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LAS VEGAS (CNN) – Flor Cardona es una enérgica y vivaz latina con una risa que se contagia. Ella se mueve con energía, fortalecida por el poder de la democracia estadounidense.

“Estaba llorando”, dice Cardona mientras describe su experiencia al depositar sus boletas por primera vez el pasado sábado, el primer día de votación adelantada en Las Vegas.

Cardona es una orgullosa mexicoestadounidense. Ella emigró a Estados Unidos hace 16 años como madre soltera con dos hijos pequeños. Ella llegó “sin documentos”, dice, y no podía hablar inglés.

Flor Cardona.

“Lo único que tenía era una gran bolsa de sueños”, dice.

La vida de Cardona ha sido una batalla. Ella trabajó duro para aprender inglés, encontró un trabajo como consejera en una preparatoria y sobrevivió a un cáncer en cuarta etapa. Se convirtió en una ciudadana estadounidense hace dos años. Ella quiere una candidata que luche por ella y por su familia. Dice que votará por Hillary Clinton.

La emprendedora Irma Aguirre también se siente apasionada por la elección de este año.

El bebé de Aguirre es su restaurante. Esta tercera generación estadounidense de origen mexicano es dueña de El Sombrero Mexican Bistro en Main Street en Las Vegas.

Irma Aguirre.

“Esta es una celebración de mis orígenes. Es una celebración de nuestra cultura, nuestra cocina, nuestra gente. Es nuestra contribución a la economía estadounidense”, dice, sobre un plato de salsa casera y chips de tortilla.

Ella sonríe con orgullo por sus logros, su cultura y su país, pero se preocupa sobre a dónde se dirige todo.

“Creo que estamos cayendo en el camino incorrecto”, dice.

Su deseo de cambio es lo que está llevándola a apoyar a Donald Trump.

Ellas están en diferentes lugares de la división política pero tanto Aguirre como Cardona son parte del poderoso electorado latino en el estado clave de Arizona, un grupo que constituye casi el 20% de todos los votantes en el estado.

Estrategia de campaña

Ambas campañas están cortejando al bloque latino.

“Hemos estado abordando a la comunidad hispana a diario. Tenemos llamadas diarias con líderes comunitarios, llamadas y reuniones con líderes evangélicos, pastores, gente de cámaras locales… por más de un año a la fecha”, dice Charles Muñoz, el director de la campaña de Trump en Nevada.

De forma similar, la campaña de Clinton ha estado trabajando para llegar a los hispanos con visitas domiciliarias, llamadas telefónicas y anuncios en español.

“El asegurarnos de que los latinos salgan a votar en masa es una prioridad estratégica para nosotros”, dice Jorge Neri, quien dirige la operación de Clinton en el estado.

A nivel nacional, la elección de este año puede registrar un número récord de votantes hispanos, ya que hay 27,3 millones elegibles para votar. Esos son cuatro millones más que en 2012, de acuerdo con el Centro Pew.

Además, en al menos cuatro estados clave, Nevada, Florida, Arizona y Colorado, la contribución del voto latino hace cuatro años fue de más del 10% de contribución nacional.

¿Impacto de la retórica de Trump?

Esto es exactamente por qué declaraciones de Trump como “tenemos algunos hombres malos y los vamos a sacar”, durante el debate final, han causado que el encuestador republicano Whit Ayers sacuda su cabeza.

“Él comenzó su campaña con un anuncio llamando a los mexicanos violadores y criminales. Él ha hecho campaña contra los que no son blancos, no solo contra los latinos, también contra los musulmanes, contra cualquiera que ya no era parte de la base republicana. No hay forma de ganar esta elección presidencial”, dice Ayers.

Él cree que Trump necesita ganar “algo así como un poco más del 40% entre los hispanos” para ser competitivo este año.

“George W. Bush logró el 44% del voto hispano en 2004, lo cual es una de las razones por las que fue reelecto”, dice Ayers. “Pero Mitt Romney logró el 27% del voto hispano en 2012, lo cual es una de las razones por las que perdió”.

Él apunta a la llamada autopsia del partido sobre qué ocurrió mal en 2012. El Comité Nacional Republicano escribió en su reporte post-mortem: “Si los hispanos estadounidenses perciben que el nominado republicano o candidato no los quiere en Estados Unidos (por ejemplo, la autodeportación), ellos no van a poner atención en nuestra siguiente frase”.

Cardona cita la retórica de Trump como parte de su motivo para votar por Clinton.

“En la forma en que él dice en entrevistas algo mal de los latinos, algo mal de los mexicanos, algo mal, en general, sobre mujeres, es irrespetuoso. Me falta al respeto totalmente”, dice Cardona.

Aunque Aguirre condona la retórica de Trump, ella dice en cambio que “esas no son las cosas en las que estoy enfocada. Estoy enfocada en alguien que sepa que hace algo, alguien que, como yo, tiene un sueño, una visión y la lleva a la realidad al trabajar súper, súper fuerte”.