(CNN Español) – Un grupo de amigos que buceaba en las Molucas septentrionales en Indonesia se encontró una escena aterradora en una pequeña isla de pescadores.
Durante uno de los descansos entre inmersiones se acercaron a la isla Kokoya, una pequeña y remota isla usualmente visitada por buzos durante los descansos y por turistas que hacen un recorrido por varias islas del país. En el lugar sólo viven dos familias de pescadores.
Un hombre les invitó a acercarse al agua para mostrarles algo, y allí Galuh Riyadi, una buzo aficionada de 31 años, pudo ver con horror que el pescador tenía amarrados en una jaula bajo el agua a dos dugongos, un mamífero pariente del manatí.
En un cerco estaba el animal más grande, la madre, y en otro un dugongo más pequeño, al parecer su hijo, según relata Riyadi.
“Nos acercamos y el pescador nos dijo que los tenía amarrados porque lo estaban molestando. Dijo que rompían sus redes y se comían la pesca. Esto nos pareció raro porque los dugongos son vegetarianos”, le dijo Riyadi a CNN en Español.
“Luego nos enteramos de la verdadera razón por la que los tenía encerrados: les cobraba dinero a los turistas para verlos y tomarse fotos con ellos”.
Los mamíferos estaban amarrados por sus colas con una gruesa cuerda que les había dejado marcas profundas en la piel. “La más grande sangraba por la nariz y tenía varias cicatrices en el cuerpo”, recuerda la buzo aficionada. “Por sus heridas se notaba que llevaban en esa situación semanas”.
El pescador cobraba 80 centavos de dólar por verlos y 12 dólares por tomarse fotos.
Riyadi y sus amigos le exigieron que liberara a los animales. “Nos dijo que lo haría, pero que sería en la tarde porque necesitaba que un amigo viniera a ayudarle”.
Como sospecharon que el pescador no cumpliría su palabra, publicaron los videos y fotos en ls redes sociales y los difundieron a través de los grupos de buzos de la región. Además, Riyadi reportó la situación a la ministra de Indonesia de Pesca y Mar a través de Twitter.
“En una hora me respondió preguntándome por más información. La ministra dio órdenes para que las autoridades ambientales en el lugar. Liberaron primero al más pequeño, pero la grande tuvo que esperar por la gravedad de sus heridas. Según nos dijeron la liberaron este lunes”, relata Riyadi.
“Ahora están libres”, publicó la buzo en su cuenta de Instagram.
Las autoridades ambientales registraron el momento de la liberación: