(CNN Español) – La historia de una joven colombiana con cáncer en Washington se ha convertido en un caso que expone los desafíos de los programas de intercambio en Estados Unidos, pero también del poder de movilización de redes sociales y de los relatos humanos detrás del diagnóstico de una difícil enfermedad.
Edna Valenzuela, abogada de 26 años, cuenta que se inscribió al programa de la agencia AuPairCare para ser niñera au pair —una figura en que una persona es acogida por una familia mientras cuida niños— y viajó con la visa J-1. En Washington fue recibida por la familia Hanson y cuida al pequeño Jasper, de año y medio.
Todo se interrumpió con una noticia inesperada: un diagnóstico de linfoma, una masa cancerígena en su pecho, y el anuncio por parte de la agencia de la terminación de su contrato como niñera, lo que la iba obligar a volver a Colombia sin garantía para un tratamiento adecuado debido a que no cuenta con seguro en ese país, según relató la joven a CNN en Español.
El diagnóstico y el conflicto con la agencia
Valenzuela fue hospitalizada el 25 de abril y tres días después le confirmaron el diagnóstico de linfoma en el Howard University Hospital. Pero ante esta fuerte noticia, Valenzuela recibió un apoyo inigualable: los National Institutes of Health (NIH) aceptó encargarse de todo el tratamiento, incluyendo las sesiones de quimioterapias y los medicamentos, completamente sin costo para Valenzuela o su familia anfitriona.
Pero la joven recibió otra noticia devastadora: “La extensión de mi segundo año ya estaba en proceso antes de mi diagnóstico, justo durante la semana después del diagnóstico se iban a pagar los derechos de extensión y la agencia decidió eliminar la solicitud hecha previamente online”, dijo Valenzuela a CNN en Español.
La respuesta inicial de AuPairCare fue en un correo del 13 de mayo enviado por Carol Eaton, gerente regional de la agencia, en el que le decía que la joven debía dejar de ser au pair para concentrarse en su salud, como está establecido en las políticas de la empresa. El programa terminaba el 18 de mayo, por lo que la agencia determinaba así que Valenzuela no continuaría como niñera y por tanto tenía que volver a Colombia.
Para Valenzuela y su familia anfitriona fue como un balde de agua fría, en especial porque ella contaba con la certificación médica de que podía seguir trabajando. “NIH certificó que aunque yo voy estar recibiendo un tratamiento de quimioterapia podría seguir con mis actividades lo más normal que fuera posible y esto incluye mi trabajo. (Pero) dicha carta no fue tenida en cuenta por la agencia”, cuenta Valenzuela.
Valenzuela afirma que no pide dinero, simplemente que pueda continuar con su actividad como niñera y seguir el tratamiento que le está dando una institución médica de clase mundial, atención a la que no tiene acceso en Colombia porque no cuenta con un seguro médico en su país natal.
AuPairCare, por su parte, ha manifestado públicamente y a CNN en Español que pretende que Valenzuela se concentre en su salud y que la empresa busca resolver el tema del visado bajo los parámetros legales.
El poder de una campaña
El 16 de mayo, Shaina Aber-Hanson, la madre de Jasper, publicó una nota en Facebook en la que denunciaba la situación tras la notificación de AuPairCare de terminar el proceso de extensión de visa y acabar la actividad de Valenzuela. “A pesar de nuestro llamado y de una nota del doctor del NIH explicando que podía continuar en el programa au pair, AuPairCare está afectando el estatus legal de Edna en Estados Unidos”.
En ese momento allegados a Valenzuela abrieron la causa “Against AuPairCare’s Decision in the Edna Valenzuela Case” en Change.org con base en el texto de Aber-Hanson para pedir que se le extienda la visa a la joven colombiana. La iniciativa cuenta con el respaldo en firma de más de 22.000 personas.
No solo a través de redes sociales ha llegado el apoyo. El congresista Samuel Farr, representante demócrata de California en la Cámara de Representantes, abogó ante la embajada estadounidense en Colombia para que les otorgaran a los padres de Valenzuela la visa de forma expedita para poder ir a visitarla al hospital.
El cambio de posición de la agencia
El 17 de mayo, a través de un comunicado, AuPairCare cambió de postura con respecto a la notificación inicial. La empresa decidió mantener a Valenzuela en el programa, dijo que está “profundamente comprometida” con la salud de ella y que su objetivo es “cambiar la visa de Edna para que pueda permanecer en Estados Unidos y así recibir el tratamiento vital y enfocarse completamente en su salud”. La empresa explica que debe regirse por las “estrictas regulaciones” de la visa J-1.
Valenzuela cree que fue gracias a la presión por la campaña que AuPairCare e Intrax (la compañía madre) decidieron emitir ese comunicado.
Con la posibilidad de seguir en el programa, Valenzuela permanecerá en EE.UU. en principio hasta el 22 de junio, fecha en que se le vence la visa J-1, mientras se gestiona un nuevo visado.
Por lo pronto, Valenzuela está aplicando para la visa B2, que sirve para recibir tratamiento médico, con el apoyo de la embajada colombiana. “La ventaja de este tipo de visa que se solicitó es que puede ser extendida cuantas veces sea necesario siempre que sea para continuar con el tratamiento o con los chequeos que se requieran”, dice la joven.
En un comunicado enviado a CNN en Español, Marcie Schneider, presidenta de Intrax, reitera que el objetivo es lograr un cambio de visado. “El cambio de visa le permitirá a Edna seguir en Estados Unidos para continuar con su tratamiento para el cáncer. AuPairCare seguirá haciendo todo lo posible para trabajar con Edna, su familia anfitriona y el Departamento de Estado de EE.UU. para asegurar que Edna tenga un nuevo estatus de visa”, dice la declaración de Schneider.
Pero Edna dice que las palabras no se han manifestado en acciones concretas para lograr ese cambio de visado.
Los programas au pair no son nuevos y es una práctica que ha ayudado a muchas jóvenes a conocer nuevos destinos, aprender otro idioma y ampliar sus perspectivas. Se trata de un programa regulado que cuenta con la aprobación del gobierno de EE.UU., y las agencias encargadas, como AuPairCare, están certificadas. De hecho, las jóvenes consultadas por CNN en Español reconocen el valor del intercambio en función a su crecimiento personal y a una posibilidad de tener una experiencia de ese tipo sin gastar mucho dinero.
No obstante, casos como el de Edna Valenzuela ponen en evidencia que hay circunstancias que no están contempladas en la regulación y que pueden representar un desafío para el bienestar de las jóvenes que viajan. AuPairCare ha actuado conforme a las normas, pero la denuncia de la familia apunta a que en la respuesta de la agencia no hubo respaldo verdadero ante una situación adversa y no se tuvo en cuenta la opinión médica del NIH para que Valenzuela pudiera seguir su labor como niñera.
Entretanto, Valenzuela continúa con el apoyo incondicional de su familia anfitriona a la espera de una nueva visa que le pueda asegurar su permanencia en EE.UU. en medio del delicado tratamiento sobre el que ella —y el pequeño Jasper— tiene todas las esperanzas puestas.