(CNN Español) – El Senado de Brasil debate en este momento el futuro político de la presidenta suspendida Dilma Rousseff.
Los legisladores escucharon en la mañana de este martes los argumentos tanto de la defensa como de la parte acusadora.
Rousseff enfrenta un juicio político por decretos que alteraron el presupuesto de la nación. Es acusada de modificar ilegalmente cuentas antes de su reelección en 2014 para ocultar un déficit en el presupuesto y seguir financiando programas sociales populares.
“No he cometido ninguno de los delitos de los que se me acusa”, dijo Rousseff. “Sé que seré juzgada, pero mi conciencia está tranquila. No tengo nada que esconder”.
Se espera que la decisión definitiva se conozca este miércoles después de otra maratónica jornada.
Este martes hubo otra oportunidad de la defensa de Rousseff para revertir lo que parece irreversible. Se escucharon argumentos finales de la defensa y la Fiscalía para darle paso a las intervenciones de los senadores. El proceso se ha dilatado más de lo que se esperaba.
La acusación debe ser ratificada por 54 votos o dos tercios de la mayoría de 81 senadores. Si la votación pasa, Rousseff será destituida definitivamente y Michel Temer, quien ocupa la presidencia interina desde que la mandataria fue temporalmente apartada de sus funciones, la reemplazará hasta las elecciones generales de 2018.
Es ampliamente esperado que Rousseff sea destituida. Así lo evidenció la votación del pasado 9 de agosto que dio luz verde definitiva al juicio político, que superó ampliamente los votos requeridos: 59 senadores votaron a favor y 21 en contra de iniciar el proceso.
La mandataria suspendida ha calificado todo el proceso como un golpe de Estado técnico dirigido por políticos implicados en una masiva investigación sobre corrupción.
En las calles de Sao Paolo se sintió la presión. El movimiento de los Sin Tierra pide la renuncia del vicepresidente Michel Temer.