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(CNN) – Atascada en un camino aislado y bajo una fuerte nevada, una mamá de Pensilvania supo que debía hacer algo… y pronto. Así que emprendió un camino de 30 horas a través de zonas silvestres: fueron 41,8 kilómetros que estuvieron a punto de congelarla, subsistiendo únicamente con ramitas y con su orina. Todo para buscar ayuda.

Esta es su historia.

Una serie de eventos inesperados

Karen Klein, de 46 años, se dirigía al Parque Nacional del Gran Cañón con su esposo Eric y su hijo de 10 años. La carretera estatal 67, que lleva al borde del norte del cañón, fue cerrada por el invierno y el GPS de su automóvil los desvió a través de carreteras del servicio forestal.

Dos cosas ocurrieron: la nieve cubrió el camino y, cuando la familia intentó dar la vuelta, su carro cayó en una cuneta.

No había ninguna señal de que hubiera personas cerca y estaba nevando duro.

Klein había sido atleta de triatlón y alguna vez tomó cursos de supervivencia. Así que se despidió de su esposo e hijo y, armada con un poco de agua y algunos refrigerios, se puso en marcha.

Creyó que la autopista principal más cercana estaba apenas a una corta caminata de distancia. Lo que no sabía que era la carretera había sido cerrada por el invierno. Entonces decidió seguir caminando hacia la entrada del parque.

Eso fue en la tarde del jueves.

Nunca rendirse

“La oficina del aguacil del condado de Coconino y del condado de Kane están buscando a la mujer de 47 años Karen Klein, quien fue vista por última vez caminando el pasado 22 de diciembre a las 2:30 pm, cerca al parque DeMotte. Karen Klein mide 1,62 metros, pesa 47,6 kilogramos y su pelo es rubio a la altura de los hombros. La última vez que fue vista llevaba una chaqueta azul oscura de pieles falsas y un gorro de nieve. La señora Klein, su esposo y su hijo de 10 años son de Pensilvania. Rentaron un carro en Las Vegas y condujeron hacia el sur de Utah. En la tarde de ayer estaban siguiendo su sistema de GPS, con la intención de visitar el Gran Cañón. Sin embargo, la carretera estatal 67 que lleva al borde norte está cerrada por la temporada de invierno. El GPS los desvió hacia las carreteras de servicios forestales, que están bajo una fuerte nevada. Su vehículo quedó inhabilitado.

La señora Klein salió del vehículo buscando caminar hacia la carretera 67 para buscar ayuda. Tenía un poco de comida y agua y estaba vestida con varias capas de ropa. Después de que se alejó caminando, el área recibió más nieve y se espera otra cantidad adicional.

Para la tarde del viernes, la señora Klein sigue sin regresar. Su esposo Eric Klein hizo esfuerzos adicionales para conseguir ayuda. Escaló hacia un sitio más alto y pudo alcanzar los servicios de teléfono móvil para pedir socorro. La oficina del aguacil del condado de Kane respondió al llamado y rescató al señor Klein y a su hijo. Los dos recibieron tratamiento médico por congelación.

La búsqueda para encontrar a Karen Klein continúa. Un helicóptero del condado de Kane opera como parte de los esfuerzos de búsqueda. Los equipos de búsqueda y de rescate siguen indagando por el paradero de Karen Klein dentro y alrededor del Parque Demotte, que está a de 19,3 kilómetros al sur del Lago Jacob, al oeste de la carretera 67. El clima sigue impactando el área de búsqueda.

La oficina del alguacil planea tener una actualización de esta búsqueda para el sábado a las 10 am.
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Para la tarde del viernes, Klein seguía sin regresar.

Estando expuestos a congelarse, su esposo sabía que se estaba quedando sin tiempo. Así que dejó el refugio relativo del coche para escalar con su hijo a una zona más alta. Pudo alcanzar señal en su teléfono móvil y llamó para pedir ayuda.

Pero Karen seguía desaparecida.

Un poco después de la media noche del sábado, los rescatistas la encontraron. Estaba dentro de una choza de guardia que había sido cerrada por la temporada de invierno, ubicada en la puerta del borde norte del Gran Cañón.

A duras penas seguía consciente después de la exposición que sufrió. Había escalado 41,8 kilómetros durante 30 horas seguidas.

“Ella tomó la decisión de apegarse a su propósito y nunca rendirse”, aseguró su hermana gemela Kristen Haase a la afiliada de CNN WFMZ. “Lo hubiera logrado o se hubiera muerto tratando de hacerlo”, añadió.

Cuando Karen se quedó sin agua y sin reservas de comida, empezó a comer ramas de pino y a tomarse su propia orina, según lo que su hermana le relató al diario Morning Call. Klein sabía que si comía nieve aceleraría su hipotermia.

En un punto, Klein se quitó su zapato derecho para sacar un pedazo de hielo. Pero no pudo volver a ponérselo. Sin embargo, rehusándose a darse por vencida, caminó las últimos 6,4 kilómetros sin su zapato.

Le tomó nueve horas atravesar esos últimos kilómetros. Caminaba 3,04 metros, se caía, se volvía a levantar y se volvía a caer.

La voluntad de vivir

Para ese momento, Klein llevaba despierta más de 45 horas. Aterrorizada de quedarse dormida y sucumbir ante la hipotermia, se rehusó a detenerse hasta que encontró la choza de guardia.

Rompió una ventana para poder entrar y se acurrucó bajo unas mantas durante otras seis horas, hasta que los rescatistas al encontraron. Su hermana aseguró que nunca dudó de la voluntad de ella para mantenerse con vida.

“Lo que la mantuvo andando es que ella no quería que su madre la enterrara. Ella no quería que su hijo creciera sin una madre”, relató Haase.

Klein se recupera en un hospital y, aunque puede perder algunos de los dedos de sus pies debido al congelamiento, está de buen ánimo y anhelando volver casa, de acuerdo a lo que informó su hermana.

Las hermanas quieren celebrar su cumpleaños número 47 juntas, la próxima semana.