(CNN) – Cuando piensas en naciones famosas por construir autos, las posibilidades de que México se te venga a la mente son casi nulas.
Pero dos hermanos, Guillermo e Iker Echevarría, están en la misión de cambiar eso con un auto de dos asientos construido por su propia armadora, Vuhl.
La primera creación de Vuhl, el 05, se encuentra entre el tipo de auto solo hecho para ir rápido por la pista y el que te ofrece emociones en carreteras secundarias. Sin embargo, el hecho de que su motor Ford de 2.0 litros desarrolla 285bhp en algo que tiene un peso al vacío de 695 kilogramos, significa cualquier cosa menos algo corto en desempeño.
La velocidad que el 05 alcanza no es menos impresionante que su diseño. El 05 surgió primero en diseño en 2013, cuando fue presentado por el piloto de Fórmula Uno Stirling Moss en el Real Club de Automovilismo en Londres. Una semana después, el conductor de Fórmula Uno Esteban Gutiérrez estaba conduciendolo en el Festival de la Velocidad Goodwood para mostrar que es algo en serio.
Tres años después, las ventas del Vuhl 05 han comenzado.
Negocio familiar
Era inevitable que los hermanos, que tienen experiencia en diseño industrial, no serían picados por el mosco del automovilismo. Su padre, Guillermo Echevarría, fue un piloto de carreras y amaba pensar en autos cuando estaba en casa, un pasatiempo que duró 30 años, explicó Iker.
De ahí que la inspiración para el diseño del 05 venga del apogeo del automovilismo, con poder ilimitado y pocas regulaciones, el mismo que nos dio al legendario Porsche 917 y al McLaren M8F.
“El diseño del Vuhl 05 está inspirado en las carreras Can-Am de la década de 1970”, dice Iker. “Sin puertas, sin techo, sin parabrisas y un arco de seguridad expuesto. El desafío era hacer que la esencia de esos icónicos autos funcionara con un concepto contemporáneo sin que se miraba retro”.
El diseño que resultó es una mezcla agresiva de líneas limpias y suaves contornos mezclados con una pizca de Batimóvil y la función sobre la forma distintiva en otros autos en esta categoría.
“Va a envejecer bien”, agrega, confiado. “Pretendemos que el Vuhl 05 y sus sucesores sean renombrados por su simplicidad efectiva y la estética, guiadas por la pureza de su función”.
Un pedigrí internacional
Aunque el espíritu es mexicano, el Vuhl es increíblemente multicultural. La carrocería es mexicana, pero alrededor del 50% de los componentes son británicos. El motor, en tanto, es estadounidense y varios paneles vienen de Canadá.
No solo eso, fue diseñado con la ayuda de Esiste, una firma italiana de diseño, que cuenta a Lamborghini, Maserati, Zagato, Superlegerra y Ducati entre sus clientes. (Iker inclusive fue tan lejos como irse a vivir a Italia por seis meses durante las fases de diseño del Vuhl)
Pero, ¿tiene un pedigrí internacional suficiente para tentar al comprador ‘snob’ acostumbrado a los autos británicos, alemanes e italianos?
“Estamos al tanto de que México no tiene antecedentes de ingeniería (automovilística) o carreras tan fuertes como otros países, por ejemplo, Alemania o el Reino Unido, lo que siempre será una barrera”, dijo Iker.
“Sin embargo, México está viviendo uno de sus mejores momentos en el automovilismo deportivo con dos pilotos mexicano en la Fórmula Uno y (el torneo) está de regreso en México”.
Desafiando expectativas
Como muchos otros armadores de superautos, Vuhl, ha tenido su ola de críticas, como las de quienes dicen que esta será otra compañía de superautos que morirá antes de que siquiera empiece. Sin embargo, luego de tres años, la compañía acaba de anunciar una versión más potente del 05, conocida como el 05RR.
Con el 05 y el 05RR bajo el brazo, Vuhl es causa de celebración, pero a veces el éxito toma tiempo y el respeto debe ser ganado. Por ahora, Vuhl puede explotar una brecha entre varios rivales establecidos.
“Es mucho dinero por un auto de hecho no tan exótico, pero está en un nicho por encima de (el armador británico) Zenos (y) Caterham y debajo de Radical (y) BAC en el que nadie parece estar, por lo que hay un mercado por tomar”, explicó el periodista de automovilismo Phil Huff.
“El que sea mexicano es irrelevante. Creo que pocas personas se darán cuenta de eso”, agrega.
Con planes de construir alrededor de 25 autos modelo 05 al año, cada uno con un valor de 78.250 dólares (60.000 libras), Vuhl tiene un largo camino por delante antes de que el Reino Unido, Alemania e Italia tengan que empezar a preocuparse, pero nunca México tuvo esa oportunidad para crear un impacto en el mundo de los autos.