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Como cualquier estudiante universitaria, Vanessa Ramírez nunca esperó que la quimioterapia fuera parte de su apretada agenda escolar.

“No tengo antecedentes de cáncer en mi familia, así que no fue algo que me tuviera a la expectativa”, dijo Ramírez, sentada a las afueras de la biblioteca de su alma mater, la Universidad Estatal de Arizona.

Ramírez fue diagnosticada con cáncer de ovario cuando tenía 23 años. Ahora, más de una década después, está sana, y sus hijos también.

“Pero es cierto que pueden ocurrir situaciones de emergencia. Tengo dos niños pequeños que corren. Son bulliciosos. A mi hija le gusta trepar a los árboles”, contó Ramírez, para explicar la prioridad que le da al seguro médico.

Superando su enfermedad a tan temprana edad, Ramírez no da por sentada la atención de salud. Y la Ley del Cuidado de Salud Asequible (ACA) le ha dado esa seguridad. Incluso con su condición preexistente compró seguro a través de cuidadodesalud.gov, y sus hijos también obtuvieron cobertura.

“Quiero que puedan tener un seguro de salud y que los médicos los controlen, en caso de que surja algo desafortunado”, dijo Ramírez.

Los niños de Ramírez están cubiertos por el Programa de Seguro de Salud Infantil federal, llamado CHIP, que es para familias que trabajan pero que no califican para el Medicaid. La versión de Arizona se llama KidsCare.

Los legisladores de Arizona congelaron la inscripción a KidsCare en 2010. Y hasta el año pasado, fue el único estado sin un programa activo. Pero el Obamacare ayudó a revivirlo cubriendo todo el costo en Arizona y en un puñado de otros estados, al menos hasta 2017.

“Mucha gente no se da cuenta de que una derogación de la Ley de Cuidado de Salud Asequible podría acabar con KidsCare, un programa que recién está reinstalándose”, dijo Dana Wolfe Naimark, del grupo de defensa Children’s Action Alliance.

Desde que el gobernador Doug Ducey y la legislatura reabrieron el programa infantil en 2016, la matrícula ya superó los 13.000 inscritos. Pero ahora, Naimark está preocupada por las consecuencias si se deroga ACA.

Vanessa Ramírez fue diagnosticada con cáncer de ovario cuando estaba en la universidad. Ahora, toda su familia tiene atención de salud gracias al Obamacare.

“Dependería de la legislatura estatal si pueden invertir dólares del estado para que el programa siga funcionando, o si la cobertura desaparecería”, opinó Naimark.

En años recientes, Arizona ha tenido una de las tasas más altas de niños no asegurados en el país. Pero el Obamacare comenzó a cambiar esa realidad, ofreciendo cobertura a miles de niños. También fue uno de los estados liderados por republicanos que expandió el Medicaid bajo ACA, después de una feroz batalla por la creciente influencia federal; lo mismo pasó al reinstalar KidsCare. Según la ley estatal, se puede suspender la expansión del Medicaid y de KidsCare, o cerrar los programas, si el financiamiento federal disminuye demasiado.

“Siempre que echamos un vistazo a algunos de estos enfoques que vienen de arriba, de Washington, realmente vemos que estas pólizas tienen una cantidad de beneficios innecesarios, que los individuos y las familias no salen a comprar por su cuenta”, dijo Naomi López Bauman del conservador Goldwater Institute. Su organización demandó para detener la expansión del Medicaid del estado.

Una de las propuestas apoyada por el liderazgo republicano es dar a los estados una cantidad fija de dinero, llamada subvención en bloque, y permitirles tener más voz sobre a quién y qué cubren. Bauman dijo que cree que, con suficiente flexibilidad, el estado podría ahorrar dinero.

“¿Facilita esto que los individuos y las familias obtengan la cobertura y el cuidado que mejor se adapte a sus propias necesidades y preferencias?”, dijo Bauman.

Pero otros conservadores dicen que el cambio en la forma de financiar estos programas podría ser contraproducente. Heather Carter es una representante estatal republicana, quien votó por la expansión del Medicaid y por reiniciar KidsCare.

“Lo que espero que no suceda es que las decisiones que se tomen a nivel nacional no nos penalicen por ser eficientes y eficaces”, dijo.

Carter dijo que Arizona ya tiene uno de los programas del Medicaid de menor costo en el país. Y los funcionarios del Medicaid aquí advierten que las subvenciones en bloque podrían realmente cambiar el estado porque tiene una población en

rápido crecimiento y una gran proporción de personas que viven alrededor de la línea de pobreza. Menos fondos federales probablemente obligarían a los legisladores a recortar los servicios.

“Tendremos que tomar decisiones muy difíciles en Arizona sobre quién recibirá y no recibirá cobertura”, dijo Carter. Le costaría a Arizona cientos de millones de dólares mantener a todos cubiertos por el Medicaid como lo están ahora, según el Comité de Presupuestos de la Legislatura Estatal. Incluso los demócratas como la líder estatal de la minoría del Senado Katie Hobbs admiten que eso no es realista.

“No veo a nadie en el estado avanzando y diciendo que cubriremos esto, porque no tenemos el dinero para hacerlo”, dijo Hobbs. Arizona tiene más niños matriculados en el mercado federal que casi cualquier otro estado. Añadiendo el Medicaid y KidsCare, 130.000 niños o más, miles de ellos hispanos como los hijos de Ramírez, podrían estar en riesgo de perder su cobertura, según Carter, si el Congreso no llega a reemplazar ACA por un programa que incluya una cobertura similar.