(CNN) – El bailarín de ballet ucraniano Sergei Polunin señala la palabra “Natasha” que tiene tatuada a lo largo de la parte superior de su mano.

“Natasha es esta bailarina de ballet increíble, es una estrella. Me hice sus iniciales”, explicó. “Es una persona que amé… tuvimos nuestras peleas y traté de borrarme su nombre”, añadió.

Los tatuajes están regados por todo su delgado cuerpo de 27 años como puntos en un mapa: cada uno representando un recuerdo específico, una persona o una fase de la vida.

En su piel también está el nombre de su mentor y profesor en Ucrania: “el que me enseñó cómo bailar realmente y cómo manejarte a ti mismo en el escenario”.

Para él los tatuajes significan libertad. Una manera de rebelarse. “Cuando estás bajo de ánimo te haces tatuajes y eso te genera adrenalina por un par de días y eres feliz”, aseguró Polunin sobre su “adicción”.

Polunin estuvo por primera vez en el foco de la atención durante 2010, cuando a los 19 años se consolidó como el bailarín principal más joven en la historia del Royal Ballet. Como es bien sabido, renunció a la compañía apenas dos años después en medio de historias sobre uso de drogas y comportamiento errático.

Tras media década regresó al centro de la atención con Dancer, un nuevo documental dirigido por Steven Cantor.

Con imágenes de su niñez y actuaciones, así como de su ocasional vida dramática dentro y fuera del escenario, la cinta narra la historia de un hombre llevado a la destrucción por las exigencias de su arte y las presiones de la fama.

Pero mientras el bailarín pudo haber llegado a un acuerdo con algunos de sus demonios, felizmente también conserva una vena de rebeldía.

“Nunca quise se un buen ejemplo”, explicó. “Me gustan las imperfecciones en el mundo”. Aún así el periódico The Observer lo catalogó como el “bailarín más talentoso de su generación”.

Mira el video en la parte superior para ver los tatuajes de Serge Polunini y sus actuaciones en el escenario cuando entra en acción.