(CNN) – Debbie Urquhart necesitó 45 puntos en su brazo derecho, hombro y nalgas tras perder una buena cantidad de sangre durante su ‘suplicio’ del pasado sábado.
La entrenadora personal dijo que dejó su casa cerca de las 6:00 a.m. y había trotado sólo 500 metros cuando un canguro la pateó en el lado derecho de su cuerpo.
“Bueno, si hubiera regresado por mí, me habría matado. Era demasiado fuerte para mí, yo no podía alejarme de él”, dijo la madre de dos hijos al servicio de noticias del Canal 7.
“Me golpeó y me derribó en el pasto, me saltaba encima y yo gritaba. Mi reacción natural fue gritar”.
Fue entonces cuando Urquhart, de 54 años, se hizo la muerta y el canguro retrocedió.
Sangrando fuertemente, caminó tambaleante hasta su casa y su marido rápidamente la llevó a la sala de emergencias del Hospital Austin.
“Estaba allí, cubierta, cubierta de sangre de la cabeza a los pies y la camiseta y los pantalones cortos estaban destrozados, parecía que hubiera pasado por una picadora”, dijo Robert Urquhart.
Los residentes locales dicen que el canguro se ha convertido en una amenaza y que es necesario hacer algo, pero las autoridades dijeron que irían a recibir más quejas sobre este animal en particular.
“Me destrozó”, dijo Urquhart al periódico Manningham Leader.
“Él simplemente siguió pateándome y yo estaba tratando de arrastrarme”.
“Me dejó y pensé que iba a volver a matarme”.
“Cada vez que cierro mis ojos lo recuerdo de forma bastante vívida, es horrible”, dijo Urquhart. “Si me hubiera pegado en el estómago, podría haberme matado”.
La entrenadora personal fue dada de alta del hospital este domingo y fue capaz de caminar de nuevo el mismo día.
Ella dijo que el ataque no le impedirá hacer ejercicio, pero cambiará su ruta para trotar.
Con información de la afiliada de CNN en Australia INS