(CNN) – La diplomacia es un arte. Y también puede ser incómoda.
En un ejemplo muy público de esta frase, no fue la cálida relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, lo que más reacciones provocó en las redes sociales tras su encuentro del viernes.
Trump jaló la mano de Abe, le dio palmaditas varias veces y la sostuvo durante 19 segundos.
Cuando completaron el saludo, Trump se apartó y Abe hizo una curiosa expresión facial.
“Manos fuertes”, le dijo Trump a Abe mientras los medios salían del salón.
Esto ocurrió después de la llegada un tanto brusca a la Casa Blanca, cuando el auto de Abe dio un giro muy amplio y tuvo que hacer un movimiento para evitar chocar con el Ala Oeste.
Trump le dio al primer ministro un gran abrazo enfrente de las cámaras antes de pasar adentro.
Finalmente, durante la conferencia de prensa conjunta, los tuiteros empezaron a especular si Trump llevaba puesto o no su audífono para la traducción.
Abe dio la conferencia en su lengua original. Hacia el final de la conferencia, Trump parecía llevarse el audífono a su oído.
“Trump se acaba de poner su audífono mientras el primer ministro Abe habla, pero aún así se carcajeó con el chiste sobre el golf de antes cuando no lo traía. ¿Habla japonés?”.
Todo esto ocurrió antes de que Trump exclamara con entusiasmo: “¡Vamos a Florida!”.
Trump, Abe y sus esposas tenían programado pasar el fin de semana juntos en la propiedad de Trump en Mar-a-Lago.