(CNN Español) – El virtual candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, llegó a Reino Unido para visitar a sus campos de golf de Escocia justo cuando el resultado de la votación del referéndum fue anunciado.
Su primera reacción fue un tuit que provocó muchas respuestas críticas: “Acabo de llegar a Escocia. Este lugar está enloquecido con la votación. Acaban de recuperar su país, así como nosotros recuperaremos Estados Unidos. ¡Sin juegos!”, dijo.
El problema es que Trump no se tomó la molestia en revisar de hecho cómo había votado Escocia —uno de los cuatro países que componen el Reino Unido—: el 62% de los escoceses votaron a favor de la permanencia en le Unión Europea, según los datos oficiales.
Una de las primeras en señalar el error de Trump fue la cantante Lily Allen —hermana, por cierto de Alfie Allen, actor de ‘Game of Thrones’—, quien le dijo: “Escocia votó permanecer, idiota”.
El tuit de Allen tuvo una gran repercusión y provocó toda una serie de burlas hacia el candidato.
La campaña del referéndum británico —al igual que la elección de Estados Unidos— ha hecho hervir la rabia popular, el alarmismo de los políticos, la hostilidad hacia las élites políticas y el resurgimiento del nacionalismo, y expuso un sentimiento visceral en el electorado de que los votantes ordinarios han perdido el control de la política que da forma a sus vidas. El éxito del Brexit —la salida de la Unión Europea— plantea la cuestión de si esas fuerzas ejercerán una influencia similar en Estados Unidos en noviembre.
Tras el referéndum británico, Trump dijo: “Viene noviembre, el pueblo estadounidense tendrá la oportunidad de volver a declarar su independencia. Los estadounidenses tendrán la oportunidad de votar por políticas de comercio, inmigración y y relaciones exteriores que den prioridad a nuestros ciudadanos”. Y agregó: “(Los estadounidenses) tendrán la oportunidad de rechazar el gobierno actual de la élite global, y acoger el cambio real que ofrece un gobierno de, por y para el pueblo”.
De hecho, los votantes británicos mostraron ese tipo de rechazo de las élites políticas, empresariales y de medios de comunicación que Trump ha estado criticando.
Con información de Stephen Collinson y Michael Pearson de CNN