(CNN Español) – Hace un año estaba lleno de gusanos, vivía en la calles de Nigeria y sobrevivía de los desechos de los transeúntes. Hubo que someterlo a transfusiones diarias de sangre para mantenerlo con vida y luego a una operación en su uretra pues tenía un defecto de nacimiento.
El menor fue abandonado por su familia, que lo acusó de ser un brujo, dijo Anja Ringgren Loven, la trabajadora social quien lo rescató.
Ahora Hope (que significa esperanza en inglés) está irreconocible.
“El 30 de enero de 2016 fui a una misión de rescate con David Emmanuel Umem, Nsidibe Orok y nuestro equipo de Nigeria. Una misión de rescate que se volvió viral, y hoy, exactamente hace un año, el mundo conoció a un niño llamado Hope. Esta semana va a comenzar el colegio”, escribió Loven en su página de Facebook el pasado lunes.
Loven es la fundadora de African Children’s Aid Education and Development Foundation, que creó para rescatar a niños que son llamados brujos por la comunidad.
En el estado de Akwa Ibom, en donde encontraron a Hope, es un delito tachar a un niño de brujo, pero la práctica persiste.
La creencia en la brujería crece alrededor del mundo. En 2009, alrededor de 1.000 personas acusadas de ser brujas en Gambia fueron encerradas en centros de detención en marzo y forzadas a tomar una peligrosa poción alucinógena, dijo Amnistía Internacional.
En 2010, CNN reportó sobre la difícil situación de los niños en Nigeria que son sometidos a exorcismos y a veces son asesinados por su propia familia.
Hope, que ahora tiene tres años, vive feliz con otros niños, entre ellos el hijo de Loven, David Jr.
Loven lidera la campaña Hope —el nombre que ella le puso al menor— en redes sociales y ha compartido imágenes de varios colaboradores, incluyendo su propio hijo, David Jr., a quien algunos usuarios confunden con Hope.
Hope ahora está bien, pero puede haber muchos otros niños en su situación.
Sam Ikpe-Itauma, de la Red de Derechos y rehabilitación de Niños, que rescata niños como Godswill, le dijo a CNN: “Una vez que se dice que un niño es un brujo, que está poseído con un hechizo capaz de convertirlo en cosas como un gato o una víbora… se cree que podría causar todo tipo de estragos como matar personas, provocar enfermedades y desgracias a la familia”.
Ikpe-Itauma no cree en brujería e intenta crear conciencia en las comunidades sumidas en la histeria. Él cree que la pobreza es el factor clave que lleva a creer en brujería. “La pobreza es la hermana gemela de la ignorancia”, dice.