(CNNMoney) – Estados Unidos y Canadá ya develaron las primeras pistas sobre un nuevo acuerdo comercial al que podrían estar llegando sin México. Y este país anunció que no le interesa ningún trato que lo ponga en desventaja.
El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, fue enfático en que el nuevo mandatario buscará acuerdos “bilaterales” de comercio: es decir, solamente entre dos países.
“El gobierno de Trump buscará oportunidades comerciales bilaterales con aliados de todo el mundo”, aseguró Spicer, durante la conferencia de este lunes.
Un acuerdo entre Canadá y Estados Unidos sería un duro golpe para México, que envía cerca del 80% de sus exportaciones a estos dos países: justamente, se trata de sus socios comerciales más grandes.
Además, representaría importantes desafíos para las compañías estadounidenses que envían suministros dentro y fuera de las tres naciones sin mayores problemas.
Los expertos aseguran que romper los lazos comerciales con México representaría una pérdida de trabajos en los dos países, pero que sería peor para la nación latinoamericana.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, Canadá y México es un acuerdo multilateral.
Los comentarios de Spicer se produjeron después de que el embajador de Canadá en Estados Unidos, David McNaughton, sugiriera el fin de semana que su país también podría considerar tener conversaciones bilaterales con el gobierno estadounidense.
“Cooperaremos en asuntos trilaterales cuando sea de nuestro interés y estaremos buscando hacer cosas que también respondan a nuestro interés bilateral, le explicó McNaughton a la prensa.
Durante su campaña presidencial, Trump definió el TLCAN como “el peor acuerdo comercial que, tal vez, jamás se haya firmado en ningún otro lugar” y esta semana reiteró que las conversaciones para renegociar las condiciones del tratado empezarían muy pronto. De hecho, si los diálogos no tienen un buen desarrollo, la Casa Blanca afirmó que retiraría a Estados Unidos del TLCAN.
Posteriormente, Spicer aseguró que el destino de este acuerdo multilateral depende de las próximas reuniones que sostendrá Trump con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
El embajador MacNaughton también explicó que quiere asegurarse de que Canadá no sea “el daño colateral” si Trump decide romper el TLCAN.
“Sobre lo que debemos preocuparnos es si nosotros vamos a ser el daño colateral”, insistió MacNaughton.
La ministra de Comercio Internacional de Canadá, Chrystia Freeland, no respondió la solicitud enviada por CNN para comentar sobre este tema.
Los líderes de las tres naciones se pronunciaron sobre el tratado durante el pasado fin de semana y cada uno enfatizó que cualquier nuevo acuerdo debe beneficiar a todas las partes involucradas.
Este lunes, Peña Nieto reiteró su apoyo al TLCAN, pero añadió que estaría abierto a revisar un nuevo acuerdo, siempre y cuando beneficie a México.
“Debemos preservar el libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México”, sostuvo el mandatario durante un discurso.
Sin embargo, el ministro de Economía de México dijo que el país no va a firmar un mal acuerdo. Ildefonso Guajardo advirtió que su país puede dejar el TLCAN si los nuevos términos no son favorables para la nación.
“Si vamos a terminar con menos de lo que ahora tenemos, no hay ningún sentido en quedarse”, señaló Guajardo en el programa de noticias mexicano Despierta con Loret. “Es imposible venderlo (el nuevo tratado) aquí en casa si los beneficios para México no son claros”, añadió.
Guajardo y otros funcionarios mexicanos se reunirán en los próximos días con los asesores comerciales de Trump, en Washington.
En lo que concierne a Estados Unidos y Canadá: estos dos países tienen una de las relaciones comerciales más grandes del mundo. En 2015, el comercio entre ambas naciones sumó 662.000 millones de pesos, poco más de 31.000 millones de dólares.
De hecho, Estados Unidos y Canadá tenían un tratado de libre comercio antes del TLCAN. Ese acuerdo sirvió de marco para el pacto entre los tres países, que se convirtió en ley en 1994. El convenio previo al TLCAN fue respaldado por el presidente Ronald Reagan y se firmó en 1987.
Para los expertos, volver a ese tratado anterior entre Estados Unidos y Canadá será fácil en el papel. Sin embargo, en la realidad, va a ser mucho más difícil por la manera en que operan las empresas dentro del TLCAN, pues las cadenas de suministro están repartidas en los tres países.
“Para Estados Unidos y Canadá el hecho de excluir a México probablemente significará una agitación en las cadenas de suministro de muchas compañías”, indicó Scott Lincicome, abogado de comercio en la firma de abogados White & Case.