Moscú (CNN) – Un proyecto de ley, que despenalizaría algunas formas de violencia doméstica en Rusia, pasó una etapa clave en la Duma o Parlamento, el miércoles.
El proyecto de ley, también llamado “ley de las bofetadas”, despenaliza una primera ofensa de violencia doméstica que no perjudique gravemente a la persona, lo que la convierte en un delito administrativo menos grave. El proyecto de ley también incluye la violencia contra los niños.
Más del 85 por ciento de los legisladores de la Duma rusa aprobaron este miércoles, en su segunda lectura, el proyecto de ley, considerado como parte de la iniciativa del presidente Vladimir Putin de apaciguar a los conservadores que presionan por mantener los “valores familiares tradicionales”.
Necesitará una tercera lectura y votación antes de que vaya a la Cámara Alta y luego a sanción presidencial.
Los patrocinadores del proyecto de ley, entre ellos la senadora conservadora Yelena Mizulina, dicen que la ley propuesta simplemente adaptaría el derecho de familia a las reformas aprobadas el verano pasado, que aliviaron el castigo por otros ataques menores.
La senadora, una firme defensora de los valores tradicionales, fue también la autora de la controversial ley rusa denominada “Ley de Propaganda Homosexual”, que prohíbe “la promoción de relaciones sexuales no tradicionales”.
La Iglesia Ortodoxa Rusa, con sus normas enfocadas en la familia tradicional, está también influenciando el debate. También lo están haciendo las reglas tradicionales de la vida familiar rusa, entre ellas la Domostroi, un manual de siglos que prescribe estrictas normativas sobre el comportamiento y requiere de absoluta sumisión a la cabeza del hogar.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declinó opinar sobre si la violencia doméstica debería ser despenalizada, pero dijo a los periodistas que “crear familias sólidas es una prioridad, es lo que todo el mundo necesita”.
‘Un gran paso atrás’, dice Human Rights Watch
Grupos de derechos de las mujeres se oponen duramente al proyecto de ley diciendo que despenalizar las agresiones sólo fomentará más violencia en un país donde la tasa de violencia en los hogares es relativamente alta.
Human Rights Watch instó al Parlamento a rechazar la ley, calificándola de “peligrosa e incompatible con las obligaciones internacionales de Rusia en materia de derechos humanos”.
“La aprobación de esta ley sería un gran retroceso para Rusia, donde las víctimas de violencia doméstica ya enfrentan enormes obstáculos para obtener ayuda o justicia”, dijo la investigadora de Human Rights Watch en Rusia, Yulia Gorbunova.
La activista Alena Popova ha lanzado una petición en Change.org pidiéndole a la Duma que apruebe una ley completamente nueva en contra de la violencia doméstica. Más de 224.000 personas la han firmado.
Cuando se le preguntó si Rusia necesitaba una ley separada de violencia doméstica, Peskov dijo a periodistas, este miércoles, que el proyecto de ley actual también estaba dirigido a prevenir la violencia. “Si echas un vistazo al proyecto de ley, la responsabilidad (se debe tomar) en el caso de una reincidencia, por lo que exagerar sobre la responsabilidad de exponer las relaciones familiares no sería apropiado”, dijo.
“Indudablemente, debería haber responsabilidad, debería haber una legislación reguladora que pudiera prevenir la violencia doméstica, pero comparar la violencia doméstica con casos separados de menor importancia desde el punto de vista legal, no es apropiado”.
Los datos oficiales de violencia doméstica en Rusia no son recolectados de manera centralizada, lo que hace más difícil su verificación. Pero la agencia estatal RIA Novosti reporta que el 40 por ciento de los delitos graves en Rusia son cometidos en el seno de la familia.
Cerca de 36.000 mujeres son golpeadas por sus esposos diariamente, y 12.000 mueren al año como resultado de la violencia doméstica, una mujer cada 44 minutos.
Alex Felton y Jill Dougherty, de CNN, contribuyeron a este artículo.