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Inicia juicio a sobrinos de primera dama de Venezuela
03:46 - Fuente: CNN

(CNN) – Dos sobrinos de la primera dama de Venezuela fueron a juicio este lunes en una corte federal de Nueva York, en donde fueron acusados de conspirar para traficar más de 800 kilos de cocaína hacia Estados Unidos hace un año.

Los acusados son Franqui Francisco Flores de Freitas, de 31 años, y Efrain Antonio Campo Flores, de 30, sobrinos de Cilia Flores, quien está casada con el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.

El argumento inicial de la fiscalía describió a los sobrinos como unos narcotraficantes arrogantes y políticamente conectados. El fiscal Emil Bove señaló que el plan de los sobrinos era enviar aviones privados llenos de cocaína a Estados Unidos y que “pensaban que eran tan poderosos que podían salirse con la suya”.

La defensa, no obstante, dio una versión diferente, argumentando de que a pesar de las conexiones familiares, los dos hombres tienen vidas humildes en Caracas sin ningún cargo o posición en el gobierno venezolano.

La defensa también señaló la pobre calidad de la evidencia del gobierno: las declaraciones de los sobrinos tras el arresto fueron registradas en notas a mano tomadas por el único agente de la DEA que hablaba español en el avión usado para trasladarlos de Puerto Príncipe, Haití, a White Plains, Nueva York.

“Las pruebas del gobierno, literalmente, son habladurías”, dijo John Zach, quien pronunció el argumento inicial de parte de Flores de Freitas.

Zach dijo que el gobierno nunca incautó drogas o dinero. En vez, dijo, la evidencia se basa sobre todo en el testimonio del agente especial de la DEA Sandalio González, además de un montón de exinformantes de la DEA que ya han sido condenados por vender drogas sin la autorización de la agencia.

La mayoría del día se fue en el interrogatorio a González. El agente testificó que ha trabajado para la DEA desde 2000, que habla español fluido y que colaboró con la agencia antidrogas haitiana, la BLTS, para detener a los dos venezolanos en Haití antes de llevarlos a Nueva York en un Learjet de la agencia.

González testificó que una vez las autoridades tuvieron a ambos bajo custodia no se les permitió hacer una llamada hasta que llegaron a Nueva York, por preocupación de que si los altos mandos de Venezuela se enteraban del arresto habrían intentado evitar la extradición, especificando que eso ha ocurrido en el pasado.

Una vez estuvo a bordo del avión, Campo Flores renunció a su derecho a un abogado durante su cuestionamiento al firmar un formulario en español. González testificó que le preguntó a Campo Flores sobre una foto que muestra a un hombre sosteniendo un objeto rectangular marrón con bordes blancos. El agente dijo que preguntó quién estaba en la foto, y que Campo Flores le respondió que era él. Luego dijo que preguntó: “¿Qué estás sosteniendo [en la foto]?” y Campo Flores dijo: “Tú sabes lo que es”.

El fiscal le preguntó al agente en el juicio: “¿Y qué asumiste que eso significaba?”. Inmediatamente, el abogado principal que defiende a Campo Flores, Randall Jackson, gritó “¡Objeción!”, pero no antes de que González respondiera rápidamente “cocaína”.

El juez denegó la objeción y le pidió a González repetir su respuesta, ante una reacción audible de los presentes.

La defensa dejó en claro que piensan que las acciones de González a bordo del avión son problemáticas. González dijo que no grabó la conversación por preocupaciones de seguridad, diciendo que solo había cuatro agentes presentes (incluyéndolo a él) para custodiar a dos prisioneros, y que estaban hablando cerca de la cabina de mando del avión.

“Si tengo un dispositivo de grabación, quedo expuesto”, dijo.

Jackson criticó a González sobre por qué no usó uno de los dos dispositivos de grabación clandestina aprobados por la DEA que había a bordo de la aeronave, o por qué no puso su teléfono a un lado. González dijo que no se le ocurrió en el momento.

El juez Paul Crotty, quien preside el caso, dio por finalizada la audiencia del día antes de que Jackson pudiera terminar de cuestionar a González.

Se espera que el juicio dure al menos 10 días y que se reanude el martes a las 10:30 a.m. en la Corte del Distrito para el Distrito Sur de Nueva York, ubicada en el bajo Manhattan.