(CNN Español) – Como si salir en grupo fuera el mejor amuleto para sobrevivir, cientos de tortugas lora anidan de forma sincronizada en el Refugio de Vida Silvestre Ostional en Guanacaste, en el Pacífico costarricense. Se trata de un espectáculo natural que las investigaciones aún no logran explicar. El nacimiento masivo de estos animales también afecta la vida del pueblo, pendiente de su llegada cuando la Luna marca el cuarto menguante y con el reto de aprovechar de forma sostenible sus beneficios y, al mismo tiempo, procurar la conservación de la especie.
Hacia el Refugio de Vida Silvestre Ostional
CNN emprendió un viaje de casi siete horas por carretera desde San José, capital de Costa Rica, hasta la costa del Pacífico norte, donde el sol abrasa tierras bondadosas que tienen el basamento más antiguo del territorio costarricense.
Un viaje que incluyó pasar por caminos de asfalto y lastre y cruzar el puente sobre el gran Río Tempisque, cuyos afluentes nacen en la Cordillera Volcánica de Guanacaste, la provincia con más territorio en la Península de Nicoya, la más grande de Costa Rica, con casi 44.000 hectáreas de áreas silvestres protegidas y 71.000 marinas.
Fotos: cientos de tortugas lora dejan sus huevos en una playa de Costa Rica
Una de ellas es el Refugio de Vida Silvestre Ostional, que incluye la playa de siete kilómetros con el mismo nombre. Ahí la naturaleza sabe lo que esconde y dónde lo esconde. Cuando hay arribada se cubre de tortugas porque “son miles de tortugas en una noche, es como ver algo fuera de la normalidad”, dice Yeimi Cedeño, la bióloga que está a cargo del refugio.
Y no es cualquier noche: la Luna ofrece su propio acertijo. Llegan en cuarto menguante durante tres días, en la noche solo se permite observarlas con luz roja porque se cree que la luz blanca las desorienta.
Llega el amanecer
La llegada del amanecer expone los secretos que los científicos todavía no logran develar, ¿cuál es la razón por la que esta playa se convierte en una enorme sala de parto de esta especie de tortuga? Según el guardaparque Pablo Baltodano, no hay una respuesta definitiva, pero se cree que la tortuga que nace en una playa cuando se hace adulta llega al mismo territorio porque guarda la información.
Su llegada transforma la playa en uno de los pocos lugares en el mundo donde desova en arribadas, pueden ser hasta 300.000 tortugas, especialmente en la estación lluviosa entre septiembre y noviembre. Después de dejar sus huevos en la arena, las hembras regresan al mar en las primeras horas de la mañana.
Los machos no salen del mar. “Es la única (tortuga) que exhibe este fenómeno de anidación masiva en Costa Rica y realmente es un enigma la razón por la que se da ese sistema sincronizado de anidación, se cree también que es para evitar depredadores o porque es más efectiva la reproducción”, asegura Cedeño.
El nombre científico de la tortuga lora es lepidochelys olivácea, mide entre 55 y 75 centímetros y puede llegar a pesar más de 40 kilos.
En cada salida deja en promedio 105 huevos, las crías nacen 45 días después de la anidación. En esta visita CNN tuvo la suerte de ver a unas anidar y a otras dar sus primeros pasos. Y es en este momento, en el que la naturaleza y la comunidad suscriben un pacto que hasta hoy da buenos resultados. En 1985 se creó la Asociación de Desarrollo Integral de Ostional (ADIO) y solo sus socios pueden recolectar y comercializar los huevos. Para Giselle Rodríguez, una de las socias, también contribuyen con la preservación de la naturaleza del lugar, porque como comunidad organizada le dan mantenimiento a la playa.
En esta playa es común ver a los asociados con sacos al hombro, repletos de huevos.
Aunque algunos podrían señalar que esta acción perjudica a las tortugas, biólogos y autoridades ambientales dicen que es necesaria. Por la gran cantidad de huevos que dejan, muchas tortugas escarban sobre los nidos de otras, la arena se satura con microorganismos y se pierde gran parte de los huevos.
“Cuando hablamos de la conservación, no solamente significa protección, también es un uso sostenible de los recursos naturales. En este caso, la asociación tiene un beneficio del uso de este recurso, pero también hace una inversión tanto a nivel social como a nivel ambiental”, explicó Cedeño.
Restricciones para entrar a la playa
Los asociados, junto a los guardacostas y guardaparques vigilan la playa para evitar el saqueo ilegal. Además hacen limpieza, cuidan los huevos que quedan y ayudan a las tortugas recién nacidas a llegar al mar. También procuran evitar una entrada masiva y sin control de turistas, como ocurrió en 2015 cuando cientos de visitantes tocaron a los animales, pisaron nidos y obstruyeron el camino de las tortugas.
Por esta razón, durante la llegada de las tortugas se restringe el acceso a la playa y los visitantes deben contar con un guía local acreditado para apreciar este espectáculo natural. Para Tom Miller, proveniente Canadá, la arribada es “fantástica, sobre todo cuando se observa a las tortugas que salen de sus huevos y procuran llegar el mar”.
Comercialización del huevo y organización comunal
El turismo es una importante fuente de ingresos para Ostional, pero la venta de los huevos de tortuga le ha cambiado la vida a muchos. En los tres días de recolección se pueden reunir alrededor de 30.000 huevos, sobre todo en la época lluviosa donde arriban más tortugas. El 70 % de las ganancias se reparte entre los asociados de la cooperativa y el 30 % restante se invierte en las pensiones de los socios mayores de 70 años, ya hay 22, dice Magdalena Vega, presidenta de ADIO. También se destinan becas para estudiantes del pueblo y se invierte en infraestructura del lugar como la escuela, la plaza y el centro de nutrición.
Ostional es un pueblo sencillo, allí no se permiten grandes construcciones y la tortuga es el eje de los pequeños comercios instalados. El consumo del huevo extraído de manera legal no puede faltar.
También es común observar en las calles de Ostional, grupos de estudiantes que llegan a conocer el modelo de conservación y el trabajo de los asociados. Para Karina Obando, estudiante de Sociología de la Universidad Nacional de Costa Rica, lo que más llama la atención de la comunidad es su interacción y su organización así como el trabajo en equipo. “Es esa esencia cultural, sus raíces y su conexión con el mar, con las tortugas, eso es lo que marca la diferencia de la comunidad”, agregó Obando.
Y esta conexión con la tortuga lora es lo que el pueblo no quiere perder. La naturaleza escogió este rincón del planeta para un gran honor, ese momento trascendental donde numerosas tortugas se concentran en la preservación de su especie.