(CNN) – Cuando las autoridades anunciaron que un niño de 2 años fue agarrado por un caimán en la noche del martes cerca de un hotel de Disney en Florida, pocas personas entendieron la lucha y el dolor de los padres como Donna y Gary Weidenhamer.
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El hijo de 10 años de los Weidenhamer, Bradley, murió cuando un caimán lo agarró y arrastró hacia el río Loxahatchee en el condado Martin, Florida, el 20 de junio de 1993.
“Obviamente es una situación horrible”, dijo Gary Weidenhamer. “Me trae recuerdos de la horrible situación que atravesamos”.
“Perder un niño nunca es fácil, pero cuando es de una forma tan pública, es aún más duro”.
Bradley estaba en un viaje de canoa con sus padres y miembros de su equipo de béisbol de Little League a mitad de camino de un viaje de 11 kilómetros cuando el grupo se encontró con varios árboles caídos que bloqueaban el río, dijo Weidenhamer.
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Mientras los adultos trabajaban por mover los árboles para que el grupo pudiera pasar, Bradley se unió a un pequeño grupo que jugaba y se relajaba en el agua poco profunda. Un caimán lo atacó, dijo su padre.
“El caimán tomó la cabeza del niño con su boca y lo metió al gua”, dijo en ese entonces Jim Huffstodt, portavoz de la Comisión de Caza y Pesca de Florida
Esa comisión fue precursora de la actual Comisión de Conservación de Vida Silvestre de Florida.
Weidenhamer dijo que él y el entrenador del equipo Miguel Estrada golpearon al caimán y lucharon para quitarle al niño de su poderosa mandíbula mientras otros empezaban a golpear al animal con las palas de canoa.
Cuando lograron recuperar a Bradley, pusieron al pequeño en una canoa, dijo Weidenhamer, y realizaron reanimación cardiopulmonar mientras se apuraban a llevarlo hacia una ambulancia que lo llevó a un helicóptero para llevarlo al Hospital Jupiter.
Pero era muy tarde. Bradley fue declarado muerto por las grandes heridas en la cabeza, dijeron las autoridades del hospital a los medios locales en ese entonces.
“Para nosotros, la fe en Dios y nuestra iglesia y amigos y familiares nos ayudaron a superar eso”, dijo Weidenhamer.
Una muerte tan violenta es difícil de enfrentar, dijo Donna Weidenhamer, pero les ayudó a revaluar lo que es importante en la vida.
“te hace darte cuenta cuán importante es tu familia. Te pone las cosas en perspectiva. Cuán importante es compartir tu fe con las personas para que puedan ser fuertes a través de los momentos difíciles de la vida”, dijo Weidenhamer.
Según los Weidenhamer, las autoridades eventualmente capturaron y mataron al caimán.
“Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia”, dijo Gary Weidenhamer. “Uno no lo supera. Uno aprende a lidiarlo”.