(CNN) – Los actores clave en la guerra de Siria se reúnen este lunes en la capital de Kazajstán, en unas conversaciones encaminadas a consolidar un cese del fuego en todo el país y que podría allanar el camino para una solución política después de casi seis años de guerra.
Se espera que las negociaciones entre la delegación del gobierno y los rebeldes, patrocinadas por Rusia y Turquía, duren tres días. Moscú y Ankara han estado respaldando diferentes partes del conflicto.
En Astaná habrá delegados de Rusia, Turquía, Irán y las Naciones Unidas.
El nuevo Gobierno de Estados Unidos dijo que no va a enviar una delegación a las negociaciones debido a “las demandas inmediatas de la transición”, pero estará representada por su embajador en Kazajstán.
Se espera que tras las conversaciones de Astaná siga una reunión mediada por la ONU en Ginebra, Suiza, el 8 de febrero.
¿Qué es diferente en estas conversaciones?
Estas conversaciones están probando una asociación renovada entre Moscú y Ankara, que desde hace unos seis años han respaldado firmemente a las diferentes partes del conflicto.
Turquía ha estado apoyando activamente a las fuerzas rebeldes cerca de su frontera, mientras que Moscú es aliado de Bachar al Asad, y su participación militar jugó un papel decisivo en los últimos avances del régimen en Aleppo. Los combatientes de Irán también han estado luchando en el lado de las tropas del gobierno.
Estados Unidos, por su parte, se ha desplazado a un segundo plano en los últimos meses y no estuvo involucrado en los últimos esfuerzos de cese del fuego.
Moscú y Ankara utilizaron su influencia sobre el terreno el mes pasado para asegurar un frágil alto el fuego que entró en vigor el 30 de diciembre después de que los combatientes rebeldes perdieron el control del este de Aleppo.
La esperanza es que Turquía y Rusia pueden usar su influencia para consolidar una tregua y, de manera más ambiciosa, una resolución de un conflicto en el que han muerto más de 300.000 personas y desplazado a más de la mitad de la población del país.
¿Cuál será el resultado de las conversaciones?
Mientras que el diálogo indirecto ha sido bien recibido por las diferentes partes en el conflicto, parece que hay divergencia entre las dos delegaciones en cuanto al objetivo de estas negociaciones.
Asad dijo que espera que los rebeldes estén de acuerdo en deponer las armas a cambio de una amnistía. Le dijo a la televisión japonesa TBS que espera ofertas de reconciliación después de las conversaciones Astaná.
Pero el jefe de la delegación rebelde, Mohammad Alloush, dijo que solo están interesados en acordar un alto el fuego. “Astaná es un proceso para terminar el derramamiento de sangre por el régimen y sus aliados. Deseamos terminar esta secuencia de crímenes”, dijo a la AFP.