(CNN Español) – Continúa el acalorado debate después de que el Zoológico de Cincinnati se viera obligado a matar a uno de sus gorilas pues un niño de tres años cayó en su hábitat.
La policía afirmó que va a investigar a la familia del niño que se metió en el recinto de gorilas en el Zoológico de Cincinnati. Las autoridades se centrarán en las acciones de los padres y la familia del niño. No está relacionada con el funcionamiento o la seguridad del zoológico.
Muchos se preguntan por qué no se usaron tranquilizantes, a lo que el director de zoológico respondió:
“La vida de ese niño estaba en peligro. La gente que cuestiona no entiende que no se puede tomar un riesgo con un gorila de espalda plateada. Este es un animal peligroso”, dijo.”Mirando hacia atrás, tomaríamos la misma decisión. El niño está a salvo”, dijo Thane Maynard.
Ante la difícil decisión que enfrentó Maynard, la famosa primatóloga Jane Goodall le escribió una correo que ha sido dada a conocer en las redes sociales y que ha agitado la polémica, pues según la que es considerada la mayor experta en comportamiento primate en el mundo, el animal no estaba mostrando un comportamiento agresivo.
“Siento lástima por ti, por tener que defender algo que seguramente desapruebas”, escribe Goodall en un mail dirigido a Maynard y divulgado por su organización.
“Intenté ver exactamente lo que estaba pasando. Parecía que el gorila estaba poniendo su brazo alrededor del niño, como la hembra que rescató y regresó al niño de la exhibición en Chicago”, dice la primatóloga.
Goodall se refiere al caso de 1996 cuando un niño de tres años cayó al área de los gorilas en Chicago. En esa ocasión, una hembra llamada Binti Jua tomó al niño en sus brazos mientras llevaba a su propia cría en la espalda y lo protegió de los otros gorilas. Binti luego acercó el menor a una de las puertas de su hábitat para que los cuidadores del zoológico pudieran rescatarlo.
“Como sea, es una pérdida devastadora para el zoológico y para los gorilas”, añade Goodall y le pregunta al director Maynard cómo reaccionaron los otros animales y si se les ha permitido expresar su duelo.
El caso sigue dividiendo la opinión pública.
Algunos creen que el zoológico tomó una decisión demasiado rápido. Ian Redmon, presidente de The Gorilla Organization, dijo que los cuidadores tenían otras opciones aparte de disparar fatalmente.
“Cuando un gorila u otros simios tienen cosas que no deben de tener, los cuidadores negociarán con ellos, les dan comida, sus golosinas favoritas, piñas o algún tipo de fruta que no tienen y negocian con ellos”, dijo a CNN.
“No se si esto se intentó o la gente creyó que era demasiado el peligro pero parece ser muy desafortunado que se haya requerido un disparo letal”, dijo.
Jeff Corwin, experto en animales, dijo a CNN que los tranquilizantes pudieron haber tomado demasiado tiempo en hacer efecto.
“Puede tomar, en algunas ocasiones, dependiendo de qué medicamento es, puede tomar más de 10 a 15 minutos. Requeriría varios disparos”.
Muchos reiteraron que una vida humana estaba en peligro y que era más importante esa vida que la del gorila.