Jóvenes muestran su apoyo a Trump durante un evento en la Universidad Liberty en Virginia

Nota del editor: Harlan Hill es fundador de empresas emergentes y consultor político. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

(CNN) – ¡Trump, danos la oportunidad de vivir el sueño americano!

Tengo 26 años, así que cumplí la mayoría de edad durante el auge de Barack Obama como presidente de Estados Unidos. Lo apoyé, voté por él y fui víctima de su decadencia económica. A la sombra de los pasados ocho años, millones de millennials (milénicos) como yo simplemente queremos que Trump nos dé la oportunidad de vivir el sueño americano.

Queremos las mismas oportunidades que tuvieron nuestros padres y nuestros abuelos.

Los obstáculos macroeconómicos que Trump no puede controlar, como la automatización y la globalización, se interponen en nuestro camino para alcanzar ese sueño, pero hay varios cambios políticos que sí puede controlar.

Han de saber que muchos milénicos estadounidenses han retrasado ciertos objetivos de vida importantes simplemente porque no tenemos dinero para hacerlo.

Por ejemplo, hemos pospuesto la compra de nuestra primera casa, casarnos o tener hijos. Si nos pone atención durante los primeros 100 días de su mandato, el presidente Trump puede desatar el enorme potencial económico de mi generación.

Debería comenzar por hacer que sea más fácil que los milénicos accedan a préstamos hipotecarios. Después de la crisis financiera de 2008, el gobierno federal emprendió una campaña contra los grandes préstamos bancarios.

Actualmente, la burocracia y la gran cantidad de documentos que se necesitan ahuyentan a millones de personas que quieren comprar una casa. De hecho, según un informe de la Casa Blanca, “es menos probable que (los millennials) adquieran una casa en comparación con los adultos jóvenes de generaciones anteriores”.

Esto limita el valor de la propiedad de quienes actualmente tienen una casa y mantiene a los milénicos atrapados en un ciclo interminable de renta. Si se reduce la carga regulatoria que el gobierno impone a los bancos, estos volverán a emitir préstamos.

El siguiente paso es abordar simultáneamente la crisis de los préstamos estudiantiles y los altos costos de la educación superior. Bernie Sanders prometió que la matrícula universitaria sería gratuita, cosa que suena muy bien en teoría, pero no resuelve el incremento del costo la educación superior. En todo caso, el plan de Bernie permitiría que los costos fueran aún mayores.

Mejor hay que sacar al gobierno del negocio de garantizar todas las deudas estudiantiles y meterlo en el negocio de las becas educativas. La razón es sencilla: antes de que el gobierno se involucrara, los incrementos a las colegiaturas universitarias correspondían a la inflación. No obstante, según un informe de Bloomberg Businessweek, las colegiaturas universitarias se han disparado más del 1,120% desde 1978.

Una vez que se hayan contenido los costos de los estudiantes de hoy y del mañana, hay que dar a los graduados una vía hacia la condonación de su deuda. El señor Trump tiene la oportunidad de tener un gesto de piedad que los milénicos no olvidarán… y que rendirá frutos si nos permite tener la estabilidad económica necesaria para empezar a formar una familia.

Un último consejo: no se quede estancado en las distracciones de las cuestiones sociales. A los milénicos no nos importa quién quiera casarse. Los milénicos no quieren que el gobierno les diga a las mujeres qué tienen que hacer con su cuerpo.

Los milénicos simplemente queremos una economía que nos vuelva a convenir. Si Trump puede lograrlo, los milénicos (y los padres de los “millennials” que aún viven en el hogar familiar) lo apoyarán en cantidades sin precedentes en 2020.