(CNN) – El presidente Donald Trump dijo que quiere “combatir el fuego con fuego” cuando se trata de detener el terrorismo, lo que sugiere que podría estar abierto a autorizar la tortura porque “absolutamente” cree que funciona.
Pero en caso de reinstalar la tortura en los interrogatorios, Trump estaría violando una ley estadounidense ratificada por el Senado, en 2015, e iría en contra de la opinión del secretario de Defensa, James Mattis.
El director de la CIA, Mike Pompeo, dijo a los senadores, a principios de este mes, que no iba a autorizar el uso de la tortura, aunque más tarde dijo que consideraría utilizar de nuevo la técnica del waterbording (ahogamiento simulado) y otras técnicas de interrogatorio bajo ciertas circunstancias.
En una entrevista con ABC News, Trump dijo que “la gente en el más alto nivel de inteligencia” le dijo que la tortura funciona, algo que los expertos militares han refutado. Sin embargo, luego dijo que va a escuchar lo que sus secretarios del gabinete tengan que decir sobre el tema.
“Cuando ISIS está haciendo cosas de las que nadie había oído hablar, desde los tiempos medievales, ¿que si me preocupa el ahogamiento simulado?”, se preguntó Trump, y agregó: “Combatiremos fuego con fuego”.
El argumento de Trump fue que ISIS decapita personas y publica los videos en internet, pero que a Estados Unidos “no le está permitido hacer nada”.
“Quiero hacer todo lo posible dentro de los límites de lo que está permitido hacer legalmente. Pero ¿que si creo que funciona? Absolutamente”, remató.
Demócratas y republicanos por igual han rechazado la idea de reinstaurar los métodos de tortura que fueron utilizados por el gobierno de George W. Bush, después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Pompeo dijo este mes que “absolutamente no” iba a reiniciar el uso, por parte de la CIA, de tácticas de interrogatorio que caen fuera de los manuales del Ejército.
Sin embargo, en una serie de respuestas escritas a preguntas de los miembros del Comité de Inteligencia del Senado, Pompeo dijo más tarde que estaba abierto a realizar cambios en dicha política.
El Senado votó abrumadora a favor de prohibir la tortura en todo el gobierno de Estados Unidos, en 2015, codificando por ley la prohibición que el presidente Barack Obama emitió por decreto poco después de su toma de posesión, en 2009.