Una mujer llega con flores a un área acordonada cerca de la estación de Maelbeek (KENZO TRIBOUILLARD/AFP/Getty Images).

(CNN) – Los belgas se despertaron este miércoles en medio del dolor provocado por una amenaza que convirtió en realidad.

“Es horrible, Bélgica no se merece esto”, dijo Alfonso Lyoura, encargado del equipaje en el aeropuerto de Bruselas, donde inició una jornada de horror.

Dos explosiones mataron a al menos 10 personas en la terminal de la capital belga. Otras 20 fueron asesinadas en otra explosión en la estación de metro Maelbeek. Más de 230 resultaron heridas en los ataques.

Este es el primero de los tres días de luto declarados por las autoridades.

Las explosiones paralizaron la ciudad, provocando el cierre del sistema de transporte y dejando aterrorizados a los residentes. La alerta terrorista fue elevada a su nivel máximo.

Este miércoles el metro funcionaba parcialmente, operando solo en algunas estaciones.

Es aeropuerto permanecerá cerrado. Las autoridades pidieron a los pasajeros que contacten a las aerolíneas para obtener instrucciones.

Mientras las zonas cercanas a Maelbeek permanecen cercadas por policías, algunos residentes se acercaron a depositar flores.

Los investigadores, sin tiempo para el duelo, avanzan en sus pesquisas. Dieron a conocer el nombre de los dos presuntos atacantes suicidas. Se trata de los hermanos Khalid y Brahim El Bakraoui, responsables de al menos una de las explosiones en el aeropuerto.

Los reyes visitan un hospital

Los reyes Felipe y Matilde visitarán el Hospital Erasme en Anderlecht este miércoles, acompañados por el primer ministro Charles Michel y la ministra de Asuntos Sociales y Salud Pública, Maggie De Block.

Después de la visita al hospital, mantendrán un momento de silencio en Schuman, Bruselas.

“Una bomba de tiempo”

Bélgica ha sido una de las principales preocupaciones para los funcionarios de contraterrorismo durante años debido a la gran cantidad de combatientes belgas que viajaron a Siria e Iraq para unirse a ISIS y a otros grupos terroristas. Muchos regresaron.

“Los belgas han estado sentados sobre una bomba de tiempo”, dijo un funcionario antiterrorista de Estados Unidos.

Y en un post de Twitter ampliamente distribuido por partidarios de ISIS el martes se podía leer: “Lo que viene es peor”.

Pero el ministro del Interior, Jan Jambon, dijo que los belgas se niegan a ser derrotados.

“Nuestros servicios de policía y servicios de investigación son gente muy profesional, pero estamos convencidos de que los terroristas… son profesionales también”, dijo Jambon.

“Están bien entrenados y bien formados. Así que es una difícil batalla. Pero estoy convencido de que vamos a ganar”.