.
“Los sirios no tienen otra solución excepto la política, la reconciliación, la justicia de transición, y luego empezará el arduo trabajo para reconstruir esta infraestructura destruida, estas ciudades demolidas, hospitales y escuelas derribados.
¿Realmente se irá Asad?
La oposición siria quiere que Asad se vaya, pero si Occidente llamara a su destitución, esto ocasionaría un rompimiento inmediato en las conversaciones de paz, dice Gelvin de UCLA.
Sin embargo, tanto Gelvin como Francona dicen que los patrocinadores rusos de Asad podrían estar dispuestos a empujar a Asad a que renuncie debido a que su presencia ya no es fundamental para los planes de Rusia en la región.
Para muchos sirios, sin embargo, un cambio de líder es más que solo politiquería, sino que para ellos es la clave para curar al país.
“La familia Asad debería dejar el poder y devolvérselo a los sirios para que decidan su propia constitución a través de elecciones libres”, dice Abdel-Nour.
“Solo los oficiales que dieron órdenes para matar y torturar a civiles deberían ser enviados a la ICC… y no se trata de más de 50 personas. Luego iniciará el proceso de sanidad. Sin duda tomará una generación”.