El papa Francisco imparte su bendición Urbi et Orbi, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.

(CNN Español) - El papa Francisco recordó este Domingo de Resurrección a las personas que sufren en el cuerpo y en el espíritu en medio de las crónicas diarias repletas de informes sobre delitos brutales y los conflictos armados a gran escala.

Tras encabezar la misa de Pascua, en la Plaza de San Pedro, el pontífice subió al balcón central de la basílica para dar su mensaje pascual e impartir la bendiciónUrbi et Orbi, a la ciudad (de Roma) y al mundo.

El pontífice dirigió su pensamiento a Siria y denunció el desprecio por el derecho humanitario y la desintegración de la convivencia civil en ese país del Medio Oriente desgarrado por la guerra civil, la destrucción y la muerte.

Francisco hizo votos para que las negociaciones en curso puedan recoger frutos de paz en Siria.

El papa también rezó por los inmigrantes y los refugiados que huyen de sus lugares de origen por las guerras y la miseria.

El obispo de Roma deseó que un intercambio fecundo prime entre pueblos y culturas del Mediterráneo y de Medio Oriente, en especial en Iraq, Yemen y Libia, así como una convivencia pacífica entre israelíes y palestinos, en Tierra Santa.

Ante miles de fieles que abarrotaron la Plaza de San Pedro, el papa reiteró su condena al terrorismo al que calificó como una forma “ciega y brutal de violencia que no cesa de derramar sangre inocente en diferentes partes del mundo” y pidió por las víctimas y sus familias.

El pontífice también tuvo especiales palabras para Venezuela.

Deseó que el mensaje pascual “se proyecte también sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos”.

Francisco subrayó el maltrato al que es sometido la Tierra y recordó a las zonas afectadas por los cambios climáticos que causan sequías e inundaciones que derivan en crisis alimentarias.

Como lo hace a menudo, el obispo de Roma volvió a tener palabras de aliento para los ancianos y los jóvenes.

El papa concluyó los rituales de la Semana Santa con la impartición de la bendición Urbi et Orbi.