Anders Breivik dio testimonio durante el procedimiento, afirmando que su aislamiento en prisión constituía un intento "sádico" de las autoridades noruegas por matarlo.

OSLO, Noruega (CNN) – El asesino en masa noruego Anders Behring Breivik ganó parte de su demanda contra el Estado sobre su confinamiento en solitario en una prisión de máxima seguridad, anunció una corte el miércoles.

La corte del distrito de Oslo encontró que el trato en prisión al hombre de 37 años violaba el artículo tercero de la Convención Europea sobre Derechos Humanos, que prohíbe “un trato inhumano o degradante”, y falló que sus condiciones deben ser mejoradas.

La corte también ordenó al gobierno pagar costos legales de 331.000 coronas (40.600 dólares) para el extremista de derecha que mató a 77 personas en un ataque con bomba y a tiros en 2011.

Noruega tiene el derecho de apelar el fallo, pero hasta ahora no ha anunciado si pretende hacerlo.

La corte desestimó la afirmación de Breivik de que el gobierno había violado el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que garantiza el respeto a la “vida privada” y a la correspondencia.

El fallo delineó áreas de preocupación con respecto a las condiciones del confinamiento de Breivik, que en todo su conjunto constituyó una violación a sus derechos.

Estos incluyen la duración del aislamiento y la consideración inadecuada del impacto mental del régimen. También dice que las verificaciones rutinarias a las que se debía someter Breivik desnudo, no tenían suficiente justificación desde la perspectiva de seguridad.

Pero no dio directrices concretas sobre cómo deben ser cambiadas dichas condiciones.

Intento ‘sádico’

La demanda fue analizada durante cuatro días el mes pasado dentro de un gimnasio en la prisión Skien, que fue convertida de forma temporal en una sala de juicios.

Al aparecer en público por primera vez desde su juicio, Breivik dio testimonio durante el procedimiento, afirmando que su aislamiento en prisión constituía un intento “sádico” de las autoridades noruegas por matarlo.

Desde su arresto, él ha estado separado de otros reclusos y virtualmente sus únicas visitas han sido las de profesionales, que se reúnen con él separados por un vidrio.

Su correspondencia que llega y envía también es censurada para prevenir que construya redes de ultraderecha y que incite a simpatizantes a cometer actos violentos.

Observadores expresaron preocupación de que Breivik, quien dio un saludo nazi durante su primer día en corte, utilizara su aparición en la corte como plataforma para publicitar su ideología extremista.

La matanza desatada por Breivik el 22 de julio de 2011 fue el peor ataque en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial. Ocho personas murieron cuando un coche bomba detonó en Oslo antes de que asesinara a tiros de forma metódica a 69 jóvenes durante un campamento del Partido Laborista. Él culpó al partido por el aumento del multiculturalismo en Noruega.