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Trump le declara la guerra a ISIS
07:09 - Fuente: CNN

(CNNMoney) – A medida que comienza una nueva semana, ¿seguirá Donald Trump haciendo campaña en contra de los medios de comunicación estadounidenses tan agresivamente como hace campaña contra Hillary Clinton?

La respuesta es sí. Su última carta de recaudación de fondos se titula ‘Ahora tenemos DOS oponentes’.

“No podemos dejar que los medios se salgan con la suya. DEBEMOS contratacar”, dice la carta a sus seguidores.

Trump intensificó su campaña contra los medios de comunicación durante el fin de semana, al llamar “repugnante” a CNN; al decir que el New York Times se “va al infierno”, y al decir a los asistentes a sus mitines: “No estoy contendiendo contra la deshonesta Hillary, estoy contendiendo contra los medios deshonestos”.

Casi todos sus tuits del sábado y domingo fueron destinados a periodistas que lo cubren.

El domingo por la tarde escribió: “¡No es ‘libertad de prensa’ cuando se permite que los periódicos y otros digan y escriban lo que quieran, incluso si es completamente falso!”.

De hecho, lo es. Trump tiene la misma libertad.

“Él debe ser especialmente protector de la Primera Enmienda. Él podría estar en prisión en Europa por algunas de las cosas que ha dicho acerca de los musulmanes”, dijo este lunes Floyd Abrams, un legendario abogado de la Primera Enmienda, al programa de CNN Legal Monday .

En estos días, Trump, una criatura de los medios, odia lo que está leyendo y viendo. Está perdiendo ante Clinton en las encuestas estatales y nacionales encargadas por los medios de noticiosos. Y está siendo sometido a escrutinio en varios frentes distintos al mismo tiempo.

Aparentemente en respuesta, Trump ha estado atacando a los mensajeros y diciendo a sus seguidores que no crean en los mensajes.

“Si los medios de comunicación repugnantes y corruptos me cubrieran honestamente y no pusieran falsos significados en las palabras que digo, estaría superando a Hillary en un 20%”, tuiteó Trump el domingo.

Los políticos, en particular los del Partido Republicano, con frecuencia se quejan del escrutinio de los medios y acusan a los periodistas de ser parciales. Pero la ferocidad de los ataques de Trump no tiene precedentes en la política estadounidense moderna.

La carta de recaudación de fondos del lunes incluyó un vínculo a una Mainstream Media Accountability Survey (“Encuesta de Responsabilidades de los Medios de Comunicación”), algo que la campaña distribuyó por primera vez la semana pasada.

Trump está contendiendo explícitamente en contra de los medios de comunicación, incluso mientras realiza una campaña que se basa principalmente en la cobertura de noticias en lugar de en anuncios pagados para comunicarse con los estadounidenses.

“Él se ha girado para morder la mano que le daba de comer”, dijo el domingo el exeditor de Time Inc. John Huey al programa Reliable Sources.
Huey llamó “demagogo” a Trump y dijo que los periodistas son su nuevo “chivo expiatorio”: Primero fueron los mexicanos, luego los musulmanes, ahora eres tú. Son los medios de comunicación”.

El principal asesor de comunicaciones de Trump, Jason Miller, dijo que las críticas a los medios son necesarias.

“Si están completamente sesgados, los reportes ridículos que están transmitiendo, entonces, mira, tenemos que ponernos de pie y defendernos a nosotros mismos”, dijo en Reliable Sources.

Más tarde durante el día, la portavoz nacional de Trump, Katrina Pierson, dijo en CNN Newsroom que “los medios de comunicación han estado escribiendo el obituario de la campaña Trump durante 424 días”.

Muchos analistas republicanos y demócratas dicen que dudan que apalear a los medios de comunicación sea una estrategia eficaz para convencer a los votantes.

Pero los partidarios más elocuentes de Trump literalmente están alentándolo a que luche contra los medios de comunicación. Las multitudes en sus mítines regularmente abuchean y se burlan los periodistas que cubren los eventos.

“Esto realmente refleja, creo, el problema en que Donald Trump está sumido, y es que las 5,000, 10,000, incluso 20,000 personas delante de él están encantadas con estos comentarios. A nadie más le importa realmente”, dijo a Inside Politics de CNN el analista político Errol Louis.

“Creo que la mayoría de las personas son lo suficientemente sofisticadas como para darse cuenta de que no todo es culpa de los medios de comunicación”, añadió Louis. “En cierto modo pierde el tiempo, porque, de nuevo, todavía no estamos oyéndolo hablar de empleos o de comercio”.

El consejo editorial del conservador Wall Street Journal también reprendió a Trump, sugiriendo que su enfoque en los medios de comunicación está fuera de lugar.

En un editorial publicado el lunes por la mañana, el diario dijo: “Trump tiene razón en que la mayor parte de los medios de comunicación quieren que pierda, pero eso también puede decirse de George W. Bush, George H. W. Bush y Ronald Reagan. Es cierto de todos los candidatos republicanos presidenciales. La diferencia es que el señor Trump lo ha hecho muy fácil para los medios de comunicación y para sus oponentes”.

Y, sin embargo, la noche del sábado, cuando Trump dijo que el New York Times se “va al infierno” y amenazó con revocar las credenciales de prensa del periódico, la multitud aplaudió con aprobación.

En una medida que ha preocupado a muchos defensores de la libertad de prensa, la campaña Trump ha negado credenciales de prensa a varias agencias de noticias prominentes, incluyendo al Washington Post, a Politico, y a The Daily Beast.

Este mes Trump ha empezado a hablar de añadir al New York Times a la lista.

“Cuando escriben historias deshonestas, debemos ser un poco duros”, dijo el sábado.

Cuando se le preguntó si Trump hablaba en serio sobre eso, dijo Miller, “Ya veremos”.

Por separado, el compañero de fórmula de Trump, Mike Pence, dijo en Fox News Sunday, que un relajamiento de la denominada lista negra es “un debate en curso en la campaña”.