Nota del editor: La siguiente nota contiene información y detalles sobre el cuarto episodio de ‘The Walking Dead’. Si no has visto el capítulo, no sigas leyendo.
(CNN) – ‘The Walking Dead’ está siguiendo lo que se ha convertido en un patrón familiar para el éxito de AMC, mientras llega a la mitad de los de ocho episodios de una sombría, extenuante y excesivamente sádica séptima temporada.
La rutina es algo como esto: abre con algo sorprendente (y luego más). Se aleja para seguir episodios discretos e independientes que involucran otros personajes. Regresa a la trama central antes de finalizar con algún tipo de momento de suspenso máximo, por más irritante y manipulador que pueda ser.
El factor X hasta este momento —como quedó evidenciado en el episodio expandido de 85 minutos de este domingo— es Negan (interpretado por Jeffrey Dean Morgan), un sádico carismático que no sólo lleva un bate de béisbol, sino la amenaza constante de asesinar a alguien en cualquier momento.
Morgan ha aparecido en tres de los cuatro episodios y ha dominado rápidamente la serie. Sin embargo, el sentido de amenaza innegable que ha traído al show ha sido acompañado por incómodos, provocativos y de alguna manera problemáticos temas, empezando con su intensión abierta de emascular a Rick (Andrew Lincoln), líder del grupo que está ahora bajo el control de Negan.
“Ya no estoy a cargo. Negan lo está “, admitió Rick a su comunidad, lo que no impidió que Negan volviera a humillarlo.
‘The Walking Dead’ se ha enfocado más en la crueldad que los humanos puedan infligir a otros en una sociedad sin leyes, que en los horrores que hordas de zombies puedan cometer. Pero la llegada de Negan ha vuelto la serie en un prolongado examen de la vida bajo un mandato dictatorial, dejando a Rick y a su grupo contemplando una lista de terribles opciones que incluyen peleas, escapes o simplemente permitir que el régimen siga su curso.
Al haber sido testigo de la crueldad de Negan de manera cercana y personal, Rick propuso un tercer camino: “Les damos lo que ellos quieren y vivimos en paz”, dijo. Pero claramente otros son menos optimistas sobre esta perspectiva, incluyendo Mochonne (Danai Gurira), que amenaza con crear algunos momentos icómodos en la casa.
No hay ninguna duda de que la llegada de Negan le ha dado al programa una infusión de energía, algo que muchas series —incluso una tan popular como esta—pueden utilizar a estas alturas del camino. La actuación magnética de Morgan, sin embargo, ha tenido un costo en términos del “factor de asco”, sintiéndose menos como un escape que como un calvario.
‘The Walking Dead’ nunca ha sido para los quisquillosos —la sangre es una parte inherente de este mundo— pero ahora la serie corre el riesgo de perderse en la brutalidad.
En el proceso, los productores han tomado esta serie a la que sus más ardientes seguidores se han acercado con un sentimiento semanal de anticipación y lo han reemplazado, al menos para algunos, con algo cercano al pavor.