(CNN) – Los vikingos –conocidos por sus aterradoras conquistas– llegaron por primera vez a Norteamérica hace mil años, según los historiadores. Ahora los científicos podrían ser capaces de dar más luz sobre esa historia con imágenes satelitales que revelan lo que puede ser un sitio nórdico en Norteamérica.
Sería el segundo sitio vikingo en ser descubierto en Norteamérica. El posible nuevo sitio está ubicado en la costa suroeste de la gran isla canadiense de Terranova, según científicos.
Imágenes infrarrojas capturadas a más de 644 kilómetros en el espacio revelaron el posible sitio. Sara Parcak, arqueóloga espacial de la Universidad de Alabama, quien fue pionera en el uso de imágenes satelitales en la arqueología, escaneó las imágenes para encontrar señales de tierra decolorada y cambios en la vegetación, las cuales son algunas características que indican que algo puede estar escondido bajo la superficie de la Tierra.
Las imágenes captaron formas artificiales en la región que indicaban herrería… una señal clave de cierta actividad cultural, como la capacidad de hacer ciertos tipos de armas, adornos y herramientas. Esto es significativo porque, a excepción de algunos casos de esquimales que utilizan hierro de meteorito en el ártico, no hay evidencia de que las poblaciones indígenas de Norteamérica tuvieran el conocimiento o la capacidad para procesar el mineral de hierro. Así que podría ser.
Comúnmente, los nórdicos recopilarían mineral de hierro de pantanos, el cual se asemeja a piezas del tamaño de nueces, para luego tostarlos y fundirlos para crear hierro”, le dijo Parcak a CNN.
El lugar será explorado en un próximo documental de NOVA llamado “Vikings Unearthed” (Vikingos descubiertos), el cual se transmitirá en línea en pbs.org/nova a principios de la próxima semana, y también se transmitirá en BBC y PBS.
Parcak, el arqueólogo de la Universidad de Boston, Douglas Bolender, el historiador Dan Snow y un grupo de científicos internacionales descubrieron, excavaron y examinaron el lugar en Point Rosee.
El lugar se encuentra a casi 483 kilómetros al sur del único asentamiento vikingo confirmado en la zona, llamado L’Anse aux Meadows, un sitio del siglo XI que constituye la prueba del primer contacto europeo con Norteamérica, 500 años antes de que Cristóbal Colón pusiera un pie en las Américas.
L’Anse aux Meadows fue descubierto hace 55 años. Si el nuevo sitio se confirma como nórdico, este podría proporcionar más pistas sobre el recorrido histórico de los vikingos, conocidos por sus técnicas marítimas, el hábil comercio y la exploración.
Los investigadores han pasado décadas tratando de descubrir más información acerca de los colonos nórdicos en Norteamérica, sin mucho éxito. De hecho, Parcak no estaba buscando señales de vikingos cuando enfocó su atención en Norteamérica. Ha habido varios incidentes en los que una “reliquia” vikinga recién descubierta resultó ser un engaño y dejó a muchos expertos escépticos sobre el tema.
“Cuando empezamos la búsqueda, pensé que no encontraríamos nada nórdico. Mi hipótesis era que encontraríamos pruebas de las poblaciones indígenas”, dijo.
Sin embargo, el sitio en Point Rosse mostró evidencia de paredes de césped y mineral de hierro de pantanos procesado, el cual únicamente se asocia con la cultura nórdica.
El posible sitio podría proporcionar información sobre la extensión de tiempo que los vikingos permanecieron en Norteamérica y proporcionar alguna otra información acerca del grupo. Sin embargo, según Parcak, se necesitan más excavaciones e investigaciones para determinar el período de tiempo del sitio. Su equipo regresará al sitio en el verano para continuar con su investigación.