Oficialmente, la reina Isabel II es la jefa de Estado en 15 naciones en lo que se conoce como la Mancomunidad, incluyendo a Australia, Canadá y Nueva Zelandia. La soberana aparece aquí en una imagen de archivo en Bratislava, Eslovaquia, el 23 de octubre de 2008,.

(CNNMoney) – La reina Isabel II cumple 90 años este jueves y pasará el día en el castillo de Windsor, el castillo ocupado más antiguo y más grande en el mundo.

Windsor es solo una de las nueve residencias a su disposición, y juntas albergan una colección de arte de valor incalculable y algunas de las joyas más raras del mundo.

Pero la reina de Inglaterra no es tan rica como muchos piensan. La mayor parte de los tesoros reales ni siquiera son de su propiedad.

La fortuna personal de la reina, que el Sunday Times estimó en 340 millones de libras (490 millones de dólares), es pequeña en comparación con la riqueza de las personas más ricas del mundo.

Liliane Bettencourt, propietaria del 33% de L’Oreal y la mujer más rica del mundo, tiene una fortuna valorada en 40.000 millones de dólares, según Forbes. La riqueza del británico más rico, Gerald Grosvenor, el Duque de Westminster, se estima en 12.900 millones. La reina incluso salió de la lista de los 300 británicos más ricos por primera vez el año pasado.

Sin embargo, ella tiene tres fuentes de financiación: la subvención soberana (Sovereign Grant), la cuenta para gastos personales del monarca (Privy Purse) y su riqueza personal.

Subvención soberana: 37,9 millones de libras

La Sovereign Grant es esencialmente la cuenta de gastos de la reina, que cubre los gastos de viajes, seguridad, mantenimiento de los palacios reales y personal.

Fue de 37,9 millones de libras (55 millones de dólares) el año pasado. La reina tuvo un superávit que fue guardado en un fondo de emergencia.

La subvención soberana es el 15% de los beneficios generados por el Patrimonio de la Corona (Crown Estate): palacios reales, granjas y calles enteras en Londres. El gobierno británico gestiona los terrenos, recibe las ganancias y paga a la reina su parte. Sin embargo, a pesar de que la reina es la propietario legal, los activos no pertenecen a ella personalmente. Esto se debe a que no tiene control sobre cómo se gestionan. El patrimonio tiene que ser preservado para las generaciones futuras, y la reina no puede venderlo.

Cuenta para gastos personales: 16 millones de libras

Si ser la reina fuera un trabajo regular, el Privy Purse sería su salario.

El término histórico describe los ingresos de la reina procedentes del Ducado de Lancaster, que incluye propiedades comerciales, agrícolas y residenciales que se remontan a 1265.

Los ingresos ascendieron a 16 millones de libras (22,6 millones de dólares) el año pasado, el más alto en la historia.

La reina utiliza este dinero para pagar gastos oficiales y privados, incluyendo algunos de los costos incurridos por otros miembros de la familia real que realizan compromisos oficiales en su nombre.

La riqueza personal

Y luego está la riqueza personal de la reina, estimada en 340 millones de libras (490 millones de dólares).

La reina heredó el castillo de Balmoral en Escocia, y el de Sandringham, en el este de Inglaterra, de su padre. También posee una valiosa colección de sellos y numerosas obras de arte.

La reina no está obligada a revelar sus inversiones personales, pero los informes de la prensa británica sugieren que posee acciones de empresas británicas de primer orden.

Hasta 1992, la reina no pagó ningún impuesto. Desde 1993, los ingresos y las ganancias de capital de su riqueza personal ha sido objeto de gravamen en la misma proporción que los demás contribuyentes. También paga impuestos por parte del Privy Purse, pero la subvención soberana está libre de impuestos.