(CNN) – En su vuelo de regreso de Día Mundial de la Juventud en Cracovia, Polonia, el papa Francisco respondió preguntas de los periodistas a bordo del avión papal y habló del islam y de su posible mediación en los esfuerzos de diálogo en Venezuela.
“No me gusta hablar de la violencia islámica porque cada día cuando veo los periódicos veo violencia aquí en Italia: alguien que mata a su novia, alguien que mata a su suegra. Estos son católicos bautizados. Son católicos violentos”, dijo el pontífice.
Añadió que si se hablaba de la violencia islámica debía hablar también de la violencia católica.
“No todos los musulmanes son violentos. No todos los católicos son violentos”, dijo el papa en italiano.
“Es un poco como una ensalada de frutas, hay un poco de todo. Hay gente violenta en las religiones. Una cosa es cierta, creo que en todas las religiones siempre hay un pequeño grupo fundamentalista, fundamentalista. Los tenemos. Cuando el fundamentalismo llega al punto de matar, pues puedes matar tanto con las palabras como con un cuchillo” añadió.
“Creo que no es correcto identificar al islam con la violencia. Eso no está bien y no es cierto”, dijo.
¿Intermediará el Vaticano en Venezuela?
Al ser cuestionado por un periodista español sobre la posibilidad de que el Vaticano participara en los esfuerzos de diálogo en Venezuela entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición, Francisco recordó que hace dos años tuvo un encuentro muy positivo con el mandatario y que en ese entonces Maduro “canceló una audiencia programada en el Vaticano porque tenía una infección de oído”.
El pontífice también dijo que cree que al menos uno de los partidos políticos (de gobierno o de la oposición) ha pedido que el Vaticano participe en la medicación, añadiendo, no obstante, que no lo confirmaría.
De hecho, la oposición ha dicho que a menos de que un representante del papa se una a la mesa de diálogo, no participarán. Esta es una de sus condiciones.
La situación en Venezuela se está volviendo desesperante con casos de niños que mueren por falta de medicinas y de personas que esperan durante horas en fila para comprar elementos básicos. Alrededor de todo el país, los ciudadanos han estado saqueando supermercados y las turbas hambrientas han atacado camiones transportadores de comida.